La tercera visita a nuestro país de la banda de Metal Progresivo más conocida a nivel mundial venía cargada con una serie de adobos. Primero, porque fue el primer concierto masivo luego del devastador terremoto que afecto a la zona centro sur de nuestro país y porque, producto del shock emocional que esta catástrofe generó en muchos, era la opción perfecta para olvidar por algunos minutos todo lo sucedido. Pero por otra parte, estaba la duda de cuan capaces serian los norteamericanos de brindar un show a la altura de las circunstancias, puesto que luego de la presentación que realizarán en el mismo lugar -el Movistar Arena- hace prácticamente 2 años dejaron la vara bastante alta. Finalmente, estaba el interés de ver en vivo los temas que la banda ha estado interpretando en ésta gira, correspondientes a su último lanzamiento, Black Clouds and Silver Linings, quizás el mejor disco que la banda ha lanzado desde el laureado Metropolis Pt. 2: Scenes from a Memory.
La cita estaba pactada para las 19.15 horas, y ya desde las 18 horas los más de nueve mil fanáticos que dieron cita para presenciar el espectáculo de los norteamericanos comenzaron a ingresar al recinto capitalino. El reloj marcaba las 19.15 de forma puntual, cuando se apagaron las luces y con la reconocida ‘Marcha Imperial’ de la Guerra de las Galaxias, los invitados Bigelf hacían ingreso al escenario para dar comienzo a su show.
Bigelf
Para ser franco, no tenía mayor conocimiento respecto de esta banda californiana y solo alcancé a escuchar un par de temas a través de su MySpace. Si bien me pareció bastante interesante la propuesta más bien psicodélica y pichanguera de la banda, hay que dejar en claro que el directo es un mazazo en la cabeza. Con un sonido prácticamente impecable, y liderados por su carismático y fachendoso frontman Damon Fox, los norteamericanos fueron entregando cortes pertenecientes a su placa del año antepasado, Cheat the Gallows, como la “pinkfloydesca” ‘Money, It’s Pure Evil’, más otros cortes pertenecientes a sus anteriores lanzamientos como ‘Pain Killers’. Cabe destacar la notable puesta en escena que tiene la banda, ya que a su muy setentera propuesta musical, añaden “pintas” a la usanza de esa época además de instrumentos que me quisiera para mi colección personal, como guitarras Gibson SG, bajos Rickenbacker y órganos Hammond.
Cuando la banda se acercaba al final de la presentación, y con buena parte del público en la palma de la mano, los californianos invitaron al escenario al más aplaudido de la noche, el carismático Mike Portnoy, que interpretó uno de los temas de la banda reemplazando en la batería a Froth, todo ante la histeria generalizada por la temprana presencia de Portnoy en el escenario. Luego de una presentación de cerca de 45 minutos, los norteamericanos daban paso al plato fuerte, no sin antes despedirse de un público que los aplaudió hasta que se cansó, pues vaya que lo tenían merecido.
Dream Theater
La productora había anunciado que a las 20.30 comenzaría la tercera presentación de la banda de Long Island en nuestro país, y con un imperceptible retraso de un par de minutos se dio el vamos a show con la intro que la banda ha estado utilizando en toda esta gira. El gran telón que cubría el mezquino escenario que la banda puso sobre las tablas caía y la histeria parecía insostenible. Tal como se podía prever, todo comenzaba con la apoteósica ‘A Nightmare to Remember’ que no es sino un muestrario de las diferentes texturas y ambientes que la banda sabe imprimir en sus composiciones. Desde tranquilos y románticos mid-tempo hasta blast beat’s (que lamentablemente no pude escuchar) se hicieron sonar, aun cuando para el sector de la cancha el sonido era totalmente funesto. Lamentable, pues como ya mencione anteriormente uno de las razones para levantar la expectativa para este show era justamente escuchar con todo su potencial los cortes de Black Clouds and Silver Linings, disco que fácilmente califica como lo más selecto del año recién pasado.
Sin pausas, llegaba ‘A Rite of Passage’ mientras en la pantalla que la banda dispuso al fondo del escenario se proyectaban imágenes que hacían clara referencia a esa temática que últimamente ha estado tomando tanto vuelo. El ojo de la providencia y runas wicca en clara referencia a los Illuminatis y los Masones, además de la frase inicial “Since the New World Order” haciendo obvia referencia a las teorías que hablan de grandes conspiraciones de dominación global. Mientras, el sonido mejoraba levemente y la gente coreaba las líneas de dicho tema como si fuera sacado del bolso de los clásicos de Dream Theater, aun cuando data tan solo del año pasado.
En seguida, se apagaban las luces mientras la corpulenta figura de John Petrucci (que debería confesar de una buena vez su adicción a los esteroides) se perfilaba delante del escenario, y para el deleite de los guitarreros se despacharía un elegante solo con sonido puramente acústico y sin mayor acrobacia, que desemboco en una preciosa versión de ‘Hollow Years’, interpretaba de acuerdo a como fue grabada en demo, mas no como se lanzo de forma oficial en el aclamado Falling into Infinity. Un momento realmente mágico y que de seguro forma parte de la postal de quienes asistieron al show de los newyorquinos. El sonido por fin alcanzaba el nivel que uno esperaría en un espectáculo de esta talla, por lo que ya no quedaba más que disfrutar del energético show que estábamos presenciando.
Las luces nuevamente se iban a negro mientras el pelado Jordan Rudess comenzaba un solo de teclado acompañado de su clon virtual, en lo que resulto uno de los momentos más bizarros y divertidos del concierto, puesto que provisto –seguramente– de algún chiche en su MacBook y el iPhone que utilizo en diferentes ocasiones, Rudess incluyo en la proyección a un personaje virtual que acompaño, y en algunos momento doblo, lo que el pelado interpretaba tras su tecnológico set. Vendría entonces ‘Prophets of War’, en lo que sería el único guiño al no muy destacable Systematic Chaos, y aun así el respetable cantaba y se entregaba a la banda con todo. Luego de la primera y breve intervención de James LaBrie para el cordial saludo a los asistentes, llegaría la hermosa ‘Wither’, donde buena parte del público se uniría al bello coro que cuenta las vicisitudes del escritor cuando no cuenta con la inspiración necesaria para trazar sus líneas.
El momento más notable de la función comenzaba con ‘The Dance of Eternity’, donde fuimos testigos de una exhibición de destreza instrumental y musical, en un corte que junto a muchas acrobacias instrumentales incluye un sinnúmero de contratiempos y quiebres para el deleite de los seguidores de la música progresiva. Ahí todos los aplausos se los llevo el estacionario John Myung, quien sin mayor problema interpretó de forma perfecta el complejo solo de bajo que está grabado en Metropolis Pt. 2: Scenes from a Memory. Algunos ya pedían un poco de aire tras la notable interpretación presenciada, y siguiendo el orden con que fueron grabadas las pistas que estaban siendo interpretadas, vendría ‘One Last Time’, en otro de esos momentos en que las emociones florecieron y desembocaron en un coro que unió con estridencia a todos los asistentes. Celulares y encendedores adornaron un mágico momento, todo tras una notable interpretación que incluyo lujo de detalles y los impresionantes coros compuestos para esta hermosa canción, muy en la vena de lo que Queen hiciera hace ya tantos años.
El clímax del evento llego con la inesperada interpretación de ‘The Spirit Carries On’, que el mismo LaBrie se encargaría de dedicar a todos nuestros compatriotas fallecidos tras el fatal terremoto del pasado 27 de Febrero. En aquel momento, y con las emociones del terremoto frescas y a flor de piel, a mas de alguno se le quebró la voz y derramo un lagrimón quizás recordando lo que fue aquella fatídica madrugada, además de todo lo que hemos estado viviendo posterior a aquella tragedia que hasta el día de hoy nos sigue mostrando sus consecuencias.
Luego de tal descarga emocional, no quedaba otra que “ponerle un poco de caña al asunto”, que vendría de la mano de la portentosa ‘In the Name of God’, que incluyo un circo de virtuosismo de parte de Rudess y Petrucci, con el consecuente delirio de parte de los asistentes. Para sorpresa de todos, luego de esto los integrantes de la banda dejarían el escenario en lo que sería el –y a posteriori único- Encore de la noche.
Sin mayor trámite, la banda retornaría a interpretar la que –a mi gusto– es la mejor y más completa canción que han escrito en muchísimo tiempo. Con ‘The Count of Tuscany’ los norteamericanos han sido capaces de religar, en una obra a la que el adjetivo “épica” le queda corta, un resumen musical de lo que ha sido su exitosa carrera, incluyendo diversas secciones que incluyen mucho virtuosismo tanto técnico como musical, ya que sin caer en excesos logran un track que destaca de forma innegable por su compleja y a la vez grandiosa composición. Con indudables guiños a temas como ‘Learning to Live’, ‘Scarred’ o ‘Trail of Tears’, la interpretación de dicho tema resultó en un éxito rotundo entre los asistentes, que seguramente también consideran dicho corte como lo más selecto de entre las más recientes composiciones de la banda.
Luego de tamaña demostración de virtuosismo, las palmas de todos los asistentes se hicieron sentir hasta con rabia. La banda dejaba claro que el concierto no daba para más aún cuando el griterío generalizado de la gente parecía decir lo contrario. La incredulidad aumentaba, pues todos esperábamos un setlist más extenso y con mayor presencia de “sandias caladas”, que esta demás mencionar.
En resumen, lo vivido el pasado Viernes 12 de Marzo resulta un notable recuerdo para los fanáticos de la banda por la cantidad de momentos emotivos que se vivieron, pero queda el gusto a poco dado lo corto que fue el show, aun cuando el nivel de este -en algunos pasajes- alcanzo la perfección. A estas alturas, se da por descontado el regreso de Dream Theater a nuestro país, ya que en todas sus visitas cuentan con una envidiable convocatoria y sus fans chilenos seguramente llenarán el local que se disponga. Esperemos que en dicha ocasión nos regalen un show más extenso y variado que el de esta vez, que muchos esperaban fuera algo especial después de las últimas y complicadas semanas que nos ha tocado vivir, por lo que lo único que queda es un desagradable gusto a poco.
Setlist Dream Theater
- Intro
- A Nightmare to Remember
- A Rite of Passage
- Hollow Years
- Prophets of War
- Wither
- The Dance of Eternity
- One Last Time
- The Spirit Carries On
- In the Name of God
Encore:
- The Count of Tuscany
Comentario: Ignacio Machuca F.
Fotos: Sandra González