Review: Dimmu Borgir en Chile

Ocho años pasaron desde la última visita de Dimmu Borgir, y con un recuerdo poco agradable ya era hora de una merecida y esperada revancha. Y es que, para esta ocasión, el repaso por el Enthrone Darkness Triumphant, disco que los llevó a la fama, era excusa más que suficiente para darles una nueva oportunidad. Todo esto acompañado de la calidad profesional de sus últimos trabajos.

Esta vez la previa sería junto a los colosales Animus Mortis, quienes se mandaron un show de lujo, demostrando lo potente de la escena black metalera chilena. Punto aparte para Krow, ya que deslumbraron con una performance de buen nivel. La horda de fanáticos esperó con buena aceptación el show de los nórdicos. Había expectación en el ambiente.

Tras 30 minutos de retraso donde el público pedía el retorno de los noruegos a la capital, sonaron al fin los teclados de Gerlioz que daban inicio a Mourning Palace. El Teatro Teletón se caía a pedazos y Shagrath lo terminó de derrumbar con un genial repaso por el Enthrone Darkness Triumphant.

Un breve saludo al público chileno para recordar los largos años de espera dieron paso al sonido de Death´s Embrace. Así sucesivamente fueron sonando verdaderos himnos como Relinquishment Of Spirit And Flesh y Tormentor Of Christian Souls. Un momento destacable fue cuando sonó A Succubus In Rapture, dedicada a todas las mujeres presentes. El público chileno no miente al autoproclamarse como uno de los mejores del mundo y aquella noche hizo gala de aquello.

Lamentablemente el set list debió ser modificado por un mal estado de salud de Shagrath, quien incluso se habría presentado en el escenario con una fiebre no menor. Sin lugar a dudas aquel acto estuvo bañado de un profesionalismo pocas veces visto dado que su show, salvo por algunas voces dobladas, fue impecable.

Tras interpretar el rescatado For All Tid y Raabjorn Speiler Draugheimens Skodde, se dio por finalizada la primera parte del show, el cual fue seguido por una pausa y retiro de los músicos para dar paso a The Demiurge Molecule y Born Treacherous en sus versiones orquestadas.

La primera fue aplaudida, pero la segunda fue algo pifeada debido a lo eterno que se volvió la espera del regreso de los músicos. Lo que comenzó como una mala jugada, ya que redujo el set list en comparación al show dado en Antofagasta, se justificó por el estado de salud de Shagrath.

Un agradable solo en batería de Daray, con el posterior re ingreso de la banda con la vestimenta de Abrahadabra, dio inicio a la segunda parte del concierto: la sección de los clásicos. Los éxitos de Dimmu Borgir brillaron con luces propias y dejaron callado a cualquier puritano que haya criticado a la banda por “venderse al mercado” o ser lisa y llanamente “posera”.

Vredesbyrd y Gateways sonaron impecables y fueron coreadas por el público quienes agradecieron una implecable presentación de Dimmu Borgir, canción homónima y que en directo tiene una gran potencia. La banda se apreció bastante cómoda tocando en el escenario, a pesar de los malestares de Shagrath, de este modo silenciando también a aquellos que cuestionaron su puesta en escena debido a los altibajos de años anteriores.

Como punto bajo se encuentra la falta que hace un segundo vocalista en la banda. Tendré detractores o no con lo que voy a afirmar, pero no puedo dejar escapar el hecho que Vortex hizo mucha falta en el escenario. Progenies Of The Great Apocalypse y The Serpentine Offering no fueron lo mismo sin él.

Tras casi dos horas de show se despidió de Chile un Dimmu Borgir triunfante. Una banda que ha abierto las puertas del metal negro a todo el mundo y ha logrado evolucionar en su sonido, llegando a límites que nadie habría imaginado. Prometieron volver y rompieron toda expectativa. Los esperamos para una nueva visita, siempre fieles.

Fotos: Gentileza de Jorge Cadenas