“Somos pocos, pero somos de verdad”. Estas palabras, provenientes de un espectador del concierto presentado por los griegos de Naer Mataron, marcan la tónica que cubrió el evento: muy pocas personas, pero muchas ganas y energía por hacer un buen show.
La ausencia de público se puede explicar por varias razones, cambio de fecha para el Domingo 25, el recuerdo que tiene el respetable con el Club Cadilac, falta de dinero o muchas otras; pero la más probable es que Naer Mataron es conocido por un grupo muy pequeño de chascones que dejarían de lado el día de descanso según el calendario y, tomando algunos pesos para la entrada y una que otra chela, asistirían al concierto.
Este concierto era quizás una posibilidad de re-evaluar el comportamiento que tendría el mítico Club Cadilac frente a un concierto true, donde claramente NO pasó la prueba cuando Mayhem pisó tierras Chilenas; pero la verdad, es imposible comparar, por que fueron situaciones completamente diferentes: Mayhem convocó a mucha gente, tanto que la capacidad del Club se vio sobrepasada (capacidad de mil personas o más), en cambio para Naer Mataron se dejaron caer aproximadamente setenta metaleros, dejando una imagen para el olvido; imagen que la productora nunca imaginó que ocurriría.
Pero bueno, vamos a lo que nos convoca, el resumen de este evento. Aproximadamente a las 20:50 Hrs. se abrieron las puertas del recinto, habiendo unos quince minutos para que el respetable pudiera comprar alguna chela, fumarse un pucho (u otra sustancia maligna) o simplemente cotizar y comprar el merchandising disponible, donde destacaban poleras del tour y discos de Naer Mataron. Otros aprovecharon el paso de Kaiadas por la barra para sacarse fotos con él.
A eso de las 21:15 Hrs. hacían su presentación los integrantes de Occidens (incluyendo a Alejandro Lizana: bajista de Melektaus y guitarrista de Dominus Xul), quienes fueron los que mejor sonaron de las 3 bandas; todos los instrumentos se escucharon muy nítidos y el trabajo vocal de Akanthaster fue brutal. Su presentación duraría aproximadamente cuarenta minutos, donde repasaron los temas de su disco Glorification of the Antichrist, el cual posee un poco mas de 2 años de existencia. En pocas palabras, la presentación de Occidens fue redonda, haciendo un buen trabajo: entretener a los pocos asistentes de esta velada, mostrar un dominio musical excelente y, sin pensarlo, adquirir un grado mayor de protagonismo, ya que fue la presentación con menos problemas de sonido.
Luego de un breve momento de esparcimiento, a eso de las 22:00 Hrs. se subía al escenario la agrupación Animus Mortis, quienes, luego de una pequeña introducción, comenzarían tocando Hosannas From The Depths, perteneciente a Atrabilis (Residues From Verb & Flesh), disco editado en Enero del 2008. Los capitalinos sonaron un poco saturados ya no se sentía la nitidez que tuvo Occidens, quizás por la estructura que posee el Club Cadilac o el poco tiempo que tuvieron para ajustar sus equipos previo al show; de todas formas, esto no empañó para nada su presentación, de hecho, se podía ver que unas pocas personas trataban de hacer un mini-mosh, que prontamente acabó, el público estaba más concentrado en ver a la banda. Algo destacable de la presentación de Animus Mortis fue que dieron a conocer el tema Insomnia, el cual formará parte de un Split que tienen preparado para el próximo año, así que los fanáticos estén atentos a esta información.
Terminada la presentación de Animus Mortis, llegaría el turno de los griegos de Naer Mataron, quienes salieron ante el respetable a eso de las 23:00Hrs. Lamentablemente para el público, la banda fue la que peor sonó, una batería que a momentos se escuchaba saturada, los presentes que a ratos prendían pero no pasaba a más, el factor “cantidad de gente” afectó irremediablemente a este concierto. Una cosa que dejó con curiosidad a los asistentes fue no contar con la presencia de Vicotnik en el show, personaje ya conocido por su participación en Ved Buens Ende y Code, pero esto tiene una explicación: Vicotnik es músico de sesión en Naer Mataron.
A pesar de todo, el show no estuvo malo. Asmodeous Draco Dux demostró su gran dominio de la batería -por algo es uno de los mejores bateristas de Italia (de hecho, como dato extra, el estuvo a muy poco de ser parte de Belphegor)-, Kaiadas en el bajo e Indra en la guitarra. Se notó la energía puesta en la preparación del show por parte de la productora, varios asistentes respondían positivamente cuando Kaiadas se dirigía al público (otros simplemente le gritaban “¡Sigue tocando…!”), en fin, quizás si hubiera ido más gente al concierto habría quedado la grande.
Cuando los cabeza de cartel comenzaban a tocar Steppe, un gran tema del disco River at Dash Scalding del 2003, la energía eléctrica del escenario era cortada por el dueño del local ya que eran las 00:00 Hrs. y la presencia de un amigo en tu camino obligaba a cerrar el local. “Calabaza calabaza, cada uno para su casa”. ¡Ojo!, segunda vez que fuerzas policiales llegan al Club Cadilac en conciertos metaleros. Moraleja: ese club está maldito.
Setlist Naer Mataron:
1. Intro – Anti-celestial Campaign
2. Ostara
3. Death cast a shadow over you
4. Blast furnace
5. Incarcerating gallantry
6. Sol invictus
7. The chosen sun
8. The continuity of land and blood
9. Skotos aenaon
10. Faethon
11. Nightmare (cover de Sarcofago)
12. Eagle’s nest
13. Steppe
En síntesis, el show pasará rápidamente al olvido, no por que fue malo, sino por la poca presencia de público que marco la jornada. Lamentablemente para la productora, los números obtenidos claramente fueron negativos, todas las ganas puestas en este show no fueron bien retribuidas a pesar de haber hecho las de quico y caco para el desarrollo del evento. Sólo cabe esperar que la producción no tire la toalla por esta experiencia y que ojalá se animen a traer otras bandas a nuestro país, ya con la experiencia que dan los grandes porrazos.
Review: Carlos González
Fotos: Carlos González
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