Gran expectación generó la noticia de que Opeth pisaría tierras nacionales por segunda vez en su historia. Luego de tres años de espera la banda llegó a nuestro país en el marco de la gira de su último trabajo, Heritage, material que ha causado las reacciones más dispares dentro de los fans por su marcada tendencia al Rock Progresivo de los 70, dejando de lado la veta del Metal más extremo con el que nos tenían acostumbrados.
A los suecos les acompañaron los nacionales de Mar de Grises, quienes por su parte se encuentran terminando la etapa de promoción de Streams Inwards, disco que, recordemos, los ha llevado a presentarse en los diferentes escenarios del país y también de Europa en más de una ocasión. Pero esta vez no solo se trataba de presentar su último trabajo, sino que también de presentar a su nuevo integrante, el cantante Germán Toledo (Ex-Eternal Demise).
La cita era a las 21:00 Hrs., pero como había una banda a la apertura, uno tenia que calcular el inicio del concierto a una hora antes para poder ver también a los nacionales. Para mi sorpresa, ya desde bastante antes de las 19:00 Hrs. había una gran fila en las dos entradas del recinto de la calle San Diego, lo que hablaba en si mismo de la gran expectación que generaba este evento, y faltando unos cuantos minutos para las 20:00 Hrs., comenzaba el show.
Mar de Grises
Los nacionales de Mar de Grises hicieron un recorrido por sus tres producciones en un show que duró aproximadamente unos cuarenta minutos, presentación en la que (a mi en particular) causaba especial interés poder ver a su nuevo vocalista y escuchar como cambiarían las canciones con respecto al interprete anterior, Juan Escobar, siendo éste ultimo también quien se encargaba de los teclados.
Desgraciadamente por problemas ajenos a nuestro alcance, pudimos entrar recién cuando los Grises estaban tocando la tercera canción de su repertorio preparado para la ocasión, ‘Sleep Just One Dawn’, en la que de entrada se pudo notar la ausencia del teclado, cosa que resultó bastante extraña, pero que al rato pasó a segundo plano.
Normalmente la ausencia de un instrumento tiende a crear esos vacíos incómodos que terminan matando las canciones, pero por suerte este no fue el caso, y no es que la atmósfera que le entregó en su momento el teclado sobrara, pero su ausencia le dio una onda diferente, la que a su vez no entraba en conflicto con lo grabado originalmente, lo que fue muy bueno; y a todo lo anterior le acompañó la calidad del sonido que no falló en ningún momento.
Algo que me dio bastante gusto ver fue que desde temprano había harta gente en el recinto de San Diego, no estuvo lleno pero había más afluencia de publico en la apertura del show que de costumbre, y todavía más fue el agrado de ver como una gran parte de ese público aplaudía al final de cada canción de Mar de Grises, en la que se hace más evidente que con el tiempo se ha engrosado su lista de seguidores en nuestro país y más aún, que con el tiempo han ido dejando detrás su estatus de simples “teloneros”, pasando paulatina pero eficazmente a ser parte del cartel principal.
Muy bien por Los Grises.
Setlist Mar de Grises
- Starmaker
- The Bell and the Solar Gust
- Sleep just one dawn
- Recklessness
- To See Saturn Fall
Opeth
Luego de un rato para refrescarse, pasar a “obrar” al baño, lanzarse desde la galería a la cancha y todo eso que no se puede hacer en pleno show de las bandas, se sirve el plato de fondo con el griterío del público presente, el que a esas alturas tenía casi repleto el Teatro Caupolicán: Opeth finalmente estaba de vuelta.
Los suecos, como ya es conocido, presentaron en nuestro país una selección de canciones muy cargado a lo mostrado en su último álbum, Heritage, partiendo con ‘The Devil’s Orchard’, canción que generó la inmediata exaltación del público, con saltos, coros y todos los condimentos que hacen de un concierto una experiencia difícil de olvidar, especialmente en la canción más rápida del show, ‘Slither’, la cual Mikael Åkerfeldt la presenta como su homenaje al gran Ronnie James Dio (1942 – 2010).
Si bien, a pesar de que se trataba de la gira de Heritage, Opeth también hizo un repaso por sus álbumes anteriores, pero manteniendo la misma línea de voces limpias con canciones como ‘The Face Of Melinda’, ‘Windowpane’, ‘To Rid the Disease’ y la emotiva ‘Burden’, temas que en esta ocasión parecían tener un “feeling” diferente ya que encajaron bastante bien con la línea del álbum en promoción.
Hablando del show en si, una de las cosas que no podía faltar eran los discursos con el “humor diferente” de Åkerfeldt entre cada canción, en las que en un par de ocasiones las dedicó para subir al columpio a su bajista, Martín Méndez. Eso si, dentro de este apartado lo que no hay que dejar de lado es la participación del público, y la razón de esto es que, aunque la banda haya sonado impecable y la interpretación de las canciones haya sido excelente (porque en verdad lo fue), la otra mitad del show la hizo el público, con su constante interacción con la banda durante las canciones y durante las pausas, especialmente en uno de los “¡Olé, olé!” que la banda pidió que se repitiera.
Ahora, no todo fue escuchar las “canciones limpias” del repertorio de Åkerfeldt y compañía, también hubo un espacio a las canciones con más influencias Death Metal, como ‘The Drapery Falls’, ‘The Grand Conjuration‘ y, para el cierre definitivo de la jornada, Akerfeldt y Méndez se hacen a un lado para que Fredrik Akersson realice dos pequeños solos antes de comenzar ‘Deliverance’, las que terminaron siendo las canciones que más agradeció el público junto con las otras más “añejas” que tocaron anteriormente, especialmente para esa porción de los asistentes que iba a ver a la banda por el material más viejo que por el actual.
Y así, luego de aproximadamente dos horas, termina uno de los conciertos más esperados del primer cuarto de este 2012. A pesar de las opiniones dispares que generó Heritage y el repertorio que venían presentando, es difícil pensar que alguien saliera disconforme del evento ya que el sonido (como mencioné antes) estuvo impecable y a mi juicio hacían parecer que las versiones en estudio del repertorio parecieran más “vacías”, las canciones lentas de antaño en conjunto con las nuevas daban esa sensación de que fueran parte del último material, más que “el tema lento del disco”; además, la cantidad de gente que asistió (que a pesar de tener repleto el Caupolicán, había espacio para más) no hizo notar de la discordia entre los fans por el material actual de Opeth.. la misma banda que en vivo, la rompió de nuevo.
Setlist Opeth
- The Devil’s Orchard
- I Feel the Dark
- Face of Melinda
- Slither
- Windowpane
- To Rid The Disease
- Burden
- The Lines in My Hand
- Folklore
- The Grand Conjuration
- The Drapery Falls
Encore:
- Deliverance
Mención especial a:
- Rey Mysterio después de la bomba atómica El enmascarado que estuvo en medio del público.
- Akerfeldt con cara de “mírenlo, si sabe tocar” y la de Méndez diciendo “el peluca sapbee” en el solo de Akersson.
Fotos: Christian Iglesias