TítuloDevouring Hell
Duración38 Minutos, 13 Segundos
Año de Lanzamiento2011
GéneroDeath Metal/Grindcore
SelloAustralis Records
Tipo de LanzamientoCD
Página WebMySpace
- Cadaveric Suffer
- Eternal Suffering
- Vehemence
- Devouring Hell
- Sick Fist Under
- They Rise
- Blasphemies Destroy the Masses
- Impregnated in Blood
- Vision of Darkness
- Ashes to Ashes
- Fernando Catipillan(Vocals)
- Francisco Catipillan(Guitars)
- Elvis Rivas(Lead Guitar)
- Jesús Pérez(Bass)
- Marcelo Ponce(Drums)
Hay una frase en latín que en lo personal uso como regla de vida, y que denota lo que este disco significa en la carrera de Forked. Ad Astra Per Aspera o “a las estrellas por el camino más difícil” quiere decir que las cosas se aprecian infinitamente más cuando son obra del trabajo constante, dedicado y sobrellevando el paso del tiempo y los obstáculos.
“Devouring Hell” ve la luz más de 20 años después de la fundación de Forked y el resultado muestra todo el trabajo arduo que se ha puesto en la realización de este disco.
10 temas en poco más de 38 minutos, que se pasan volando ya que todos y cada uno de los temas son una maquinaria de destrucción, donde las influencias de bandas como Dismember, Benediction, Suffocation y otras bandas del estilo se hacen presente ofreciendo una amalgama de ritmos que entretienen y mantienen despierto a quien escucha durante todo el disco.
Con una pequeña intro a lo película de terror comienza Cadaveric Suffer en donde ya los primeros acordes de guitarra muestran la intensidad que se da en todo el disco. Además, el sonido de la banda destaca como un elemento primordial dentro del disco.
El disco fue grabado en Studio Sade con Juan Pablo Donoso a cargo de toda la grabación. Y el trabajo realizado por este último es digno de aplauso, ya que ha logrado obtener un sonido muy personal, trabajado y sumamente pulcro. Cada integrante tiene el peso adecuado dentro del sonido global del disco, lo que le da valor al resultado final.
Eternal Suffering muestra el excelente trabajo realizado por Marcelo Ponce a cargo de la batería. Le da el soporte necesario a todos los demás integrantes en todos los temas del disco. Un trabajo preciso, simple pero muy efectivo, algo que dentro del estilo que toca la banda se alaba.
Vehemence continúa con la vena Death Metal mostrada hasta el momento. Un tema potente y sin ninguna pausa ni tregua. Un ejemplo de lo que Forked despliega en todo el disco, brutalidad pura, sin delicadezas.
Lejos el riff mas potente del disco da comienzo al tema que da nombre al disco, Devouring Hell. Los matices en la voz de Fernando Catipillan junto a los cambios de ritmo le dan mucho dinamismo al tema y al disco en general.
En lo personal me encantan los temas que empiezan como Sick Fist Under, con el sonido en segundo plano. Cuando el riff es potente como en este caso, genera la expectación suficiente para lo que se avecina en el tema. Es un recurso en rigor ultra utilizado en general, pero cuando algo es utilizado de buena forma cuando corresponde, el recurso cobra importancia y aporta más detalles a un disco, como en este caso.
They Rise es uno de los temas más cortos del disco, pero es un puñetazo directo en la boca del estómago, te deja sin aire. Un tema en extremo intenso y con una ejecución de calidad abismante. Uno de los puntos más altos de este trabajo.
Con Blasphemies Destroy The Masses se demuestra una vez más lo mencionado anteriormente. El excelente manejo de los ritmos le da un dinamismo al disco que se agradece. Hay ocasiones en que los discos son un cúmulo de temas de excelente calidad, pero que todos unidos da la sensación de escuchar lo mismo una y otra vez. Acá nunca ocurre eso. Tanto los riffs, como los ritmos y las distintas voces le otorgan originalidad y le dan puntos extras a una banda dentro de un estilo tan saturado como es el Death Metal.
Impregnated In Blood y Vision Of Darkness siguen con la tendencia del disco, es decir, temas muy potentes, excelentemente bien trabajados (el inicio del segundo tema mencionado tiene unos toques de la época grandiosa de Morbid Angel) y con calidad tanto en la composición como en la ejecución. Son detalles como esos los que denotan el tiempo que Forked lleva como banda. A pesar de los cambios de alineación que ha sufrido con el paso del tiempo, la esencia de su trabajo trasciende el tiempo y se pule cada día más.
Para finalizar, Ashes to Ashes, con un comienzo sencillamente genial con ese sonido de motosierra al ritmo de la música, le pone final a la carnicería de la mejor forma. Acá se hacen presente todos los integrantes de la banda en cada elemento que ejecutan. Los matices en la voz de Fernando Catipillan, un pasaje en que Jesús Pérez y su bajo comandan el buque con un excelente ritmo Thrash Metal, el juego de las guitarras de Francisco Catipillan y Elvis Rivas, junto al ya mencionado Marcelo Ponce en batería, se unen de la mejor forma para cerrar de excelente manera un disco grandioso, de principio a fin.
Punto a destacar es la presentación – tema ya mencionado en otros discos que se han lanzado con el apoyo de Australis Records - en donde se cuida siempre la temática de la banda y del disco en las imágenes y la diagramación, con material de calidad. Es un agrado darse cuenta que cada vez la calidad de las bandas y sobre todo de los trabajos editados en Chile es de mejor calidad, equiparando las diferencias que alguna vez como país tuvimos respecto al extranjero. No hay nada que envidiar a bandas foráneas, ni profesionalismo de los músicos, ni calidad de los discos.
Un disco recomendable en todo sentido, que no da descanso hasta el final del último acorde. Un deber tenerlo en la colección.