Timecode – Post Traumatic Stress Disorder

Cuando hablamos de Death Metal en Chile, por lo general, uno asocia bandas con un sonido demarcado que de una u otra forma hacen rebotar la idea de “más de lo mismo”, es decir, con influencias claramente definidas como Cannibal Corpse, Morbid Angel, etc. En tal sentido es difícil que una agrupación Death/Thrash Metal chilena escape a los típicos clichés del estilo. Pues bien, con Timecode, banda cuyos orígenes remontan a 1994, se rompe en gran parte esa regla. Si bien el conjunto ha transformado sustancialmente su sonido y conceptualización, sea por varios cambios en sus integrantes (o por la evolución propia que cada grupo experimenta), algo que ha quedado en el tiempo es la firme idea de un proyecto sólido y un trabajo ejemplar que ha derivado en una madurez para mirar hacia el horizonte con altas perspectivas.

Haciendo un poco de historia, la banda nace con el nombre de Hideous Prophylaxis para luego derivar en Cagadera. Con influencias mayormente definidas por el Death melódico europeo, este grupo da sus primeros pasos en los escenarios del circuito metalero criollo, llamando poderosamente la atención por su limpio sonido en vivo, una aceptable y atractiva puesta en escena y una solidez que con el tiempo se acrecentará. Luego de constantes cambios en su formación, el conjunto lanza en 2003, Endless Feelings, con seis cortes que reflejan el trabajo y madurez alcanzado, en el cual Timecode se posiciona como una banda que va más allá del montón. Su buen sonido, buena ejecución en vivo y propuesta, comienzan a derivar en excelentes críticas de los medios locales, además de un puñado de seguidores que con el tiempo iría en ascenso, forjando la consolidación del grupo.

Así llegamos al 2007, año en el cual el quinteto comienza a trabajar full en lo que sería su esperado álbum debut, el cual tras constantes quiebres en sus filas y más de algún obstáculo en el camino se retrasa, pero tal como han demostrado a lo largo de su trayectoria, la banda sigue adelante, lo que conlleva al resultado final en el recién pasado 2009, cuando por fin sale a luz, Post Traumatic Stress Disorder, un nombre que podría reflejar sin lugar a dudas la historia y consecuencias en la vida de esta agrupación.

El disco refleja el peso y brutalidad en que ha derivado su sonido, y la evolución (atípica en muchos casos) en cuanto a sus orígenes. Pues lo común visto tras la historia de muchas agrupaciones es que con el tiempo se suavicen, es decir, deriven hacia elementos más melódicos antes que optar por la brutalidad y el peso. Con Timecode pasó a la inversa, este disco en comparación de los trabajos anteriores es un murallón de Death Metal al hueso, muy bien ejecutado, y que de seguro caerá muy bien entre los seguidores del “metal de la muerte”, que aún no pierden la fe en el metal chileno en general.

‘Utero (Umbral del Trance)’ es el intro que da comienzo a este trabajo. Provocadora, delirante y oscura tensión que precede a ‘Fallecer’, segundo track de esta demoledora placa, porque este Timecode versión 2009 viene con un peso de brutalidad e intensidad, los cuales si prevalecen por su limpia ejecución en cada una de sus líneas ‘Confronting My Fears’ es el tercer corte y los riffs devastadores siguen imparables. Hay que destacar los constantes cambios en la alineación de la banda, talvez como dato no menor en su transformación y evolución de su sonido y las composiciones temáticas de la banda a lo largo de su historial. En ‘The Chaotic Existence’ podemos apreciar cortes que recuerdan al Death Metal noventero en todo su esplendor.

Con respecto a las voces, fueron registradas por el ex-vocalista Abraham Lazo, y poco tiempo después que terminó con la grabación se retiró de la banda por problemas personales y debido a eso el disco se lanza como cuarteto, estando el line up del álbum actual conformado por Celso Garces y Ricardo Espinoza en guitarras, Victor Trujillo en bajo y Danilo Estrella en batería. En la actualidad trabajan con Sebastián Silva (también de Desire of Pain) en voces, quien se integró a la banda para promocionar en vivo el disco, con proyección a seguir en Timecode en sus futuros pasos discográficos.

En ‘Rave’ una intro da la pausa hacia uno de los temas más cañoneros, la fuerza del Death Metal en su macabro esplendor. Riffs amurallados y la velocidad necesaria en una batería llena de movilidad y quiebres constantes, que otorgan ese toque que hace al álbum no-monótono, que en particular es lo que agradezco de un Death Metal bien ejecutado y poderoso: que no caiga en el “más de lo mismo” del estilo.

‘Atrapado’ viene a dar una pausa en la velocidad. Una base a medio tiempo da las coordenadas necesarias para ir creciendo en intensidad; el sonido concuerda con la magistral ejecución de cada línea. En seguida entra en escena ‘Displaced’ siguiendo la tónica del álbum, intenso y demoledor, limpio y de gran corte. Si tuviésemos que asemejar a Timecode con alguna banda europea sin duda creo que Hypocrisy (tanto en sus antiguos discos como ‘Osculum Obscenum’ y en sus posteriores trabajos como ‘The Arrival’ o ‘Virus’) es una referencia casi obligada, sobre todo en temas como ‘Yearning’ donde unos sutiles toques de teclado grabados por Claudio Aguayo (Betrayed, Ron5, Witchblade) le otorgan la atmósfera necesaria a un tema envolvente y carismático. Uno de los puntos más altos de la placa.

En este punto cabe destacar la participación de algunos colaboradores reconocidos en el medio local. Uno es Claudio Salinas (Trimegisto) que cantó partes en el tema ‘Faded Purity’. Salinas además es quien estuvo tras las perillas en la grabación del disco. También participó Patricio Plaza (Anima Inmortalis), que vocalizó partes del tema ‘Traumatic Breeding’.

En conclusión, creo que estamos ante un logrado trabajo de Death Metal. Maduro, con un arte gráfico dónde la temática del disco está muy bien reflejada. Muchas veces se piensa que no hay nada nuevo bajo el sol en cuanto a Death Metal, pues aquí está la prueba palpable de cuando se juntan buenas ideas, mucho trabajo y perseverancia puede haber innovación y movilidad en un estilo donde la palabra innovación no es muy bien receptada. En éste caso el resultado habla por si solo, excelente ejemplo para las bandas que cultivan el “metal de la muerte” por estos confines del mundo y una excelente muestra de la calidad reflejada en años de trabajo metódico, serio y honesto. Bien por el Death Metal chileno, bien por Timecode, un paso adelante, sin duda.