TítuloSvpremacy
Duración47 Minutos, 53 Segundos
Año de Lanzamiento2014
GénerosDeath Metal, Thrash Metal
SelloAustralis Records
Tipo de LanzamientoLP
Página WebRecrucide
Contactorecrucide@gmail.com
- God Didn't
- Hipócrita
- Ritual
- Satanism
- Uncontrolled
- Svpremacy
- Ash
- Vultures on the Prowl
- Candelabrvm II
- Obliteration
- Be One ov Us
- Love
- Pain Becomes (Bonus Track)
- Hernán Muñoz(Guitarra)
- Marko Zepeda(Guitarra)
- Rodrigo Zepeda(Bajo y Voz)
- Cristian Medina(Batería)
Blood Divine era y es un excelente disco. Sin embargo, en aquella ocasión (2011) tenía algunos “peros” que no iban tanto en lo musical, sino por el lado estético. Usé entonces la frase “No tengo nada malo que decir, pero…”; ahora con propiedad puedo aseverar la misma frase… sin “peros”.
De Rebellion a Blood Divine había un gran avance (y varios años de espera); de Blood Divine a Svpremacy hay un gran salto. Si nos ponemos a hacer comparaciones, los muchachos de Recrucide han concebido tres larga duración similares a las preseas olímpicas: Bronce, Plata y Oro, en su respectivo orden. Así es el podio de la terna de LPs de esta banda, pues en cada presentación de algo nuevo, hay una versión mejorada de si mismos.
Y es que para lograr que bronce y plata se transformen en oro, hay que poner mucho corazón y trabajo al horno alquímico. Corazón y trabajo que se ven traducidos en Svpremacy por el siguiente gran factor: Todos los detalles han sido minuciosamente pensados y bien resueltos. Porque existió preocupación por entregar música con las pelotas bien puestas, como nuestro querido Death Metal se merece, pero con la capacidad de generar dinámicas, atmósferas, emociones y pasajes diversos a través de trece cortes que nos llevan, cada uno, a un imaginario distinto de la muerte, donde es probable que más de alguna forma se te haga cercana.
Eso es Svpremacy, un tributo con creces a la soberana muerte. A la “pelá” de cuervo, carroñero, gusano, clero, dios y demonio; o a las mismas situaciones de mierda que, paradojalmente, te trae la vida para que esta misma acabé de golpe. Situaciones muy bien retratadas por la agrupación, también con gran responsabilidad sonora nuevamente tras las perillas en Sadestudio de Juan Pablo Donoso (Pentagram Chile, Sadism, Thornafire), y bajo la pluma de “Chincol”, el ilustrador que dio vida a la estética del álbum, dando aún más sentido al concepto central. Pero ya hablaremos del arte después.
“God Didn’t” toma la guadaña y abre el camino. La bienvenida de Recrucide hace un juego entre la caja y las cuerdas dando martillazos, pero se calma un tanto para soltar el vozarrón de Zepeda y darnos pistas de lo que escucharemos -e imaginaremos- durante los siguientes 48 minutos: Death Metal, pero con mayores matices. Porque los nacionales fueron inteligentes al combinar la violencia y crudeza que los caracteriza con otros estilos del género, pues si tienes trece formas de morir en un disco conceptual, vas a encontrarte con varias formas de escuchar la “muerte”. Y es ahí donde Recrucide se hace amigo del HardCore, del Hard Rock, del Thrash y el Heavy Metal. Porque aparte de coronar al “Metal Muerto” le suman distintos protagonistas que sacan lo mejor de la banda: un espectro compositivo variado que no tildaría de ecléctico, que no abusa de los recursos, sino que los trata como una amalgama inteligente que se abre paso en el desarrollo de cada tema.
Así entonces tendrás velocidad/pausas/locura con tres canciones al hilo, al alero de “Hipócrita“, “Ritual” y “Satanism“; terna que te permite volverte mono, calmarte un poco y bailar a gusto. “Uncontrolled” es un caso especial, una de las mejores canciones del disco, porque no teme a mostrar una brutalidad ralentizada, para conjugarse con un intermedio notable (que también se repite al final del mismo tema), donde las guitarras y batería sacan aplausos con un ritmo bastante pegajoso, hardrockero, hasta sensual. No por nada esta pieza tiene un vídeo-clip que cuenta con la participación de la linda Suicide Girl chilena Pía Miljas, una niña que le roba los suspiros y el alma a cualquiera.
En las siguientes maneras de morir, tampoco hay tregua, pero se abre el espacio para más sensaciones. “Svpremacy“, “Ash” y “Vultures on the Prowl” continúan la línea agresiva/pasiva de la banda, Metal violento y Rock cabeceable con el “punto justo de soda”, como diría el mentor trasandino Peter de Polvorines. “Candelabrvm II” (Segunda parte del tema homónimo del Blood Divine), da una especie de minuto de silencio luego de ocho cortes donde la muerte se dio rienda suelta, pues las guitarras se hacen protagonistas solitarias de manera melancólica.
La violencia vuelve con “Obliteration“, una destrucción absoluta con tintes industriales, integrando elementos que no se habían dado en el transcurso de la “escucha”: sintetizadores, pero sin abusar del recurso. Y me doy un permiso aquí para felicitar el trabajo de cuerdas, porque en este tema se lucen a sobremanera, desde riffs más simples a solos y escalas que armonizan muy bien en este “canto a la muerte” que Recrucide ha creado. No menor también, hay que destacar lo que en batería hasta el momento se ha mostrado, pues sin ser una máquina asesina que no para de entregar blast, marca bien los tiempos y pone “lo que hay que poner” con precisión de neurocirujano.
Ya llegando casi al final nos topamos con “Be One ov Us“, un tema más calmado, pero no menos poderoso, donde hay varios cambios y protagonismos instrumentales que te dicen “Ok, estamos tocando juntos, pero queremos mostrar cada uno algo de lo nuestro”. Y es ahí donde bajo, batería, guitarra y voz toman parte en la escena por si solos y acompañados. Siguiendo con “Love“, nos volvemos a acelerar y se trastoca completamente el sentido del amor… no estamos hablando de romance, sino de aquel que mata lo que es parte de uno mismo.
La obra concluye con “Pain Becomes” (Bonus track de la versión digipak), una carta de suicidio adaptada a sones musicales. Junto con “Candelabrvm II” tiene ese poder melancólico que evoca instancias dolorosas. Aquí la muerte toca de cerca, se mete en tu cabeza, te habla e invita a unirse a ella. Recrucide se anotó un gran poroto musical al integrar a Laura Vargas (Sacramento), como la voz que va leyendo la carta, y los demonios que hablan a través de Claudio Carrasco (Poema Arcanvs) y Andrés Marchant (Kingdom of Hate), hasta terminar de manera abrupta con el sonido de un disparo, dejando el metrónomo de lado y finalizando la obra como lo que es: la coronación de la muerte, la muestra de su supremacía.
Pasando al plano del arte, en tus manos tendrás una pieza como pocas en Chile. Svpremacy viene en un digipak de tamaño DVD de cuatro caras (Como el Draining the Waterheart de Mar de Grises), con un arte cargado a la ilustración digital y un sobrio trabajo tipográfico. La ilustración del carroñero en portada es realmente bonita, con predominancia del negro y trazos amarillos/dorados entre las plumas, más la aparición de tentáculos que resaltan sobre un fondo blanco con patrones grises. En el interior te encontrarás con un precioso librillo que mezcla técnicas de ilustración clásica (como en la portada), similares a los grabados antiguos, más elementos de ilustración digital modernos que puedes encontrar en la estética de los comics. Cada tema del disco posee una ilustración relacionada a sus letras, con cromáticas y códigos de alto contraste, entre negro, amarillo y blanco, reforzados por la presencia de una tonalidad roja sanguínea.
En esta ocasión dejé las referencias internacionales de lado, por la sencilla razón de que creo que Recrucide reforzó y encontró su sonido, a pesar que ya sabemos que todo está inventado, pues supieron proponer algo refrescante y absolutamente cuidado sin perder la esencia. Recrucide suena a ellos mismos hoy en día. No me queda más que elogiar esta obra, contrario a cierta búsqueda personal de la quinta pata al gato para poder criticar, en algunas ocasiones. Por lo mismo, se merecen un 7.0 más 5 jumbitos del Maravillozoo entregados por el mismísimo Javier Miranda.
Sin reparos, reitero, no tengo nada malo que decir. Y quienes tengan que decirlo, pónganse el siguiente desafío: sean capaces de hacer un buen disco; saquen un segundo mejor que el primero; y hagan un tercero que sea mejor el segundo y el primero.
Recrucide pudo.
Compren el disco, es una inversión para el oído.