Hace poco me encontré en las librerías nacionales con una sorpresa poco usual en vitrinas. Se trataba de la portada del libro Metal Extremo – 30 Años de Oscuridad (1982 – 2011), escrito por el español Salva Rubio, el cual no he podido adquirir todavía, pero cuando las vacas flacas engorden, espero poder concretarlo. Así también se adhieren a la escasa pero importante literatura sobre el Metal nacional, dos libros de gran factura realizados por dos periodistas coterráneos: Retrospectiva al Metal Chileno (Andrés Padilla) y Pájaros Negros (Patricio Jara), libros que es menester para cada persona que se declara entusiasta de la lectura y de la historia de la música que nos convoca, tener en su estantería o colección.
Hoy, una nueva aventura en el género asoma desde la Región de Coquimbo, de la mano del periodista Armando Tapia, quien se propuso la magna tarea de investigar y recopilar todo respecto al Metal en la zona, desde los ’80 hasta la actualidad. El titulo de este proyecto es “Cuarto Infierno”, cuyo lanzamiento está previsto para Marzo de 2014.
Este proyecto se sumaría entonces a otro esfuerzo que provino desde la IV Región, ya que en el año 2008, apareció un material audiovisual titulado El Futuro es Nuestro – Crónicas y Memorias del Rock en la Región de Coquimbo del periodista Javier Ramos.
Quisimos indagar un poco respecto a la perspectiva de Tapia sobre este trabajo, en una entrevista que les dejamos a continuación:
¿Qué te motivó a realizar esta investigación?
“El motivo principal es dejar un testimonio, tanto escrito como visual, a las nuevas generaciones de metaleros. Quiero que sepan qué es lo que se hacía acá en la IV Región desde el año 1980 en esto que a nosotros tanto nos apasiona. Me gustaría que conocieran del talento y el sacrificio que hicieron las primeras bandas, algunas de las cuales seguramente ni siquiera han escuchado de nombre. Y que vean esto como una historia de la cual ellos también pueden ser los protagonistas a futuro. Por otro lado, me puse como afán difundir el metal de mi región al resto del país. Me da lata cuando voy a otra parte y no tienen idea del metal que acá se hace o que se ha hecho. Algunos conocen o ubican sólo a dos o tres bandas. Otros nada. He visto surgir y morir a muchas agrupaciones excelentes. Me las he imaginado en grandes festivales o tocatas donde de verdad hubieran arrasado. Hay otras que siguen firmes con el estandarte del metal. Con este libro busco contribuir a que no se pierda eso y que quede un registro. Si es posible, junto con el libro también sacaría un disco con un tema por banda de mi zona, tratando de meter las que más se puedan en el CD. Varios ya me han comentado esa idea. Por lo pronto, este libro aspira incluso a cruzar las fronteras. Ya hay contactos fuera del país para concretar aquello. En resumen, la idea es reconocer a los músicos y a todos los que han hecho algo por el metal regional con este libro. He visto pendejos que no tienen idea de nada pelar a los viejos metaleros, sin siquiera imaginar que ese loco hace 10 años se estaba sacando la mierda por conseguir el espacio que ellos ahora disfrutan. Si leen este libro, a lo mejor tendrán también un poco más de respeto por los que se la jugaron por el metal en los tiempos más difíciles”.
¿Cómo observas la escena metalera de la cuarta región desde sus inicios hasta la actualidad?
“Veo la escena nortina como una eterna lucha por conseguir espacios y hacerse escuchar. Sé que ahora estamos mejor que antes. Hace 10 años, imaginarse por ejemplo un bar metalero con bandas en vivo era aspirar a algo imposible. Hay que reconocer que el metal ha ido ganando espacios. Ya no es difícil acceder a la música, a los instrumentos, hay disponibilidad de salas de ensayo, buenos productores, etc. Así y todo, a este estilo de vida y de música siempre todo le cuesta. Hacer una tocata acá, tanto tocando como produciendo, requiere de mucha dedicación y de querer lo que se hace. Actualmente veo muchas bandas notables en la zona. Es chacal ver algunas que perduran con los años y no pierden brutalidad. Pero también echo de menos a varias agrupaciones o proyectos que quedaron a medio camino. Recuerdo bandas excelentes que ni alcanzaron a grabar. Como en todos lados, acá hay mucha competencia igual. Deberíamos remar todos para el mismo lado. De todas formas, veo con agrado que al menos el metalero real de acá ya no está ni ahí con los tributos y busca las creaciones propias, comprar el material. Asimismo, es un agrado cuando vienen a tocar bandas de afuera y quedan impresionados con la escena de la IV Región. Hay algunos que todavía no se dan cuenta del gran nivel que tenemos acá”.
¿Qué perspectiva ofrecerá esta recopilación, a diferencia de la literatura existente como lo es “Retrospectiva al Metal Chileno” de Andrés Padilla y “Pájaros Negros” de Patricio Jara?
“Pude leer el libro de la Retrospectiva. El de Jara no ha llegado por acá pero lo ando buscando hace rato. Lo que puedo contar es que el Cuarto Infierno es un libro contado por sus propios protagonistas. Yo sólo me encargo de ordenar un poco los acontecimientos, para el que lea este trabajo y que no es de la zona no quede colgado. Quiero un libro entendible y dinámico, de muchas anécdotas, de éxitos y fracasos, de penas y alegrías. Lo que sí voy a dejar afuera son todo tipo de cahuines o rumores malintencionados. Si una banda se disolvió por un determinado motivo, no seré yo el que lo divulgue. También habrá mucho material visual, afiches y fotos de todas las épocas, que los mismos metaleros me están aportando. Así que el que quiera contar algo o enviar material, que no dude en escribir a cuartoinfierno@gmail.com. En el texto igual hablarán productores, sonidistas, difusores del metal y hasta el mismo público. Todos son bienvenidos al Cuarto Infierno. No quiero dejar a ninguna banda afuera, ni siquiera a la que haya durado un par de tocatas. Y también será un libro bastante objetivo. Que no se piense que los amigos van a tener más páginas. Cada banda tendrá el espacio que se merece por lo que ha hecho”.
¿Qué tal ha sido la cooperación que has recibido de los distintos actores sociales, ya sean bandas, personas o entidades culturales, para el desarrollo de tu investigación?
“Afortunadamente tengo la oportunidad de estar en contacto con muchos músicos y a todos les ha gustado la idea, aunque aclaro que no soy el primero que hace algo así. Así que éste será sólo un aporte más a la difusión del metal regional. Respecto a este futuro libro, destaco la buena disposición de todos. Agradezco especialmente el trabajo de Janis Guerrero, que desde hace más de un año ha estado sacando fotografías de todas las tocatas que se hacen acá. Ella también estará a cargo del diseño y la diagramación. Se pretende postular este libro a un fondo cultural. Pero de no conseguir nada, igual se juntará la plata para sacarlo adelante. Hay gente que ya se comprometió a hacer importantes aportes en ese sentido. Igual se están buscando auspicios. Yo siempre digo que cuando uno quiere, puede. Por el momento sigo escribiendo y entrevistando gente. Si alguien todavía no ha sido consultado, que tenga paciencia porque ya recibirá novedades. Este libro va sí o sí. Y cuando salga lo celebraremos con una gran tocata”.
Si quieres obtener mayor información o colaborar con la investigación del periodista Armando Tapia, puedes contactarlo a través del correo cuartoinfierno[at]gmail.com.
Desde Collapse le enviamos el mayor de los éxitos posibles y toda la fuerza del mundo para que este proyecto vea la luz. Bienvenido el arte de traducir en letras lo que vemos y escuchamos.