Hace unos días atrás mostrábamos las andanzas que han tenido los nacionales de Nuclear a través del viejo continente, nombrando sus experiencias en Alemania y Hungría.
En esta oportunidad y siguiendo con esta bitácora, los compatriotas han dado a conocer sus vivencias dentro del municipio de Cluj-Napoca (en la Región de Transilvania, así es, ¡Transilvania!) y en Bucarest, ambas localidades pertenecientes a Rumania, para luego dar paso a las presentaciones dentro de Ruse en Bulgária y en la caótica ciudad de Estambul en Turquía para finalmente regresar a Bulgaria y dar a conocer su trabajo en Sofía, una de las capitales más antiguas de Europa.
A continuación los dejamos con el relato:
“Luego de unos días off en la ciudad de Budapest. Tomamos ruta hacia Rumania para realizar nuestro primer show en la ciudad de Cluj-Napoca. Al cruzar la frontera desde Hungría inmediatamente nos percatamos como los caminos estaban bastante a mal traer lo que significo varias horas de tedioso transito por carreteras interiores. No era extraño encontrarse con carretelas tiradas por caballos y en general un ambiente mucho más rural en el ingreso al país.”.
“Ya instalados en Cluj-Napoca nos dirigimos al Flying Circus Club, lugar del show. Descargamos backline y dejamos todo listo para el show. No sabíamos mucho que esperar de la reacción del público, sobre todo en un lugar tan lejano. Ya en el show de Amethyst el público estaba muy prendido, un buen indicio sin duda. Salimos a tocar y el público explotó fue realmente sorprendente, el apoyo era increíble. Si bien no conocían mucho nuestra música el ver a gran parte del público muy entregado y apoyando fue sencillamente memorable.”.
“Nos quedamos en el post show compartiendo con algunos de los asistentes y nos fuimos a descansar para viajar de amanecida a Bucarest, la capital rumana para nuestro segundo show.”.
“En Bucarest nos presentamos en Rock N Regie, una especie de casa-club donde se hacen tocatas de metal. Algo muy sencillo, tocando a piso y con la gente al frente. Como el metal es el mismo en todas partes del mundo y algunas cosas son bastante parecidas a Chile, tuvimos que acortar nuestro set debido a la amable llegada de la policía rumana pidiendo el fin del show por los reclamos de vecinos… ¿les suena conocido? Finalizado el show nos quedamos con el dueño del bar compartiendo y escuchando música un rato antes de aprovechar de conocer la ciudad de noche (saludos Flaco Beros!) y preparar nuestro siguiente viaje hacia Ruse para nuestro primer show en Bulgaria.”.
“Con cierta preocupación llegamos a la frontera advertidos de que la policía búlgara podía causarnos algún problema, sobre todo considerando la cantidad de equipos con que estamos viajando. Afortunadamente nada ocurrió y pudimos ingresar sin problemas al país.”.
“Ya en Bulgaria con unos 35 grados a la sombra nos dirigimos a Metal Club Legacy para montar todo para el show. Fuimos muy bien recibidos por la organizadora y su staff y nos quedamos todo el dia compartiendo en el club con metaleros locales que llegaron desde temprano a hacer su previa con cervezas frias antes del show que arrancaría cercano a las 21hrs locales.”.
“El show en Ruse fue sencillamente a toda raja. Realmente es gratificante poder sentir esa energía y vibra de gente que de una u otra forma agradece que viajemos desde tan lejos para mostrarles nuestra música. Era muy llamativo ver en la primera fila del público muchas mujeres sacándose la cabeza a headbanging, tipos con la polera de Jehovirus , la tocata estuvo realmente genial. Terminamos el set con Sadistic Method For Crime y los asistentes muy prendidos pidiendo mas temas, pero el show ya estaba terminado. Mención especial para un compadre que se pegó el pique desde Rumania especialmente a vernos ya que se había perdido el show de Bucarest y haber conocido al metalero más viejo de Ruse, un tipo de 52 años que vivió todo el surgimiento del metal en Bulgaria, bajo pleno régimen comunista, imagínense como debió haber sido eso.”.
“Por invitación de Nina, la dueña del club, nos quedamos compartiendo hasta la madrugada con gente en el bar, sus buenas cervezas y a descansar para el siguiente tramo del viaje hacia Turquía”.
“No sabíamos mucho del viaje hacia Estambul, sólo que sería un largo viaje de toda una noche hacia la remota ciudad y que si las autoridades búlgaras podían ser complicadas, las de Turquía podían ser aun más jodidas”.
“Dicho y hecho: nos tuvieron parados un par de horas en la frontera en un cúmulo de trámites burocráticos donde incluso tuvimos que comunicarnos hacia Alemania para aclarar cosas relacionadas con el seguro de la van. La vimos difícil. Nos revisaron algunos equipajes y tras largo tira y afloja finalmente pudimos pasar no sin antes tener que desembolsar una suma de dinero para el pago de un seguro que nos olió a estafa por todos lados, en fin, había que llegar como fuera a Estambul”.
“Finalmente arribamos a una ciudad enorme y caótica, a la vez que impresionante y majestuosa llena de mezquitas y donde viven… 15 millones de personas. El primer choque fue el tráfico infernal y nuestro GPS que nos jugó una mala pasada y nos tuvo dando bote en el lugar equivocado casi toda la mañana. No habíamos dormido nada, estábamos muertos y no lográbamos encontrarnos con la promotora del show”.
“Finalmente tras mensajes de texto via celulares logramos coordinar y acercarnos al punto de reunión, no sin antes quedar metido en estrechas callejuelas de la ciudad, llenas de gente, puestos de comida, protestas y todo tipo de situaciones algo preocupantes, a eso agregamos lo complejo e inentendible de su lengua, tal cual se ve en películas relacionadas a estos ambientes (recuerdan Expreso de Medianoche o Indiana Jones??). En un momento tratamos de subir una calle muy empinada y muy estrecha a la vez (como los cerros de Valparaiso), lo cual fue imposible dado el peso y la longitud de nuestro transporte. Tuvimos que descender todos de la van y comenzar a devolvernos en reversa hasta salir de la calle. Hombres con puestos de frutas nos ayudaban y otros sencillamente miraban extrañados o incluso ofuscados, no comprendíamos muy bien su lengua ni sus intenciones, pero pudimos salir sin problemas de tal embrollo. Un momento de total surrealismo para nuestra aventura.
Realmente Estambul es impresionante, llena de historia, de diferentes culturas, arquitectura monumental y llena de rincones con comida y gente disfrutando de sus horas libres”.“Fuimos a Rocka Rolla Bar a dejar todo listo para nuestro show. Domingo por la noche. Ustedes creían que –tal como Santiago- la actividad se detiene un domingo allá? Nada. Todos los bares y restaurantes abiertos y miles de personas en el centro de la ciudad carreteando, comiendo, caminando, etcétera. En ese epicentro de actividad estaba el bar donde dimos nuestro único show en Turquía”.
“Buen show tras Amethyst dedicado a Alessandro Tracktor, el batero de los italianos quien se encontraba de cumpleaños. Ronda de chelas celebrando al festejado en el bar al ritmo de Kreator, Cavalera Conspiracy entre otros. Al rato después nos retiramos a dormir para el siguiente viaje hacia Sofia, la capital de Bulgaria”.
“Llegamos a Sofia por la tarde y nos dirigimos hacia The Box, el club donde daríamos el segundo show en territorio búlgaro”.
“Por ser dia lunes, quizás no esperábamos mucho del show en cuanto a intensidad del público o asistencia, pero craso error. Tocamos ante un público totalmente enloquecido, moshpits, gente volando, headbanging por todos lados, mucho per mucho apoyo. Estábamos realmente sorprendidos por la bestial respuesta de los asistentes al show, incluso tuvimos que volver al escenario para un tema más a pedido del público”.
“Una vez más la gente manifestó su apoyo adquiriendo CDs y merch. Excelente show en Sofia”.
“Ahora nos preparamos para el último tramo del tour con dos shows en Bosnia Herzegovina”.
Como yapa, adjunto a este escrito, Nuclear ha puesto un video de su presentación en el local Flying Circus ubicado en Cluj-Napoca, así que lo dejamos aquí para el disfrute de todos.