TítuloEuphoria... Of Flesh, Men and the Great Escape
Duración59 Minutos, 13 Segundos
Año de Lanzamiento2012
GénerosAtmosférico, Folk Metal, Metal Progresivo, Post Metal, Post Rock
SelloATMF (Italia)
Tipo de LanzamientoLP
Página WebBaudarketypes
Contactobauda0@gmail.com
- Ghosts of Phantalassa
- Humanimals
- Silhouettes
- Oceanía
- The Great Escape
- Ascension
- Crepuscular
- Mare Nostrum? (El Llanto de Quintay)
- Nikolas Recabarren(Batería)
- Juan Díaz(Bajo)
- Cesar -Bauda- Márquez(Voz, Coros, Guitarras, Teclados, Sintetizadores y Percusión Análoga)
- Juan Escobar - Invitado(Coros en Humanimals y Oceanía, Teclado y Sintetizador en Humanimals, Oceanía y Ascensión)
- Pedro Chávez - Invitado(Cuencos de Cuarzo y Campanas Tibetanas en Ghosts of Phantalassa)
- Ramón Márquez - Invitado(Voz en Mare Nostrum?)
El año pasado tenía en mis manos la tarea de hacer la reseña del disco Blindfolded de Leuku, uno de los proyectos (del que lamentablemente no hemos oído/sabido más) de Cesar Márquez, más conocido como Bauda. Citando textualmente, aquella vez había quedado con la siguiente sensación: “Esto pudo ser mejor“. Actualmente fui encomendado en esta tarea, y ya terminado el proceso de digerir el disco completo, la sensación que me quedó es tajante: Euphoria… Of Flesh, Men and the Great Escape es lo mejor que ha hecho.
Los fundamentalistas, puristas u ortodoxos del Metal podrán quejarse al respecto, pero si eres capaz de dejar de lado un rato la extraña atribución de creerte elegido por escuchar el género, bienvenido seas a este material. No podemos hablar en esta ocasión tanto de Folk, como sucedía en el antecesor Oniirica, aunque los pasajes más calmos de guitarra lo traigan a tu mente; en si, no podemos hablar de un estilo en particular en un trabajo bastante ecléctico. A modo de repaso general, antes de descifrar Euphoria, vas a encontrarte con harto de Post: Rock/Metal/Black; algo de Progresivo, algo de Doom; géneros no relacionados como el Dream Pop y el Shoegaze; más tintes espaciales, atmosféricos y algo menor de psicodelia, junto a un trabajo de letras que te transportarán a un lugar específico, que es el escenario principal de inspiración del disco: La Caleta de Quintay (cerca de Valparaíso).
Nuevamente conectado con la naturaleza humano/animal, Bauda vuelve a la carga centrándose en la gran industria ballenera de la localidad mencionada en la primera mitad del Siglo XX (Prohibida en 1967 gracias a un tratado internacional de protección de esta especie). Un discurso poderoso, pero sin los alcances de la ira irracional que puede provocar este tipo de industria, sino lo puramente onírico, una especie de elegías y réquiems para las ballenas; un discurso para esos grandes mamíferos marinos que ya no están y para los que alcanzaron a salvarse, que merecen la paz.
Así entonces aparecen los fantasmas de todos los mares que te acompañarán durante todo el disco, Ghosts of Phantalassa, invocados bajo los cuencos de cuarzo y campanas tibetanas del invitado Pedro Chávez (Animus Mortis). Una hermosa melodía introductoria de más de nueve minutos con distintos pasajes y cortes, pero manteniendo un calmo ritmo que acelera para conectarse con Humanimals, el segundo track y single de Euphoria. Aquí aparecen en esplendor los nuevos integrantes de Bauda: Juan Díaz (Perpetuum) en el bajo; Nicolás Recabarren en la batería; y un invitado especial que tiene gran participación en el álbum, Juan Escobar (Astor Voltaires, Ex-Mar de Grises) en teclado y sintetizador. Y vaya que la inclusión de nuevos integrantes le hizo bien a Bauda, dejando el peso de ser “one man band“, floreciendo aristas sonoras más elaboradas. Volviendo al álbum, para quienes son amigos de las referencias, les gustará saber que la tónica del disco es como escuchar un poco de Slowdive o Spacemen 3, incluso algo del disco Iceberg de los nacionales Congelador, inyectando Metal y Post-Rock al shoegazing más sus atmosferas.
Silhouettes (que en su inicio me recuerda a la introducción del programa Tierra Adentro), baja las revoluciones con una composición más amigable, más oreja, pero siendo una muy buena combinación de aspectos Folk y Metal, que adquiere densidad a medida que va avanzando. De hecho, sería genial escuchar un tema de Bauda en algún programa sociocultural nacional… de los buenos eso si.
Como una maquina precisa, pero con sentimientos, uno de los soportes principales de Euphoria es la combinación Recabarren-Díaz, quienes arman una base progresiva, de armonías y atmosferas geniales, dejando tranquilo y libre en las guitarras y demás cosas a Márquez, quien además hizo una exploración vocal no convencional, jugando con diversos matices, bastante agradable y arriesgada para el cerrado mundo del Metal, pero ajustada totalmente a las intenciones del disco, sin decepciones en su registro. Esta descripción se ajusta perfectamente a lo que sucede con Oceanía.
Con The Great Escape es hora de sentarse en el barco con la guitarra y comenzar a darle a los acordes más inspirados ante el ocaso. Una pieza mayormente acústica, acompañada de suaves intervenciones de sintetizadores y unos trémolos finales que impulsarán el “gran escape” cetáceo, seguido de Ascension (quizás el mejor tema del disco), con un tremendo despliegue instrumental inicial; con algo de psicodelia, fusión y Jazz; con cadencias geniales que dan al tema distintos episodios rematados por un final acelerado, declarando una ascensión completa.
Crepuscular baja la intensidad y vuelve al sonido acústico, se modera como toda puesta de sol, y nos recuerda las guitarras del Kveldsangger de Ulver, o inclusive algo de aquel Folk Doom de Tehni. Ya concluyendo, Mare Nostrum? (El Llanto de Quintay) es la única pieza que da inicio con un relato en español de Ramón Márquez, incluyendo una mención tangente al gran Víctor Jara. De corte más experimental, los sonidos de la guitarra se hacen uno con los cantos de los cetáceos, acompañados de una atmosfera que te lleva a imaginar el vasto océano… y lo trágico, más allá del fondo conceptual del disco, de lo que significó y significa la matanza de ballenas.
Respecto al artwork (a cargo de Juan M.), Euphoria es un digipack de cuatro caras, encausado en un diseño bastante limpio, con bonitas ilustraciones de tinta (ballenas) y retoques digitales a cargo del mismo Cesar Márquez y Fabiola Solano, que en ciertas imágenes de exterior e interior, por combinación cromática de degradación del rojo/azul sobre blanco/beige, recuerda al disco Draining the Waterheart de Mar de Grises. Se acompaña además por un booklet de doce páginas que incluye las letras y una fotografía de la Caleta de Quintay en la plana media del librillo.
La integración del concepto general del disco queda bien plasmada en el desarrollo sútil y minimalista de los detalles de las ilustraciones y contenido. No está demás decir que si quieres ir más allá, puedes comenzar a analizar el arte desde el rojo como sangre, azul como mar y los tonos cafés como parte de la erosión u óxido, representando a la Caleta y flota ballenera… pero es mejor que cada uno de su propia interpretación al respecto. Respecto al disco en si, fue grabado, mezclado y masterizado en el estudio 15Hz por Cristian Rodriguez, mientras que las voces, sintetizadores y teclados fueron grabadas por Juan Escobar y Cesar Márquez.
Para finalizar, cuando recibes en tu correo aquel spam “Save the Whales” se torna bastante molesto; en este caso, no estamos hablando de basura, sino de un verdadero agrado… y mejor aún, musical. No es un discurso ecologista, ni tampoco un llamado a tomar las armas contra quienes realizan actos de matanza de este tipo, sino que es una obra conceptual que se inspira de lleno en un suceso negro de la historia de nuestro país. Esto es un réquiem por los cetáceos, un canto de fantasmas submarinos que trascendió los años y fue canalizado por Bauda y compañía, melodías que siguen viajando a través del océano y que hoy se traducen en este disco llamado Euphoria… of Flesh, Men and the Great Escape.
La música no tiene restricciones en su creación. Si alguien tiene dudas acerca de si estos son temas a tratar en el género, podrían escuchar a una banda Post-Black llamada Altar of Plagues. Pero en cuanto a gustos, están en toda libertad de si les parece o no.
Bauda – Humanimals by atmfoundation
Si tuviera que ponerle nota de 1 a 10, lo dejaría en un 9. Es un gran trabajo, saliendo de los cánones a los cuales estamos acostumbrados, posicionándose como uno de los mejores discos que he escuchado este año. Me fue difícil encontrar fallas, porque lo escuché con real agrado y es un estilo del que en particular soy seguidor. De todas maneras, junto al Rerum Imaginaria de Favna Abisal, esto demuestra que desde las profundidades del océano, están saliendo a flote buenos resultados a nivel nacional.
Excelente disco, demostrando que el “gran escape”, se transformó en una gran “ascensión”.