Faltando unos pocos días para que se cumplieran dos años de la primera venida de Iced Earth a Chile, este 22 de Marzo presenciamos el regreso de los norteamericanos a suelos nacionales, cumpliendo la promesa que dejaron en su anterior visita. Con esta vuelta, se puede decir que quedaron definitivamente atrás los intentos fallidos de verlos en Chile.

En esta oportunidad vimos a los comandados por Jon Schaffer con dos nuevos integrantes: Jon Dette en batería reemplazando Raphael Saini (quien a su vez reemplazó al histórico Brent Smedley, presente en el concierto anterior), y el británico Luke Appleton en el bajo reemplazando a Freddy Vidales, en el marco de la gira Worldwide Plagues Tour 2014, promoción a su último y aclamado álbum, Plagues Of Babylon.

Por el lado del show de apertura, fue el turno de los legendarios Witchblade de encender los fuegos en el Club Kmasú, esta vez presentando su no tan nueva formación -a estas alturas- y un nuevo trabajo en estudio bajo la manga, del cual la banda dio completa prioridad en esta ocasión.

Witchblade

Tal como anunció la producción unos días antes, a las 20:00 Hrs. en punto dio el vamos Witchblade, lamentablemente, con muy poca gente presente, a pesar de que ésta es la tónica habitual en los conciertos, en esta ocasión daba para decir que los que no estuvieron se la perdieron, porque era toparse con una banda completamente diferente a lo que fue hace unos años atrás.

Hago hincapié sobre lo lamentable de la poca asistencia porque, por un lado, el show de los nacionales ameritaba completamente más gente en el local. Las canciones eran bastante movidas, el juego y la armonía de las dos voces encajaban bien en cada canción. Algunas de las intervenciones de Pía Carpanetti que se nota como una frontwoman con perso, en el aspecto sonoro estuvo bastante bien, fuera de un par de detalles que mejoraron a medida que seguían tocando, en lo global merecían completamente que más que sólo un puñado de gente llegara a verlos, esto a pesar de que los pocos que habían tampoco engancharon mucho mas allá de los aplausos habituales al terminar cada canción.

Lo anterior me lleva al siguiente punto: la duración del espectáculo, puesto que Witchblade estuvo en el escenario tan sólo treinta minutos, era como para que tocaran una o dos canciones más. Aunque visto por otro lado, bien como mencionamos más arriba, la banda le dedicó todo su show a mostrar las canciones de su último álbum, Evolution, incluyendo el cover de Nowhere Fast de Fire INC., y muy probablemente el haber tocado aquel par de canciones más hubiese significado tocar el disco entero. Vaya a saber uno si eso le era un problema o no a la banda, pero a nuestro criterio no hubiesen estado de sobra.

Bien Witchblade, esperamos pronto verlos de nuevo en los escenarios.

Iced Earth

Nuevamente cumpliendo con el itinerario, a las 21:00 se subió al escenario Iced Earth, a esas alturas con el recinto casi repleto y con mucha expectación por saber que canciones tocarían en esta ocasión. Dado que la vez anterior era su primera vez en Chile, era también comprensible la mezcolanza de canciones que presentaron, por ello saltaba la duda si el show estaría cargado al material estrenado a fines de Enero pasado o si se cumpliría la tónica de escuchar un poco de todo.

Por fortuna se dio nuevamente que además de las canciones del nuevo trabajo de la banda, Plagues of Babylon, Democide, Cthulhu y The End?, presentaron una buena dosis de material antiguo, como The Hunter, Vengeance is Mine e Iced Earth, y también material no tan antiguo como V, Dystopia y Red Baron/Blue Max, que dentro de lo viejo fue la gran sorpresa, y sus momentos más emotivos con If I Could See You, Blessed Are You y Watching Over Me.

Por otro lado también resulta positivo el hecho de que las únicas canciones viejas que se repitieron fueron solamente las más emblemáticas, y de las que agregaron a este nuevo set, se incluyeron algunas de las que faltaron la vez anterior, comoThe Coming Curse y My Own Savior.

Como en todo concierto, igual hubo algunos “detallitos”, solo que fueron los menos pero quien conoce las canciones las nota inmediatamente, como las pistas y los tonos graves de las guitarras en The Coming Curse que sonaban bastante despacio.

En una presentación que duró aproximadamente una hora y 45 minutos, a Iced Earth se le vio solido todo el tiempo, sin mucha parafernalia ni extravagancias de por medio, como es habitual. Stu Block manejándose con los tonos medios y agudos como es habitual; Schaffer, Appleton, Steele y Dette en una actuación más que correcta cada uno, por fortuna nada nuevo, sólo que en el caso de Dette es difícil no decir “pero no es Smedley“. Lo anterior sumado a la intervención y acompañamiento constante del publico, en especial a las canciones mas antiguas, fue a grandes rasgos una jornada redonda.

Esperamos con ansias que en el regreso de Iced Earth se sumen un par de canciones del Framing Armaggedon, como The Couding y la misma Framing Armaggedon, o del Crucible Of Men, como Crucify The King, Harbinger Of Fate, Divide and Devour también habría sido ideal, pero soñar es gratis.

Mención especial a:

- El iluminador con mascara de gorila.
- Jon Schaffer por lanzar una chaqueta al público.
- Stu Block, por preguntarse si la mencionada chaqueta estaba cochina, hacer el gesto de restregársela (“ahora dejemosla más cochina“) antes de lanzarla al público y comentar “ahora huele a perro mojado”.

Fotos: Hassan Escaffi