FireLand – God N’ Evil

Desde la ignorancia, la primera pregunta que te puedes hacer después de escuchar el disco God ‘N Evil es “¿De dónde es esta banda?”. Te enteras de que son chilenos y la sorpresa es mayúscula.

Acá tenemos a Fireland, agrupación nacional de heavy y power metal que se presenta con lo mejor que tienen, en un larga duración que de seguro no pasará indiferente para los que gustan de esta rama de la música. Lo anterior se debe a que es una seguidilla de canciones que rozan la perfección, una increíble selección de ellos, incluso podríamos decir que el orden en el cual se pusieron en el disco está trabajado con mucho detalle. No, no exagero.

Este disco fue grabado por Rafael Castillo (Guitarra y Voz), Matías Vidal (Guitarra), Mauricio Espinoza (Bajo) y Andrés Torres (Batería), pero problemas de compatibilidad de tiempo y de trabajo en otros diferentes proyectos hicieron que los dos últimos dejaran al conjunto. Así es como llega el baterista Gonzalo Camio y el bajista Douglas Castro, personaje que por asuntos laborales abandonó el país. Claudio González luego toma su lugar y completa esta idea de hacer música.

La portada de este trabajo muestra las personificaciones de el bien y el mal, donde es el bien el que “gana” al atravesar con una lanza al ser maligno, todo ello sobre un escenario de tormentas y una tierra en llamas. El book en su parte trasera muestra una lluvia de meteoritos cayendo sobre unas montañas nevadas, insistiendo un la idea de una suerte de final de los tiempos. Además, el libro tiene en su interior las letras de todos los temas, agradecimientos y detalles técnicos varios. La parte de atrás de la caja tiene una foto de las personas que grabaron el disco (recordemos que no son los mismos que se encuentran activamente en la banda hoy) y el disco propiamente tal consta con el logo de Fireland sobre una llama personificada blanca, con un fondo gris. Una producción independiente muy bien lograda visualmente.

Todo comienza con ‘Ancient Times’ y ya se puede apreciar hacia donde nos dirigimos. Una buena intro seguida de líneas melódicas y riffs ejecutados a la perfección. Coros presentados de excelente manera, haciendo de todo esto un conjunto que hace recordar a agrupaciones internacionales como Helloween, por ejemplo, en una canción rápida y con mucha personalidad. Con ‘Azgaroth’ el cuarteto pretende bajar un poco las revoluciones con un corte más heavy metal que su predecesor, provocando un equilibrio perfecto para seguir con toda la velocidad de ‘Here I Am’. ¡Pero qué maravilla de composición! Desde la letra que habla de un anhelo de paz y optimismo, hasta toda la interpretación musical. Excelente.

La canción que le da el nombre a este álbum muestra el diálogo entre esos dos personajes, esa lucha entre el bien y el mal presentada en creativas letras con líneas melódicas que vuelven a hacer un guiño a los alemanes de la calabaza, y no lo doy a entender como que se esté frente a una copia, sino que lo entrego como una muy buena referencia. La balada ‘Believe’, de esas que no pueden faltar en los discos de heavy metal, es escuchar a HammerFall. Así, tal cual, pero no estoy siendo despectivo. Estamos frente a creaciones que se pasean frente a lo mejor que hay en el mundo. Y esto queda completamente en claro con ‘Where is Heaven’ que, sin piedad, parte con una velocidad increíble, con guitarras compenetradas atractivamente y con líricas que lo hacen coreable a más no poder. ¡Qué temazo! Y así, sólo con la mitad de God N’ Evil escuchada, ya se puede decir que estamos ante una pieza maestra.

El heavy de ‘Turn off the Light’ muestra una simpleza y creatividad notable para crear letras que interesantes, contando la historia del típico niño que vive con temor al tener que apagar la luz de su habitación. Notable. ‘Politica’ vuelve a aumentar el ritmo musical con letras que parecen obvias al leer su título. Ante ello nos convencen diciendo “heavy metal is the everyone choice” luego de un coro, el cual al final se va haciendo cada vez más agudo y saca a relucir todo el talento de Rafael Castillo en esta labor.

El noveno tema, ‘MoonPatrol’, tiene un comienzo muy melódico y bastante característico del heavy metal. Quizás es donde mejor se complementan ambas guitarras, entregando solos muy agradables al oído, junto al bajo, batería y nuevamente la inconfundible voz que destaco en el “pre coro” de este corte. Probablemente ‘It’s Not Magic’ sea el punto bajo de God N’ Evil, pero ojo porque sería el único punto bajo. Lo anterior debido a que en más de cinco minutos de música no se plantea lo que se venía haciendo con los títulos anteriores. El coro no es digerible, es demasiado largo y la línea melódica vocal pareciera no calzar a la perfección, quedando claro cuando se intentan pronunciar demasiadas palabras en un tiempo musical.

El remate se produce con ‘Dream’, donde vuelve ese doble bombo junto a letras utópicas de un mundo contextualizado en un cuento de hadas donde todo es felicidad. Lo demuestran esos adornos en guitarra que toman la delantera a la par con la voz. Excelentes melodías para finalizar un disco notable.

Con la participación de Franco Lama (The Shrink) en la producción y la masterización de Javier Bassino (Fahrenheit), se ha llevado a lugar algo pocas veces visto en el país. Sonido impecable, mezclas rozando la perfección y selección de canciones muy sensata. Cada uno de los instrumentos que se dan cita se siente con mucho poder, los músicos salen a demostrar lo mejor de su técnica individual para lograr en lo colectivo algo que llena nuestros oídos con un manjar auditivo. Había 27 canciones compuestas antes de la grabación, de las cuales se eligieron once y vaya que le dieron al clavo. De seguro que su segundo larga duración tendrá una calidad similar o incluso superior, dada la experiencia que han ido ganando en estos últimos años.

FireLand es cumple con creces las expectativas del público heavy metalero nacional, siendo algo completamente diferente en comparación del resto de los lanzamientos locales que hoy en día van en dirección del thrash y death metal. Si te gusta Helloween, Gamma Ray, HammerFall, entre otros, este es un disco que no podrás dejar pasar. Te lo doy firmado.