TítuloLo que el fuego se llevó
Duración37 Minutos
Año de Lanzamiento2014
GéneroPower Metal
SelloDigmetalWorld
Tipo de LanzamientoLP
Página WebFacebook
- Libertad en mi piel
- Los últimos versos
- La puerta interior
- Con cada atardecer
- Despertar
- Mi nueva voz
- Lo que el fuego se llevó
- La fe de los caidos
- Algo en que creer
- Marcelo Oyanadel(Guitarra, bajo y teclados)
- Ricardo Lauria(Voz)
- Nasson(Voz)
- Eric Galdyanz(Voz)
- Bruno Lavín(Voz)
- Pamela Vargas(Voz)
- Ricardo Martinez(Guitarras)
- Christian González(Batería)
Resilience es un proyecto “studio band” formado por Marcelo Oyanadel, quien también es miembro de Velattore. En esta ocasión, nos presenta una suerte de compendio de heavy/power metal, con influencias alemanas y españolas. Básicamente son canciones que se alejan de lo que realiza con su actual banda y donde nos encontraremos con influencias como Warcry y Edguy, referentes obligados para el ingeniero y creador de “Lo que el fuego se llevó“, presentado a través de DigmetalWorld.
Con una planta conformada con lo mejor del género en Valparaíso, más la incursión del santiaguino, Nasson, Resilience abre los fuegos con el single “Libertad en mi piel“, un excelentísimo corte con una desgarradora y melódica voz a cargo de Ricardo Lauria (ex HellAngels) quien deja la vara altísima para lo que será el resto del disco.
Luego es el turno de “Los últimos versos“, un medio tiempo donde canta Nasson (Inferis). Bastante distinto al anterior track, con un estribillo aterrizado y hasta nostálgico, donde pareciera que el hablante lírico es alguien que pronto va a morir. La energía regresa con “La Puerta Interior”, donde destacan los arreglos de teclado, bien en la onda de Stratovarius y una madura voz del brasilero, Erick Galdyanz (ex Cathalepsy)
Con Pamela Vargas (Noctus) encontramos la primera pausa. “Cada atardecer” es un lento melódico que puedo marcar como el primer punto bajo del álbum. Eso debido a que, si bien es un buen tema, da la sensación de que Oyanadel pudo explotar mucho más la propuesta. Me quedo con lo que fue una buena idea.
“Despertar” tiene a Bruno Lavín a cargo de las voces y es una buena forma de regresar al power metal, con teclados con más protagonismo que en las anteriores piezas y con un contundente solo en guitarra de Ricardo Martinez (Neogenesis) Lo que más rescato de este trabajo es la frescura que entrega en cada canción, casi sin generar agotamiento al escucharlo.
Ya en tierra derecha, es el turno de “Mi nueva voz“, similar al anterior “Despertar“, pero con un mejor enganche. Los riffs y la interpretación -nuevamente- de Eric Galdyanz le da un giro más épico, convirtiéndose en una de las mejores ejecuciones del LP.
Pamela Vargas vuelve en “Lo que el fuego se llevó“, un estribillo muy bueno, pero que -lamentablemente- deja la misma sensación que con “Cada atardercer“, la canción pudo aprovecharse más. El consuelo es que su desempeño estuvo muy por sobre la altura de la canción.
Finalizando la revisión llega “La fe de los caídos“, otra gran entrada de Ricardo Lauria, quien destaca, no sólo en las voces, sino también como autor de las letras. “Algo en qué creer” es un buen cierre del disco, de la mano de Pamela Vargas. Evoca -por un instante- “Ecos de vida” del grandioso disco de Avalanch, “Los poetas han muerto“.
En síntesis nos quedamos con un buen concentrado de power metal. Para cualquier seguidor del género, que busque nuevos intérpretes, lo recomiendo plenamente. “Lo que el fuego se llevó” es más que un bien inicio, envidiable para cualquier agrupación que debuta en el circuito nacional. El desafío de Resilience será levantar este gran disco en un formato en vivo. Ojalá que Marcelo siga este humilde consejo, pues tiene una gran oportunidad.