TítuloHomicide - Mechanized Torments
Duración37 Minutos, 57 Segundos
Año de Lanzamiento2012
GéneroBrutal Death Metal
SelloThurbul Records
Tipo de LanzamientoCD
Página WebMySpace
- Fork of Heresy
- Judas Cradle
- Bull of Phalaris
- The Burning Tongs
- Gnaw to Escape
- Trinity’s Helmet
- Galley Slave
- The Offering
- Tied to the Wheel
- Mauricio Cornejo(Bajo)
- Marcelo Power(Batería)
- Sebastián Castillo(Guitarra)
- Gabriel Pincheira(Guitarra)
- Alejandro Ruiz(Voz)
Luego de 4 años desde su trabajo They Work for Me, Homicide vuelve a la primera plana en lo que respecta a lanzamientos con su nueva plata Mechanized Torments, bajo el alero de Thurbul Records.
9 temas de puro y Brutal Death Metal a la usanza norteamericana, que no dan tregua con una amplia amalgama de ritmos y melodías que te mantienen pegado al techo de principio a fin.
El mayor y principal plus del disco es la gran variedad que ofrece en sus temas, en todo sentido. Si bien Mechanized Torments es un trabajo muy influenciado por bandas como Deicide, Hate Eternal, Suffocation y otras afines, el disco tiene desde secciones donde la brutalidad en forma de una muralla de sonido te machaca los oídos, hasta partes donde el groove es digno de un disco “taquillero” dentro del estilo, sin sonar sold-out ni mucho menos. Me refiero a que los ritmos pegajosos, de esos que seguimos inconscientemente con la cabeza – y los más tranquilos, solo moviendo los pies -, vienen impregnados de melodías memorables, donde las guitarras de Sebastián Castillo y Gabriel Pincheira forman una comunión perfecta.
Los temas se suceden sin dar descanso, en una marea de intensidad que hace que el disco pase extremadamente rápido, demostrando lo interesante y cautivador que es de oír.
Comentar los temas, dado lo parejo del disco, creo que está de más, sin embargo el tema Gnaw to Escape lo destaco por sobre el resto por el ritmo lleno de groove en la segunda mitad del tema. Un ejemplo claro de la variedad dentro de disco de la que hacía mención anteriormente.
Ahora bien, la banda suena profundamente cohesionada; y el trabajo de los guitarristas, junto al bajo incesante de Mauricio Cornejo y el excelente trabajo vocal de Alejandro Ruiz dan cuenta del trabajo de muchos años que esta banda tiene en la escena y por sobretodo, del trabajo puesto en los ensayos y el bagaje que dan las actuaciones en vivo. Porque es claro que aunque una banda esté tocando por 20 años o más, si cada uno de los integrantes no se toma en serio su trabajo, los años pasarían en vano, sin salir jamás del grupo del montón. Homicide pone a prueba este mandamiento, ofreciendo un trabajo muy potente, que suena contemporáneo y actualizado.
Sin embargo, y sin desmerecer el trabajo hecho por los integrantes mencionados, quien a mi gusto se roba la película de este disco es Marcelo Power, el cual con una solidez abismante y un dominio de la batería, los tiempos y la ejecución, predomina en el disco alzándose como el hilo conductor dentro de la placa. No, no soy groupie del baterista, ni de ninguno en realidad – no había escuchado la banda hasta la edición de este disco y tampoco los conozco personalmente – pero siendo sincero, el trabajo de Marcelo Power es descomunal.
Y mientras escribo este review para ustedes, sigo escuchando los temas de este disco por enésima vez, e insisto en el punto que es un disco extremadamente potente, cohesionado en composición y ejecución, con ritmos extremadamente pegajosos y bien logrados. Un trabajo que roza la perfección dentro de su estilo.
No da tregua, pero tampoco se desgasta en estar a 1000 km/h todo el tiempo, porque está claro que al menos para mí, la monotonía en todo orden de cosas termina aburriendo. Los temas – todos – tienen la cuota justa de brutalidad, técnica, virtuosismo y rapidez para formar una placa portentosa, honesta y con la principal pretensión de aportar a la escena nacional de gran manera.
Felicito a la banda por el trabajo logrado. El trabajo mancomunado de toda la banda dio vida a un disco excepcional. El disco es tal cual como el título del mismo…. un tormento mecanizado, pero un tormento que vale la pena adquirir. Un trabajo imperdible.