Siete y media de la tarde, y una cantidad algo ajustada de chascones vestidos de negro, para un recital como el que se anunciaba, hacían la espera para entrar a ver por fin a RAGE en Chile. Uno de esos conjuntos tan clásicos que todavía sorprende que no hubiesen venido con anterioridad, y más todavía extraña la poca cantidad de gente que se hizo presente en una cita que estaba más que anticipada.
Puntuales en la entrada, y no había señales de que el show estuviera por empezar, averiguando por aquí y por allá, supimos que la gente recién estaba entrando al Meet & Greet con la banda, y el espectáculo de los teloneros difícilmente empezaría pasado las nueve de la noche… ¡Terrible!
En lo personal me declaro enemigo número uno de los Meet & Greet con las bandas en un concierto, independiente del momento en que suceda, porque si es antes del show (como fue en este caso) el evento siempre se atrasará y mucho. Y si es después, siempre será en extremo expedito (porque el artista está cansado, se tiene que retirar, se está atrasando para llegar al aeropuerto, que se yo), y en más de un caso, algunos se han quedado con cuello después de pagar altas cifras para ver a sus ídolos de cerca.
Delta
RAGE (luego del innecesario atraso) y que no mostraba la mejor cara. Cabe destacar el sonido, creo que por primera vez escuché el teclado con claridad, ese mismo instrumento que resulta ser el gran ausente en parte importante de las tocatas nacionales. Luego de 30 minutos de una muy pulcra presentación, los nacionales se despedían sin mayor pena ni gloria, para dar a paso al otro conjunto encargado de talonear, Kontra.
Kontra
.Kontra por su lado, tuvo una respuesta algo más prendida, insisto en el punto anterior, el público estaba lateado de esperar (me incluyo), pero aún así cabe destacar las ganas de las bandas de salir a enfrentar este desafío, y más todavía la chance que les dio la productora de no dejarlos abajo por culpa del atraso. Fue así como con un certero Heavy / Thrash Metal, Kontra se lució en escena, con una que otra chasca moviéndose al ritmo de los movidos temas del conjunto local. Lamentable fue el problema que hubo constantemente con el micrófono, este se perdía a ratos, dejando a su vocalista sin amplificación por segundos.
Rage
¡Por fin! fue la exclamación de las 150 personas aprox. (200 a todo reventar) Que se acercaron al Club 334 a presenciar en vivo y en directo a los alemanes de RAGE, cuando cerca de las diez de la noche, por fin aparecieron en escena. Famosa fue la cancelación de su show el 2007, dejando a varios con su ticket en las manos, pero al fin (lo vuelvo a repetir) se cumplió el sueño de estos pocos fieles de ver al trío germano en vivo en un escenario local.
El ambiente tranquilo y sereno del público explotó con The Edge of Darkness de su excelente ultimo esfuerzo Strings to a Web. Pensé que la banda se sentiría un poco decepcionada al ver tan poca gente, pero me dio gusto estar equivocado, pues hace un buen tiempo que no veía esa química entre un conjunto y sus fanáticos. No es exagerado decir que Peter “Peavy” Wagner cantaba con una sonrisa de oreja a oreja, André Hilgers gozaba mirando a través de su kit de batería y Victor Smolski tocando como un poseso. Era todo fiesta y recién estaba comenzando.
Palabras de cortesía por parte de Wagner, saludos y la siguiente canción fue Soundchaser y las primeras filas le cantaban a la banda con el puño en alto. De vuelta al material nuevo con Hunters and Prey y ya estaba claro que estábamos delante de uno de los mejores actos europeos del Heavy Metal. En Into The Light, Wagner invitó a todo el público a cantar. Era tal la respuesta del respetable que a veces creía que la sala estaba llena.
Del álbum Carved in Stone sonó Drop Dead, buena elección de un disco que pasó un tanto piola, quizás por la partida de Mike Terrana, que para muchos es uno de los mejores bateristas del globo, pero André Hilgers tiene lo suyo y hace la pega de forma correcta.
A continuación Wagner pasó un aviso, contándonos que está trabajando en un proyecto sinfónico como el de la Lingua Orchestra y que no olvidemos que Rage fue una de las primeras bandas de metal que trabajó con una orquesta sinfónica, todo esto para presentar la mastodóntica, Empty Hollow, que contó con las pistas grabadas en la “parte” sinfónica de la canción acolchonada con los coros del publico. Un gran momento.
Set This World of Fire del aclamado Unity y War of World, dos verdaderos pesos pesados, dentro del setlist se hicieron presentes. Fue tal la entrega que era el momento preciso para descansar y dejarle el escenario solo a don Victor Smolski que en 4 minutos hizo gala de la exquisita, elegante y furiosa técnica que maneja. Uno de los mejores guitarristas que he visto en vivo.
Si bien el set de temas había estado ultra cargado a canciones creadas durante la ultima década, lo siguiente iba a dejar contentos a los fans más antiguos de la banda. El trío interpreto Solitary Man y Black in Mind convirtiendo en una caldera el Club 334 y por si eso fuera poco se despacharon la ochentera, Don’t Fear The Winter, que no estaba contemplada en ningún set de la gira sudamericana. Por su lealtad y compromiso, los presentes tuvieron su regalo y ese fue Don’t Fear The Winter.
Pero el trío no quería detenerse e interpretaron Down dejando el escenario, obviamente la gente quería un bis y se lo hizo saber a los alemanes cantando el estribillo de Higher Than The Sky, en una extendida versión para que el respetable se quedara sin voz. Era el fin de una velada, que a pesar del atraso y el local (no apto para recitales), cumplió. Realmente lo lamento por aquel que no fue, porque el precio del ticket hasta el momento ha sido el mas económico dentro de la agenda de conciertos y por que no todos los días una productora se arriesga a traer un acto que no es rentable. 200 personas es un publico súper mezquino para la gran banda que es RAGE, pero la calidad no siempre va acompañada de la popularidad. Lo importante es que la banda estuvo en Chile y dio un concierto de esos que no se olvidan fácilmente.
Galería de Fotos
*Agradecimientos especiales a Iván Ramírez Orellana.
**Por problemas de horario, no se pudieron obtener más fotografías.