TítuloSolo Caos
Duración54 Minutos
Año de Lanzamiento2014
GéneroMetal Progresivo
SelloIndependiente
Tipo de LanzamientoLP
Página WebSitio web oficial
- Napalm
- Slaves
- Lighter than Furhter
- Artemis
- Pontesei
- Babilon
- Geschwindigkeit
- Fusion Tibia
- Pilares
- Realidades Divergentes
- Alejandro Silva(Guitarra)
- Gonzalo Muga(Batería)
- Rodrigo García(Bajo)
Alejandro Silva regresó y vaya que lo hizo en grande. No sólo con un renovado look, dejando atrás esa milenaria chasca, sino que también con un sonido que, si bien conserva lo mejor de su amplia carrera, da un giro, mostrándonos una faceta más introspectiva, llevándonos hacia un sonido más personal y más íntimo. Escuchar “Sólo Caos” fue oír una suerte de compendio de los últimos años fuera de las pistas del guitar hero chileno, referente obligado, por cierto, de cualquier rockero instrumental.
El disco abre sin ninguna obertura, y es que no es necesario, pues “Napalm ” parte de manera exuberante y aguerrida. Una suerte de patada en la cara que nos sume en la profundidad del caos. Es un muy buen inicio, donde la combustión del sencillo es contundente y proyecta lo que será el resto del trabajo. Es muy notable juego de armonías y una brutal interpretación a cargo de Gonzalo Muga en la batería.
En el segundo corte nos encontramos con “Slaves“, un track de corte más “cañero”, que debiese estar fijo en los conciertos del power cuarteto. Nuevamente Alejandro Silva nos da clase magistral de ejecución en guitarra. Donde destaco el prolijo posicionamiento de los riffs, por sobre los solos en guitarra. Una suerte de novedad que será constante en el disco.
Ya en el primer cuarto de música, entramos de lleno con “Lighter than feather“. Un medio tiempo bien consumado, con graves afinaciones y con un solo en guitarra suave, matizado y entregado a la nostalgia que evocan los acordes. Con muy buenas armonías y un motivo que a ratos me recuerda “To live is to Die” de Metallica. Un buen descanso tras dos canciones poderosas.
“Artemis” es un tema que ya habíamos escuchado durante la previa al lanzamiento de este disco. Accidentalmente con un aire a “Overture 1928” de Dream Theater, al menos en sus primeras notas, Silva entrega un corte de rock progresivo bastante técnico, aunque muy bien aterrizado, sin caer en extremos virtuosos que a esta altura sólo constituyen ruido. Tal como lo adelantó en una entrevista a este mismo medio, el músico entrega un trabajo con menos velocidad, mas no con menos pasión. Conceptualmente es un disco muy bien armado. “Mi nuevo disco será una prueba para los oyentes”, afirmó en su momento.
Si la investigación no falla, posteriormente nos encontramos con una verdadera oda al Lago di Pontesei. Para el contexto, les cuento que está ubicado en la Provincia de Belluno, Italia. Desconozco la motivación de Alejandro Silva para la creación de este track, pero en la eventualidad que esté inspirado en el verdor de sus aguas, realmente quedó muy bien logrado y nuevamente se convierte en un necesario respiro al concepto caótico que llevamos escuchando.
Llama la atención los detalles del disco de la mezcla final, los paneos de las guitarras, las incontables armonías que se encuentran entre uno y otro solo y -por supuesto- el espectacular sonido que emanan las distorsiones gracias a sus equipos de la serie Piece of Shit.
Ya en tierra derecha nos encontramos con “Babilon“, con una introducción de corte psicodélico, tal vez memorando lo que sucedió en sus murallas -según cuenta la historia- mientras se intentaba alcanzar el cielo. Así es como Silva trepa por sus torres en un recatado sonido, con la gran compañía del bajo a cargo de Rodrigo García. Realmente es uno de los mejores temas del disco. Una atmósfera muy bien lograda.
“Geschwindigkeit” es un concepto alemán que en español vendría a significar “velocidad“. El intérprete de “80” se encarga de rendir tributo a esto, tanto con la entrada de García en el bajo, como con los riffs y el posterior solo que acompañará la linea melódica del tema en cuestión, que nos recuerda lo mejor del heavy power metal ochentero.
Ya en la penúltima entrega nos vamos a “Fusion Tibia“, el corte más versátil de esta placa y por cierto uno de los tracks con más groove del disco. La atmósfera del Caos desaparece para dar lugar a la perfecta armonía de la fusión y el buen rock instrumental. Un perfecto algoritmo del power trío que registró el disco, que por cierto también debe ir sí o sí en los directos.
Casi al final llegamos a “Pilares“, otro temón que ya había sido adelantado por este medio. Me quedo con la sensación que esta canción funciona como una suerte de columna vertebral de este trabajo, en cierto modo toma una fracción de cada elemento escuchado en el disco. Sin lugar a dudas la espera ha valido la pena.
“Realidades Divergentes” entrega la última gota de power necesaria para cerrar este trabajo. Muy buenas baterías a cargo de Muga y por cierto un complejo ejercicio entre tanta guitarra que suena, algo caótico al primer oído, pero finalmente con una perfecta armonía.
Bien por el regreso de Alejandro Silva Power Cuarteto. Al momento de redactar esta crónica veo que le ha ido muy buen de vuelta a los escenarios. Ojalá el sucesor de esta magnífica placa no deba esperar otros 7 años más.