Sobre el Metal Chileno
Una crítica y una apreciación positiva de la escena nacional en cuanto al Metal.
“Nunca he sido un tipo que habla mucho de la escena nacional, sé que existen bandas y público, pero nunca hablo de la escena nacional. La primera vez que fui o que empecé a ir a tocatas fue a principios de los 90. Estaba en Lampa todavía, para mi era súper difícil venir para acá, tenía pocos contactos, pocos amigos, no tenía mucho poder adquisitivo tampoco, por lo que no podía a todos los recitales que quería, pero me gustó que se empezará a gestar un movimiento que ya venía de antes, del cual no tenía mucho conocimiento, a mediados de los 80 con los primeros thrashers y todo eso. En ese tiempo me acuerdo que se pasaban los fanzines de fotocopia y tenía algo de conocimiento de bandas como Vastator o Atomic Aggressor. Ya estaba la chispita, pero lamentablemente no conocía mucho su música y no tenía la oportunidad de ir a las primeras tocatas que se hicieron en Chile, en Santiago, qué sé yo”.
“Escuchaba harta radio y ya con mis amigos nos movíamos los cassettes de la época y mucha lectura, porque internet no había, todo era por fanzine, revista o programas de televisión y radio que igual habían cosas muy buenas, no tan under pero dentro de todo lo que se estaba gestando. En ese momento estaba el glam por todos lados, por otro lado estaba el under nacional e internacional y además el resurgimiento de bandas como Motorhead, Judas Priest con Painkiller, Iron Maiden con Fear of the Dark, era como una segunda vuelta de las bandas que uno tenía noción de más chico o de principios de los 80, entonces era un momento súper fuerte, en el cual empecé a meterme en este mundo”.
“Mira, siempre hice amistad conocí gente, lo pasé la raja, empecé a buscar bandas en ese tiempo y no me resultó mucho porque no encajaba con los estilos de la época, después simplemente lo pasaba bien. Creo que soy una persona un poco egoísta al no abanderarme por una escena, por ejemplo en Valdivia estaban los Hell Thrashers, o la gente del Biobio aquí en Santiago, los movimientos de aquí y allá. Siempre fui un loco Heavy Metal que ama el Rock and Roll y todos sus derivados y simplemente disfruté de todo lo que me fue entregando el hecho de caminar por esta senda de este movimiento que se estaba agrandando, pero no me siento perteneciente a una escena, sino a una época, que es la segunda mitad del siglo pasado, el nacimiento del Rock and Roll, yo pertenezco a eso, pero no soy tan sectario”.
“Si me invitan a tocar, yo voy a tocar. Según la etapa que esté viviendo en mi vida, puedo cobrar o no cobrar, transar o viajar, veamos de qué se trata, con qué bandas vamos a tocar, estoy abierto a la posibilidad de crear un momento, pero no soy muy de fan club. Todo lo que genero lo hago para mi y después rebota en los demás, si a eso le llamas ser cercano a pertenecer a un movimiento entonces lo soy, pero por lo menos no creo en una escena nacional. Quizás fue un poco ambigua mi respuesta, pero es la forma que tengo para decirlo”.
“No es ni positivo ni negativo, es mi forma de ver las cosas. Me da un poco de risa cuando de repente salen en Facebook, ahora que se ocupa tanto o Twitter: -Hueón unámonos tenemos que unirnos-, no sé, tampoco seré una molestia, pero tampoco voy a aportar con un -Tenemos que reunirnos todos los domingos para hacer presencia o tenemos que hacer un fan club de no sé qué-. Soy más bien un lobo estepario, en ese sentido soy bien solitario. Me encanta tener muchos amigos del Metal, de hecho voy a muchos bares y saludo al 80% de los hueones que están ahí, en ese sentido sé que soy un tipo muy conocido, que mucha gente me considera un personaje, y lo pasó bien, trato de entregar mi buena energía, pero como te digo no soy perteneciente a algo específico. Por ejemplo estaba el Zenteno Arias en una época, no, no pertenezco a nada, pertenezco a mi mismo y mis convicciones y cuando voy a un lugar lo paso la raja y si tengo que pagar la entrada la pago aunque suene cliché, y si me invitan bienvenido sea, ya que tantos años que uno se mueve en esto, uno va teniendo contactos y eso te devuelve un poco lo que has gastado, no se fuerza tampoco, se va dando solo”.
“Eso no es ni bueno ni malo, pero si me dices algo más positivo, es increíble que de una vez por todas se haya logrado un MF en Chile, todo el mundo soñaba con ir a Alemania y ahora prácticamente lo tienes acá, aunque nunca será lo mismo viajar, eso siempre será una experiencia de vida, ir a otro continente. Pero ya tenemos MF en Chile, y ahora mi amigo Victor de Alto Voltaje está haciendo el Chile Rock que es totalmente con bandas nacionales, y va a estar Húsar y Battlerage. Es bueno pensar que el Metal tiene una vida eterna, yo no me imagino un mundo sin Metal, así que eso es lo único positivo que te puedo decir. Pero yo no creo en una escena metalera en realidad”.