Era la única oportunidad que tendríamos para ver a Avantasia en vivo. Claro, ya que Tobias Sammet, semanas anteriores, decía en una entrevista lo siguiente: “Nunca hemos tocado en vivo antes y esto nunca pasará de nuevo, será grandioso y majestuoso. Todas las bandas tocan por años y seguramente las volverán a ver pero si se pierden Avantasia, lo van a lamentar incluso por más de diez años, porque no volveremos a juntarnos.”. Esas palabras hacían un deber estar presente en el Teatro Caupolicán la noche del viernes 20 de junio.
Distorsionada era la información con respecto a la hora de inicio del recial. El ticket decía 19:00 Hrs.; habían afiches indicando que a las 8 de la noche sería el comienzo. Luego, la producción nos confirmaría la hora definitiva: 20:00 horas. Sin embargo, 15 minutos más tarde, las luces se apagaron y el escenario se comenzó a llenar de “figuras” del heavy metal: Robert Hunecke-Rizzo (Bajo), Oliver Hartman (voz y, sí, guitarra), Michael “Miro” Rodenberg (Teclados), Sascha Paeth (Guitarra) y Felix Bohnke (Batería). Además de Amanda Somerville y Claudy Yang. Tras ellos, y después de que los primeros acordes de ‘Twisted Mind’, tema que abre el último trabajo de Avantasia, aparece el genio creador de todo lo que estábamos esperando. Tobias Sammet, demostrando un nivel de excelencia vocal altísima, y con el público de su lado, fue la chispa que hizo que toda la energía se desbordara por el recinto de calle San Diego.
‘The Scarecrow’ fue la segunda canción de la jornada, la que contaría con la participación de Jorn Lande que apareció cautelosamente en la tarima ubicada tras la batería. Y qué decir del ex-Masterplan… ¡INCREÍBLE! El estilo que entrega en su cantar, ese carraspeo que puede llegar a notas agudísimas, esa forma de cambiar la línea melódica a cada interpretación hace que sea uno de los mejores vocalistas del circuito y no cabe duda de eso. Es un vozarrón que deja la “piel de gallina”. Cómico fue el instante instrumental de este tema, luego del segundo coro, cuando durante 3 minutos Tobias y Jorn estuvieron inmóviles en el centro de las tablas. Aparte que Lande gusta de las fotografías, llegando al punto de posar para cada gráfico que pudo. ‘Another Angel Down’ también fue interpretada por ambos personajes.
Luces abajo y comienza el Preludio de la primera ópera, aquellas piezas que eran esperadas por todos. ‘Reach Out For The Light’ con un Andre Matos más prendido que los mismos asistentes al espectáculo. Llegó saltando y corriendo por donde pudo. Al final del tema, con la bandera chilena que complementaba la puesta en escena, y que con anterioridad se le enredó a Sammet en el mástil, la paseó por todo el plató. Por suerte el show continuó con ‘Inside’, así Matos bajó las revoluciones y de pasada dijo que Chile es un país que quiere mucho. Hasta nos felicitó por el triunfo en las clasificatorias al Mundial del 2010. Él demostró, sobretodo con esta composición, su buen nivel vocal, manteniendo notas agudas por varios segundos… incluso, en un momento, Tobias tuvo que pararlo (con un empujón). También salió el productor de ‘The Scarecrow’, Sacha Paeth, a pasarles una bandera que contenía el primer logo de Avantasia junto al espantapájaros, que aparece en la última placa.
Bromas para el baterista que fue a descansar en ‘Inside’, y seguido de que Andre se sentara en su lugar y regalara algunas baquetas, el líder de Edguy nos contaba que tocarían una canción muy rápida, preguntando si el público conocía el álbum ‘The Metal Opera Part. II’. De aquella producción sonó ‘No Return’, única melodía completa que apreciaríamos de la segunda de las óperas, todavía con Matos en el escenario, que hizo las voces de Michael Kiske (voz original de esa composición) pero imprimiéndole su sello.
Con la ausencia de Bob Catley, principal intérprete de ‘The Story Ain’t Over’ (parte del primer EP de ‘The Scarecrow’), el mismo Sammet intentó de imitar su timbre de voz, y vaya que le resultó muy bien. Qué maravilloso hubiera sido que Michael Kiske fuera parte de esta gira, pero bueno… Vuelve Andre Matos para realizar los fraseos del ex-Helloween pero nunca a su nivel, aunque no lo hizo mal; además, en la canción ‘Shelter From The Rain’, Oliver Hartmann (que estuvo en la guitarra desde el principio) hizo su aparición en las voces y fue otro que nos dejó “con la boca abierta”.
Tirando algunos palos para un reconocido sitio internacional, ‘Lost In Space’ dio otra especie de pausa para la agitada jornada. Acá fue donde Amanda Somerville realizó su primera participación notoria, ya que hasta ese momento sólo estaba en los coros. “¡Tobi, Tobi, Tobi…!” gritaba el respetable. Esta vez sería más notoria la intervención de Hartmann, ya que en el corte ‘I Don’t Believe In Your Love’ es, junto a Tobias la principal voz, y de nuevo dejaba en claro que estaba haciendo las cosas bien, ya sea cantando de excelente forma y ejecutando solos de guitarra. 4 canciones seguidas del ‘The Scarecrow’, disco lanzado el 25 de enero de este año, habíamos acabado de escuchar.
Quizás no cause tanta emoción en los asistentes escuchar el tema ‘Avantasia’ ya que Edguy lo toca en sus giras (así lo hicieron en su visita el 2006)… pero bien equivocado estaba al pensar eso, ya que el Caupolicán reventó una vez más. Sin pausas siguió ‘Serpents In Paradise’, también de la primera parte de los ‘The Metal Opera’, con la compañía de Jorn, y no hay nada que decir ante un grande. Antes del encore vino la canción ‘Promised Land’, quizás una de las menos conocidas por la gente, ya que pertenece a uno de los EP’s lanzados con anterioridad al larga duración, y que, precisamente, no aparecen en él. 15 minutos para las 10 de la noche y la gente que no se cansaba de pedir de vuelta al selecto grupo de músicos para que continuaran entregándonos más piezas… ¡si faltaban muchos temas de las óperas!
Poco tardaron en retornar al escenario -no más de 2 minutos- para proseguir con ‘The Toy Master’ con Tobias Sammet en lo alto de la tarima, con un sombrero de copa para ayudar a la performance que en el disco es interpretada por Alice Cooper. En los últimos minutos de una perfecta noche hizo aparición Amanda Somerville (quien extrañamente desapareció de nuestra visión en la canción ‘Avantasia’) para interpretar la bella balada ‘Farewell’, entregando un momento de tranquilidad y nostalgia en un Teatro que lo había entregado todo.
Era el momento de terminar, así lo decía Sammet en el escenario indicando que tenían sólo un tema más para la noche. La música de ‘Sign Of The Cross’ sonaba poco a poco y, para la sorpresa de la banda, el público chileno empezó a entonar las primeras 2 estrofas… allí Tobias lanzaba más “flores” hacia los asistentes, diciendo que son maravillosos. Luego de ese momento vino la presentación de cada uno de los personajes que formaban parte de la gira. ¿Habrán estado unos 15 minutos en ello, mínimo? Pero bueno, hay que reconocer a los artistas aún cuando haya sido demasiado tiempo perdido. La mitad del tema ‘Sign Of The Cross’ junto al coro de ‘The Seven Angels’ ponían punto final a algo que no podremos volver ver jamás en Chile, ni en ninguna otra parte (a no ser que vayas al Wacken o a algún otro lugar donde se presentarán al corto plazo).
Para la anécdota quedan momentos como cuando a Tobias se le cayó el micrófono luego de habérsele enredado la bandera chilena. Y lo que mucha gente debe recordar es el hiperventilado de Andre Matos que hasta se cayó arriba en la tarima luego de cabecear el último tema. Pasado de copas (o botellas) andaba el brasileño que para muestra de ello bajó la escalera, desde lo alto hasta el escenario, afirmándose, casi sentado. O cuando cantó con el micrófono de Hartmann desconectado (no era inalámbrico y él le sacó el cable). Un chiste. Y con respecto a Amanda Sommerville, luego del concierto supimos, por parte de producción, que tuvo problemas estomacales y que por eso se alejó de las tablas durante algunas canciones.
Que lástima que este recital fuera presenciado por tan poca gente. Poco más de 2.000 personas fue la muestra de lo alto de las entradas actualmente en Chile, o lo de la escasa promoción en las calles (nunca vi un afiche pegado en algún muro del gran Santiago).
Gente, este fue un espectáculo de nivel mundial y de lo mejor que va del año, así que si se lo perdieron… Laméntenlo eternamente.
Review: Roberto Yévenes
Fotos: Sandra González, Roberto Yévenes
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