TítuloDeny Humanity
Duración59 Minutos
Fecha de LanzamientoAgosto, 2010
GénerosHeavy Metal, Metal Progresivo
SelloAustralis Records
Tipo de LanzamientoLP
- Fatal Error
- Over and Over Again
- Revolution
- Desire Within
- Doors Keep Spining
- Perfect Insanity
- Fragile
- 2702
- Virtual Life
- God or Science
- The Human Touch
- Felipe del Valle(Voces)
- Benjamín Lechuga(Guitarras, Coros)
- Nicolás Quinteros(Teclados, Coros)
- Andrés Rojas(Batería)
- Marcos Sanchez(Bajo, Coros)
Cuando una banda cambia de imagen, lo más lógico es que la música que dicha agrupación interpreta refleje dicha transformación de forma proporcional a lo substancial que es dicho cambio. Para el caso de Delta, para calificar el cambio de imagen y el progreso musical que se presentan junto a este nuevo Deny Humanity, lo mejor es utilizar el adjetivo “elegante”, más que “radical”. Esto, porque en cuanto a su imagen podemos ver un aspecto más ordenado y legible en su logo; mientras que musicalmente la banda demuestra que ha alcanzado a amarrar una identidad musical sin la necesidad escapar de los lugares comunes al género musical en el cual es más simple encasillarlos, el “Metal Progresivo”.
En este sentido, la mejor muestra de lo antes dicho se da al comienzo de la placa, con ‘Over and Over Again’ donde la banda expone sus credenciales de banda progresiva en una pista con una amplia gama de sonoridades y en la que se hace notar el excelente resultado sonoro que se advertirá a través de toda la placa. Por otra parte, destaca la aparición de trabajados coros (en los que participa toda la banda) con influencia directa e irrefutable de Queen, que se repiten en todo el álbum y en diferentes formas.
En seguida, ‘Revolution’ escupe contra el siempre presente y odiado “chaquetero”, ese personaje que –para bien o para mal– ya forma parte del folclor nacional. Todo musicalizado en forma de una pichanguera apuesta de riffs y ritmos más bien estándar, pero ordenados de una forma muy inteligente que resume la rabia contenida tras la temática que da forma a esta potente canción. La formula se repite en ‘Doors Keep Spining’, que adornada con coros que ya se quisieran algunas de bandas de Hardcore, reflexiona respecto a la forma de prisión que han adquirido nuestros hogares producto de la delincuencia. Me sorprendió el poco protagonismo que se le dio en la mezcla final a dichos coros, pues representan un elemento bastante innovador en el campo en que se mueve la banda y por ello debió ser uno de los principales personajes de este corte, más aún tomando en cuenta la temática que aborda.
Saliendo de la brecha más cercana al Heavy Metal –que de todas formas la banda explota de gran forma– tenemos temas como ‘Desire Within’ o ‘Perfect Insanity’, donde aparecen los ya mencionados lugares comunes del Metal Progresivo, como cambios de métrica, largos y virtuosos solos o dúos entre Benjamín Lechuga (Guitarra) y Nicolás Quinteros (Teclados), quien además sorprende con la esporádica presencia de su voz en formato gutural. No es menor mencionar el enorme trabajo logrado por la base rítmica formada por Marcos Sanchez (Bajo) y Andrés Rojas (Batería) en este lanzamiento, pues se pasean sin mayor problema desde pesados parajes, dignos de gigantes como Testament o Nevermore; hacia lo que habitualmente practican bandas de la nueva camada del mundillo progresivo como Evergrey o Seventh Wonder.
En este trabajo, Delta deja en claro la madurez que ha alcanzado al momento de componer riffs y melodías muy diferentes entre sí, pero que se acoplan de gran forma en lo que será un manjar para el paladar del melómano. Esto último queda mejor reflejado desde ‘Fragile’ en adelante, pues es en la última fracción del disco donde la banda supo condensar toda esta madurez ya mencionada y dar rienda suelta a su creatividad musical y artística. Musicalmente nos encontraremos con una mixtura de composiciones y ritmos cuidadosamente estructurados, en que se mezclan elementos tan distantes como los enormes coros y arreglos instrumentales que incluyen ‘Fragile’ y ‘The Human Touch’, los ritmos folclóricos “metalizados”, tipo cueca, que podemos encontrar en ‘2702’ y los juegos vocales que Felipe del Valle interpreta junto a Consuelo Schuster en ‘Virtual Life’. Otro elemento interesante está en la experimentación que ofrece Quinteros, incluyendo algunos arreglos que me recuerdan, guardando las proporciones, a lo que hace Rick Wakeman en su carrera solista y otros que parecieran sacados de una banda de Trip-Hop. Además está el trabajo en la guitarra de Lechuga, quién más que asegurarse utilizando los manoseados artefactos de la velocidad y las acrobacias, se la juega con el feeling y las notas alargadas.
Las últimas canciones del disco, ‘God or Science’ y ‘The Human Touch’ me parecen lo más destacado del disco, y creo que no es casualidad. La primera es una apuesta más directa y al hueso, que incluye ritmos vertiginosos mezclados con bastante experimentación vocal. La segunda me parece, sin exagerar, la mejor canción de la carrera de Delta, pues es una progresión muy bien construida de composiciones y diferentes atmosferas que van desde una parsimonia casi angelical al comienzo, a mucha vivacidad y coros tipo estadio en sus secciones medias. Aquí nuevamente destaca la participación de Consuelo Schuster, con unos tonos altos que se complementan de gran manera los coros creados por la banda.
Por otra parte, en ésta última fracción del disco también me llamó la atención el trabajo en las letras de Felipe Del Valle. Esto, porque en estas últimas pistas (partiendo desde la antes mencionada ‘Fragile’) realiza una fuerte crítica contra el estilo de vida moderno, en una línea argumental que me recordó mucho a lo que hace Warrel Dane de Nevermore tanto en la banda norteamericana como en su muy recomendable disco solista, Praises to the War Machine. Digo esto, porque en las líneas que el vocalista de la banda escribió para estas piezas se nota un desgano hacia la deshumanización como fenómeno social, especialmente enfocado en como la tecnología ha ido reforzando este escenario. Con ‘Fragile’ y ‘Virtual Life’ contrasta la fragilidad de la vida humana con la vida virtual, mientras en ‘God or Science’, Del Valle reafirma su posición yéndose en contra de procesos modernos como la clonación y la fertilización asistida. Finalmente, y de forma muy sólida, termina su argumentación y reflexión sobre la vida moderna con ‘The Human Touch’, concluyendo que, en el fondo, lo único realmente importante es lo netamente humano.
En resumidas cuentas, lo que Delta nos entrega con Deny Humanity es un disco redondo, con una producción y composición al más alto nivel, que además da cuenta de una banda madura y cuyo trabajo de años desemboca en una producción que no tiene nada que envidiarle a las bandas protagonistas de la escena internacional. Después de dos discos que mostraban las diferentes facetas de la banda (Black & Cold y Crashbreaker), pero que fueron incapaces de redondear la propuesta musical de la banda, esta “Denegación a la Humanidad” da en el clavo en todo sentido, y en sus casi 60 minutos de duración resulta en la mejor placa de la corta pero intensa historia de Delta. Es de esperar que con este lanzamiento en la mochila, la banda comience su despegue internacional y tenga la posibilidad de mostrarse en diferentes escenarios del orbe, donde –no me cabe la menor duda– dejará muy bien puesto el nombre de nuestro país.