Hablar de Michael Kiske en Chile siempre fue una utopía. Quizás se vio alguna luz de esperanza cuando vino Avantasia a nuestro país el año 2008, pero no, nada. Nunca nos hubiéramos imaginado tener a uno de los emblemas del heavy metal mundial por estos lados. Si a eso le sumamos a otra leyenda, uno que si ha pasado por acá con su Gamma Ray en varias oportunidades, pero que ahora en combinación con Kiske prometían un show que contaba con muy buenas expectativas.
7 de la tarde un día miércoles, y en las afueras del Teatro Caupolicán había muy poco ambiente de recital. Seguramente debido a lo temprano de la cita y a que se trató de un día laboral. Adentro del recinto eran sólo unas 150 personas que se alistaban a ver a SteelRage.
Con 15 minutos de retraso comenzó el show de la agrupación de heavy metal nacional, quienes comenzaron su presentación con el nuevo corte titulado “Wake Up”. Estos muchachos con más de una década de carrera ya han tenido varias oportunidades para ser “banda soporte” en conciertos de esta envergadura. Y se nota su experiencia, ya que tocar con tanta energía con tan poco público es algo muy positivo. Pese a la imperfección en la voz de Jaime Contreras sólo en un instante es esa canción, lo que siguió con “Life is One” de a poco empezaba a entusiasmar a la gente presente, de la mano de melodías y ritmos muy veloces. Esa noche se cumplían dos años del fallecimiento de Ronnie James Dio, lo que fue recordado por el sexteto para proseguir con “Double Life” y “Sacrifice” (mismo nombre de su último EP), ambos cortes en la misma onda, mismo tiempo, fue una especie de pausa en su show. Extraño es ver a SteelRage con “Jugando el Destino”, el cual debe ser su único tema en español que ha sido lanzado en algún disco oficial. Interesante propuesta, mientras siempre el carismático vocalista se preocupaba de entretener al público, hacerlos participar, que disfrutaran de su presentación. Con la poderosa “Kill or Die”, con algunos enredos en los bombos de Rodrigo Villena, los capitalinos culminaban su correcta presentación de 30 minutos de duración ante, ya, unas 500 personas presentes.
Setlist SteelRage
- Wake Up
- Life is One
- Double Life
- Sacrifice
- Jugando el Destino
- Kill or Die
Súper eficientes fueron los de la producción al hacer que Fireland subiera al escenario cinco minutos después de SteelRage. Es poco común ver esa coordinación, he ahí lo llamativo. Lo que realizó este conjunto sobre el escenario tenía como antecedente su disco debut “God N’ Evil”, lo que demuestra que eran astutamente noveles en esta lides. “Ancient Times” los presentaba en sociedad ante un público absolutamente calmo, que sólo se dedicaba a escuchar con atención. Y resultaba curioso que nadie saltara, levantara las manos, etcétera, pero que, sin embargo, al concluir este corte estuvieran todos aplaudiendo. La canción homónima de su LP seguía demostrando el power de los nacionales, más aún cuando el álbum está muy en la onda Helloween y Gamma Ray, lo que al parecer el público notó al recibir muy bien esas melodías. En “Politica” se enredaron al final, no sonó muy pulcro. Pero seguimos con “Here I am”, donde al medio se mezcló con la intro de “Fear of the Dark” de la “Doncella de Hierro”. Quizás estuvo demás lo anterior, no lo encuentro necesario, además con una pronunciación no muy buena del idioma inglés, hubiera sido mejor saltarse esa parte y simplemente seguir con la canción que venía sonando. El temazo “Where is Heaven” con participación del público en el coro también tuvo una descoordinación en el solo final, pero de todas formas sigue siendo un temazo. Con “Azgaroth” se anduvieron soltando un poco más sobre el escenario, con coreografía incluida de manos y movimientos con los instrumentos de cuerda, pero señalar que el corista tenía su micrófono a un volumen muy bajo, justo cuando su participación era importante. La optimista “Dreams” concluyó este show de aprendizaje en este tipo de espectáculos. A Fireland quizás le falte algo de personalidad, la que tienen sus colegas de SteelRage, pero sin embargo es un buen comienzo para seguir con la promoción de su único disco de estudio. Su presentación terminó a las 20:23 horas, envueltos en un sonido regular que también vivieron sus antecesores
Setlist FireLand
- Ancient Times
- God N’ Evil
- Politica
- Here I Am
- Where is Heaven
- Azgaroth
- Dream
Larga fue la espera. Más de media hora hubo que esperar para que los suizos aparecieran en escena. Gotthard se hacía presente en Chile con “Dream On” sonando increíble. Nic Meader demostraba ese gran potencial que lo había llevado a reemplazar al fallecido Steve Lee. De hecho, este debe haber sido su tercer o cuarto concierto que da. Podríamos hablar de una cierta inexperiencia sobre el escenario, pero nada de eso ya Meader superaba con creces las expectativas. Ya con “Top of the World” lo podíamos ver interactuando con el público, haciéndolos participar aplaudiendo y demostando que la banda tenía una potencia increíble. En su totalidad lo que estábamos escuchando, de la mano de un impecable sonido, nos demostraba que estábamos en frente de un gran conjunto. Luego de saludar a los espectadores presentar al single de su nuevo álbum “Firebitrh” titulado “Starlight”. Ahora Nic también se encontraba guitarreando y tras él una batería de Hena Habegger que era un verdadero mazo en la cabeza. Sin pausas, prosiguieron con “Sister Moon” de ese álbum “G” del ’96, donde siempre el nivel vocal se hacía visible claramente y seguía demostrando el motivo por el cual había tomado aquel puesto que quedó vacío trágicamente el 2010.
La más pausada “Need to Believe” sonaba de maravilla con los dos guitarristas, el bajista y el tecladista haciendo los coros. Lo anterior es algo que siempre funciona excelente, sobretodo en las agrupaciones de hard rock, muchas voces haciendo coros. Además con esas guitarras de Leo Leoni y Freddy Scherer en el solo final, hacían un momento fantástico. A comienzos de Julio se viene el nuevo disco de Gotthard y dentro de él vendrá el corte con el que continuaron su presentación. “Give me Real” sonaba en un Caupolicán con unas 1.500 personas, aproximadamente, que respondía respetuosamente ante estas presentaciones. La mayoría iba a ver a Unisonic, eran los menos los que iban por Gotthard, pero siempre hubo un respeto hacia los suizos. “Master of Illusion” y todo su poder hard rockero nuevamente hacía lucir a una agrupación completa. ¡Pero qué potencia muchachos!
Ahora Meader al medio del escenario dispuesto con guitarras acústica comienza a contar que a continuación presentarán el primer tema que escribieron juntos, aquella balada llamada “Remember it’s Me”. Mientras tanto, todo ese respecto de parte del público se empezó a perder ya que un grupo de desubicados empezó a gritar “¡Kiske, Kiske…!”. Pero si saben que primero va Gotthard, ¿para qué llegan tan temprano? Simple, lleguen más tarde si no quieren ver a los que van primero en el cartel. No obstante, lo anterior no impidió la impecable ejecución de esa canción que al terminar deja solo al vocalista al medio del escenario acompañado de su guitarra, generando un momento íntimo que fue respondido con un tremendo aplauso. Los aplausos continuaron cuando se presentó “One Life, One Soul” en memoria de Steve Lee, sólo con el teclado de fondo y donde Nic trató de hacer participar al respetable en el coro, pero al ver al tibia respuesta tuvo que retomar y continuar cantando él. Eso ya dejaba claro que la mayoría iba por el plato de fondo de la jornada.
Con toda la banda sobre el escenario “Mountain Mama” le daba la oportunidad a Leo Leoni de hacerse notar de la mano de un aparato llamado talkbox, el cual emite sonidos con la ayuda de la boca al modular las vibraciones que son enviadas por algún instrumento. Era un cabro chico con juguete nuevo. Al terminar decía “Santiago”, “Santiago, ¿cómo estás?” y terminó con “Are you ready for ‘Right On’?”. Otra de las canciones de su nueva placa, que también cuenta con ese talkbox como parte del juego. Interesante propuesta que unos pocos ni escucharon ya que de nuevo apareció un grupo pidiendo a Kiske, que fue fuertemente respondido por la mayoría del recinto gritando “¡Gotthard, Gotthard!” más fuerte. Ahora si que se quedaron callados. Meader ahora hacía que la gente le respondiera a un juego de voces típico de los vocalistas que fue derivando en una conocida melodía que decía “na, na, na, na, na…” y fue presentaba a “Hush”, sí, la misma que ha sido conocida popularmente por Deep Purplepero que en realidad es de Billy Joe Royal, por allá por los sesentas. Fue una buena estrategia, ahora por lo menos las personas participaron en el coro.
Con samples de batería “Lift U Up” se hacía presente, mientras el baterista se secaba, se acomodaba, se frotaba las manos. Fue poca su participación acá, y claro que llama la atención que ocupe una pista en algo que perfectamente podría interpretar él. La canción se desarrollaba entre una batalla de guitarras y la participación del respetable coreando “¡Whoa, whoa!”. Claro, si es uno de sus temas más coreables. “Estás fantástico” decía Meader para terminar el show de Gotthard con el himno “Anytime, Anywhere” a eso de las 10 de la noche. Lo que hicieron los suizos fue una demostración de calidad de primer nivel. Nos recordaron que el hard rock está más vigente que nunca.
Setlist Gotthard
- Dream On
- Top of the World
- Starlight
- Sister Moon
- Need to Believe
- Give me Real
- Master of Illusion
- Remember it’s Me
- One Life, One Soul
- Mountain Mama
- Right On
- Hush (Cover Billy Joe Royal)
- Lift U Up
- Anytime Anywhere
Hubo que esperar más de media hora para aquel momento, el más esperado de la noche. Por fin tendríamos a una leyenda en estas tierras. Se apagan las luces y suena “Ride of the Valkyries” para dar paso los riffs de “Unisonic”. En eso aparece Kiske y el local de San Diego de fue abajo. Todos cantando, saltando, emocionados ante una voz increíble. No se quedaba atrás la banda, donde Kai Hansen también fue pieza clave. Una conjunción de ideas y técnicas que hacen que la canción homónima sea una de las mejores de su disco debut. Sin pausas seguimos con “Never to Late” que con el líder de Gamma Ray en los coros hace una mezcla formidable, pero Kiske se llevaba todas las flores. ¿Cómo puede cantar así ese tipo? El vocalista comienza a emitir agunas palabras, notando que este recinto era más grande que el de ayer (La Batuta), dando a notar, con toda sinceridad, que ese día “estaba un poco ebrio”. “Renegrade” con unos tremendos agudos sonó junto a “King for a Day”, donde vimos una emotiva escena para quienes somos seguidores de esta rama del metal. Es que ver a Hansen y Kiske abrazados interpretando juntos alguna canción es emocionante; es que es algo que nunca se pasó por la cabeza de alguien ver en vivo, y menos en Chile. La gente retribuye la entrega a Kai gritando su nombre.
Con las más pausadas “I’ve Tried” y “My Sanctuary”, Unisonic siempre lograba que los aistentes estuvieran participando, coreando y saltando. Kiske comienza a hablar pero es interrumpido por un espontáneo “¡Kiske, Kiske!”. Él agradece y pregunta dónde están las mujeres (girls), hombres (guys) y de pronto pregunta por los gays, donde no faltó el distraído que respondió afirmativamente. Michael estaba tan cómodo que se daba ese gusto de jugar en medio de ese mar de emociones. Lo debe haber utilizado como estategia, ya que a continuación habló sobre una canción de los años ochenta que interprtarían. “¡Happy, happy Helloween!” gritaban las personas que no daban más de felicidad cuando les dijeron que ahora venía “March of Time”. Con la introducción de Hansen en la guitarra para este tremendo track del “Keeper II” vivimos un momento excelente, con Kiske cantando tal cual como lo hacía hace más de veinte años, o incluso mejor. Finalizó este corte con los íconos de Helloween al medio del escenario entregando un momento increíble. La ovación no se hizo esperar.
El recuerdo de Dio volvió cuando la canción “Over the Rainbow” fue dedicada a él. Para qué decir de los enormes gritos de Michael al final. De otro planeta, ¡qué nivel! Con una base grabada sigue “Star Rider” en esta etapa del show donde bajamos las revoluciones. Era necesario hacerlo, ya que tanta emoción no hubiera podido ser contenida en el Teatro. Con Kai solo en el escenario tocando su instrumento, posteriormente se le une el otro guitarrista (Mandy Meyer) y al final la batería de Kosta Zafiriou para dar inicio a “Souls Alive”. Fue extraño ve que Kiske le hiciera el quite dos veces a la parte más aguda del coro, quizás para guardar energías en vísperas de lo que se vendría después pede ser, pero claro que no dejó de llamar la atención.
“Esta es la última canción” decía el frontman con los brazos cruzados y asintiendo con la cabeza, en un claro gesto de ironía en lo que acababa de decir, y seguía demostrando su relajo sobre las tablas jugando como un niño que miente sobre lo que va a pasar. Así se presenta a “We Rise” donde Michael se pierde y no entra en la letra cuando debía, pero con un par de miradas de su socio Kai es que logró meterse correctamente en el tema. Y como había dicho él que era lo último que tocarían, al terminar simplemente Kiske desapareció del escenario. Se fue. Lo tuvieron que ir a buscar y, mientras volvía, Hansen decía entre risas que “él pensaba que era la última canción”. El vocalista reaparece en el escenario burlándose de lo que nos había querido hacer creer y aclara que la que viene ahora es realmente la última canción. “Never Change Me” se hacía presente con esos coros del vocalista de Gamma Ray en una mezcla que resulta muy emocionante. Acá hacen cantar al público la primera línea del coro, quienes les responden con fuerza sabiendo que era el último momento con estos personajes tocando para ellos. El corte finalizó con un extenso juego de todos los instrumentos en una amalgama típica de cuando se alargan las canciones en las partes finales, pero esto fue demasiado, incluso el mismo Kiske hacía como que los dirigía desde un costado. ¿Y los clásicos tan esperados de Helloween? ¡Un momento, que ya vienen!
Una breve pausa y volvieron todos para la parte final del espectáculo que daba el puntapié inicial con la guitarra de Kai con sonidos bastantes conocidos y respondidos por todos en el teatro. “Future World” fue indescriptible. Ahora es cuando veíamos lo casi imposible convertirse en realidad y a un gran nivel conjunto, pero claramente el que más destacaba era Kiske. ¡Y sin pausas nos rematan con “I Want Out”! por muy obvio que pareciera, este himno del heavy metal dio rienda suelta a los sentimientos de todos los asistentes. Estábamos frente a algo inimaginable, histórico, tremendo. Faltan adjetivos para decir todo lo que se vivió al culminar el show. Kiske remató con un agudo que dejaba la piel de gallina. Era increíble que ese último pasaje con semejante grito fuera capaz de emocionar por si solo. Mounstro. Ya era medianoche cuando Unisonic se despidió de Chile cerrando una jornada excelente de principio a fin.
Setlist Unisonic
- Unisonic
- Never Too Late
- Renegade
- King for a Day
- I’ve Tried
- My Sanctuary
- March of Time (Cover Helloween)
- Over The Rainbow
- Star Rider
- Souls Alive
- We Rise
- Never Change Me
Encore:
- Future World (Cover Helloween)
- I Want Out (Cover Helloween)
Quizás este recital merecía que fuera más gente de la que fue. 1.500 personas no es suficiente para el tremendo cartel que se armó. Quizás no fue muy bien entendido que en Unisonic venían dos leyendas del heavy metal, aquellos que hacían de las suyas a fines de los años ochenta en una tremenda agrupación como lo es Helloween hasta el día de hoy. Ellos son parte de la historia del metal mundial en todas sus ramas y lo mejor de todo es que siguen escribiéndola de la mano de una gran composición como lo es su álbum debut. Entonces, ojalá que tengamos Unisonic para rato.
Fotos: Sandra González