¿Cómo podríamos resumir el show de Deströyer 666? Un contertulio finalizado el evento me dijo “una jornada digna del aplauso de satanás”, notable frase. Pero lo visto el pasado miércoles en el Club Rock y Guitarras, sin lugar a dudas se perfila para darle ese apelativo, y es que el espectáculo brindado por los australianos y anti-cristianos de Deströyer 666 resulta tan magnánimo y tan de culto, que no importa que sólo hubiesen unos 200 espectadores, o que el recinto fuera una caldera humana nuevamente. No, lo que realmente importa es la calidad del show visto, un concierto podrido en cada riff que entregaban, una noche para recordar como una de las más caóticas nunca antes vistas en el recinto de Duble Almeyda.
Siempre hubo una nebulosa de información con respecto a la hora de inicio del show, el flyer decía a las 21 Hrs. la entrada a las 20 Hrs. y diversas informaciones en foros indicaban que a las ocho de la tarde sería el comienzo del evento. Por lo mismo estuvimos plantados desde las 19.30 Hrs. aproximadamente donde pudimos ver como llegaba la banda, los fans y como de a poco se iba armando el cuento, para al final entrar al recinto recién a las nueve de la noche, y ver el show empezar a eso de las diez. Horrible retraso.
Como si se trátase de cualquier banda local, subieron al escenario los músicos de Deströyer sin mayor parafernalia, estando KK Warslut evidentemente ebrio con una botella de Whisky en una mano y con la guitarra en la otra, al más puro estilo de Lemmy Killmister cuando se plantó en el escenario el pasado 2007 de la misma forma. Sin mayores amagues la banda parte brutalmente con Rise of the Predator, y las energías en el local explotan en conjunto y queda la escoba. Los primeros mosh, gritos, latas de cerveza volando y el público prendido a mil, pero no sería por mucho.
Una considerable falla con uno de los cabezales retrasaría el cuento su resto, se veía pasearse a los encargados de los equipos, mientras la banda se retiraba y se hacían sentir las pifeas y los gritos de desaprobación. El recinto estaba lleno y prendido, y si el show hubiese tenido que ser cancelado estábamos claros que el Rock y Guitarras se habría venido abajo (¡y de la peor forma posible!). Lo bueno es que la solución llegó, 20 minutos tarde, pero llegó, cuando los encargados trajeron un cabezal que al parecer pudieron conseguir de último minuto, ¡se había salvado el show! y así las ganas de continuar ver a los Australianos destruyendo nuestros oídos.
Gracias más, gracias menos por la paciencia de los fans vociferaba Warslut, y sagazmente nos sorprenderían con una joyita de Terror Abraxas, A Breed Apart. Como si la espera no hubiera sido larga, el vocalista nos hacía esperar aún más con innecesarias introducciones en las que en muchos casos no decía nada, evidenciando aún más su ebrio estado, fue de esta forma que anunció Raped y luego The Last Revelation, no recuerdo en practicamente ningún momento de la noche que juntaran dos temas de una, todos los presentó a su gusto y antojo.
Como elevándose del infierno llegaba la temible Satan’s Hammer, una sorpresa para todos los fans chilenos que se batían en la notable masa de tortura que se había vuelto el mosh, más aún con el piso resbaloso producto del sudor y la cerveza que más de una sacada de chucha provocó. Sin compasión la banda anunciaba y lanzaba, I Am The Wargod, que con aquella notable intro de aproximados tres minutos fue ideal para mover la chasca sin parar y alzar los brazos cada vez que el vocalista y la banda lo indicaban. El público obedecía a todo, y la banda no cabía en sí.
I Am not Deceived, fue lo único de Defiance que vimos en la noche, y realmente se agradece en especial para los que queríamos ver material antiguo y de culto. Como si adivinasen nuestro pensamiento llegó una de las más vitoreadas por los fans, Sons Of Perdition seguido de una de las más extensas obras de oscuridad del conjunto, Genesis to Genocide que se extendió por más de diez minutos para disfrute de todos los true fans allí presentes. El sonido era bueno, sólo al inicio se sintieron leves pifeas, pero la jornada destacó por el potente y muy buen desempeño de la banda a nivel de audio, se mantenía la esencia oscura y maligna de los discos y por lo mismo la respuesta de los presentes se hacía sentir positiva.
Black City – Black Fire, sólo confirmaba lo que previamente señalaba, y llamaba al desorden colectivo constante que se hizo notar durante todo el espectáculo, el mismo que tenía impresionado a Ian Shrapner quien constantemente alzaba los brazos y señalaba a los presentes, quienes como si nada se subían al escenario y se mandaban sendos stage divings, mientras otros se dedicaban a lanzar latas de cervezas o a esparcir su contenido por todo el local. Con Australian & Anti-Christ el recinto se vendría abajo, más todavía cuando el conjunto sorprendía con un cambio en el coro, y nos homenajeaban con un cántico de “¡Chilean & Antichrist!” que los fanáticos rápidamente siguieron y vitorearon a más no poder, que gran detalle de una banda que demostraba disfrutar con el público local y nos brindaban el corte que los despediría del escenario, The Eternal Glory Of War.
Todo parecía indicar el fin del evento, pero los Australianos nos tenían preparadas sorpresas, puesto que su regreso al escenario significaría el tocar dos canciones más, dos himnos que se sentían ausentes aquella noche y que interpretaron de forma integra y brutal, la thrasher Satanic Speed Metal, y un himno de su disco Phoenix Rising, Lone Wolf Winter, un cierre grandioso que ponía fin a una noche de chacalidad, satanismo y cerveza al por mayor. Increíble visita, sólo queda esperar que se repita.
Setlist Deströyer 666:
1. Rise Of The Predator
2. A Breed Apart
3. Raped
4. The Last Revelation
5. Satan’s Hammer
6. I Am The Wargod
7. I Am Not Deceived
8. Sons Of Perdition
9. Genesis To Genocide
10. Black City – Black Fire
11. Australian & Antichrist
12. The Eternal Glory Of War
13. Satanic Speed Metal
14. Lone Wolf Winter
Review: Nicolás Pérez.
Fotos: Roberto Yévenes.
Galería de Fotos