Al llegar al Teatro Teletón, unos días después de las grandes borracheras dieciocheras, lo único que quedaba era comprarse unas galletas kuky’s y un agua mineral antes del show y así prepararse para disfrutar de un recital, que en el papel, estaba tildado como la noche para recordar a Mr. Big. Claro, era cosa de soñar un poco y poner en el escenario, también, al gran Billy Sheehan y teníamos un concierto casi perfecto pero la realidad sólo llamaba a presenciar una noche llena de recuerdos con la legendaria banda.
Entramos al Teatro con una muy grata sorpresa, puesto que la producción de AVKA Music se había encargado, como pocas veces sucede, de hacer un correctísimo trato para con nosotros, algo que siempre se agradece y que es digno de imitar para otras productoras. Pero bueno, volviendo a lo que nos convoca, el show partió a eso de las 21:10 Hrs. con un Teatro al 50% de su capacidad (entre 400 a 500 personas) entre los que se incluían a viejos estandartes, “pokemonas”, familias completas y una que otra adolescente glamera fanática del virtuoso guitarrista.
El encargado de abrir el show era Eric “McFly” Martin (McFly por su look igual al mítico personaje de la película ‘Volver al Futuro’) de la mano de un sonido que partió de muy buena manera, pero con una iluminación que quedó un poco corta para el largo del escenario pero que al fin y al cabo, se reunían todos los factores para crear una estupenda atmósfera para los asistentes, quienes ni con la intro de “Los Sopranos”, pudieron prender al incio del show. En los primeros temas se notaba a un Eric Martin ya algo maltratado en términos vocales, hecho que también hace mirar un poco el carnet del vocalista. Aún así, con una dosis de 2 tonos más bajos, perfectamente, se podían ejecutar algunos temas clásicos de Mr. Big. El vocalista centró su show en temas pertenecientes a sus discos en solitario y uno de su notable proyecto que realiza en Japón, Tak Matsumoto Group (recordemos que Martin es el encargado de hacer las melodías junto a Jackes Blades (ex-Damn Yankees)). Como gran frontman, el vocalista entre tema y tema recurría a diálogos con el público, quienes no escondían su sorpresa al ver el “desconocido” repertorio, ni su deseos de escuchar los clásicos de Mr. Big.
Así, finalmente Martin entendió un poco el mensaje del público y sacó los clásicos ‘Superfantastic’ y ‘To be With You’, también ‘Colorado Bulldog’ y ‘Voodoo Kiss’, que sólo quedaron como los temas con puro nombre, debido a lo precario de la ejecución por parte de la banda que lo acompañaba. No sé de donde los habrá sacado, pero un vocalista de su talla no puede permitirse girar con una “banducha” de segunda categoría; por mucho que el baterista haya sido la excepción por uno que otro corte en tiempos correctos, el resto dejó bastante que desear por la pobre interpretación y la falta de respeto a temas que representan la pontencialidad de una banda como Mr. Big. Así mismo, una falta de respeto a la imagen de un vocalista como Eric Martin, quien mostró oficio y talento, ante lo poco que entregaron sus músicos , que ni siquiera sabían como afinar sus instrumentos en mitad de la presentación. Con esta presentación dejaron en claro que a Sudamérica siempre nos cagan con situaciones de este tipo. Una VERGÜENZA.
Finalizada la primera parte del show, salieron unos crews para cambiar equipos, gente salió a fumarse un cigarro en las afueras del teatro y, por supuesto, algunos fueron a “asaltar” el stand de comidas que desapareció de la nada. Unos 20 minutos hubo que esperar para ver a Richie Kotzen en escena y con todo lo que representa el vocalista, no fue sorpresa que haya salido con un papel en mano diciendo, en spanglish, “todos vengan adelante”, porque es sabido que él gusta de ver a sus fanáticos encendidos y entregados, por lo que la respuesta del público fue muy bien recibida, casi como de alumno egresado de 4º medio rajando su uniforme.
Kotzen es un talento nato de las 6 cuerdas, capaz de ejecutar increíbles atmósferas musicales, más aún con el baterista y el bajista que lo acompañaban, quienes se robaron todos los aplausos al tocar de manera brillante y sólida los temas durante la jornada, tales como los más recientes, pertenecientes a su última placa titulada ‘Go Faster‘, ‘Fooled Again’ y la balada ‘Faith’.
Richie, a esas alturas del show, ya tenía al público prácticamente en el bolsillo, debido a que su puesta en escena que fue sencillamente notable; ejecución casi perfecta de los temas, interacción continua con el público, un fiato con su banda (que pocas veces se ve en guitarristas que giran por Sudamérica) y, por supuesto, una buena dosis de blues con un sonido que creó una atmósfera ideal para sentarse y contemplar a un genio. ‘You Can’t Save Me’ y ‘Remember’ cerraron una primera parte del show que sacó aplausos cerrados hacia Kotzen.
Ya no era extraño ver, a esas horas, a muchachas completamente entregadas por el gran nivel que el protagonista mostraba. Así salieron algunas frases que sacaron risas como “Richie Kotzen trajo la primavera” o “¿Por qué no traje a mi mina al concierto?”. Claro, con esto, Kotzen sacó ‘Stand’ de Poison y lo que todo el mundo esperaba: que Eric Martin saliera a escena para interpretar algunos temas con el guitarrista. Y bueno, la espera no demoró con la interpretación de ‘Shine‘ y ‘30 Days in a Hole‘, cortes que, sencillamente, desbordaron al respetable que se sentía pagado por haber visto, aunque sea sólo en 2 temas, a estos 2 monstruos juntos.
En análisis fríos, y pese a lo precario del show de Eric Martin con su banda amateur, el concierto en líneas generales fue redondo con una organización muy profesional, una muy buena seguridad dentro del local y lo mejor de todo, un muy buen sonido que nos dejó una muy grata vuelta a casa.
Review: Ignacio Correa
Fotos: Roberto Yévenes, Ignacio Correa
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