En un día de tanto amor, sentimentalismo y buenas vibras como lo es el día de ‘San Valentin’, no quedaba otra que sumarse a un panorama acorde al romántico sentimiento que copaba el ambiente capitalino. Y que mejor para esto, que asistir a un tierno evento de Death Metal, donde los más profundos sentimientos de amor se hacen presentes en forma de afectuosos mosh, cordiales stage diving y cariñosos cornetes en el hocico. ¿La excusa? La primera visita de los holandeses de Sinister a nuestro país, acompañados de los nacionales de Unblessed y Desire of Pain, más los trasandinos de Exterminio. El pasado sábado 14 de Febrero en el Galpón Víctor Jara se hicieron presentes todos los bellos sentimientos antes mencionados, y aquí podrás saber todo lo que pasó en una romántica gala a puro Death Metal.
Tal como amenazaba el cartel del evento, a eso de las 8 de la noche llegamos a las puertas del local del concurrido barrio Brazil para presenciar el hermoso espectáculo, lleno de colorido y buenos sentimientos que estábamos por presenciar, cuando el calor seguía haciendo de las suyas en la capital. No contábamos con que recién a las nueve y cuarto de la noche se abrirían las puertas del recinto, y por lo mismo fuimos a sortear lo que quedaba de calor con unas nutritivas y siempre refrescantes cervezas. Como la caña aun causaba estragos en nuestros organismos, la ingesta del vital elemento no alcanzo cantidades muy voluminosas, y cuando el reloj marcaba un poco más de las nueve y media de la noche nos encaminamos a las puertas del galpón más metalero de nuestra contaminada ciudad.
Unblessed
Faltaban un poco más de quince minutos para las diez de la noche, cuando la banda liderada por Paul Calahan se subía al escenario de la calle Huérfanos. Con poco público y un sonido bastante deficiente, los autores de Burning your Faith se avocaron exclusivamente a interpretar temas pertenecientes a su nuevo repertorio. Sonaron Misery Torment, The Man have killed God y Blood Alliance, y si bien la cantidad de público que se acercó a presenciar el show de la banda no varió mucho en el transcurso de ésta, quienes en esos momentos presenciaban la propuesta Death-Black de Unblessed parecían disfrutar de cada uno de los temas que la banda interpretaba. En tanto que Johnatan Reig en el bajo, Carlos Retamales en la batería y Rodrigo Brissos en guitarra realizaban sin mayores contratiempos sus respectivas labores, Calahan tenía bastantes problemas con un porfiado micrófono que funcionaba cuando se le venía la gana.
Sin importar los problemas que en esos momentos decían presente, la banda seguía imponiendo su potente oferta que incluye variados elementos que me recuerdan bandas como Katalysm, Dark Funeral o Dismember, interpretando The Unblessed. Finalmente, y sin más contratiempos que los ya mencionados, la banda finalizaba su presentación luego de cerca de media hora, cerrando con I Collide Your Proud. El respetable, que seguía siendo bastante reducido en esos momentos, los despidió con tibios aplausos. Lo divertido del cuento es que la masa de chascones se encontraba en las inmediaciones del local degustando pilsen o sencillamente dando cantidades industriales de jugo.
Setlist Unblessed
- Misery Torment
- The Man has killed God
- Blood Alliance
- The Unblessed
- I Collide Your Proud
Exterminio
Nunca había visto a estos transandinos en vivo y tampoco tenía mayor referencia sobre ellos. Vaya sorpresa que me llevé, al igual que muchos de los que presenciaron el show de la banda del corpulento Fernando Grippo, un notable vocalista de aquellos que evocan irremediablemente el brutal tono del calefón de mi hogar. Por que cuando eran casi las diez y media de la noche, los bonaerenses se subían al escenario a mostrar un tremendo Brutal Death Metal, con notables reminiscencias a bandas como Cryptopsy y Dying Fetus mas una influencia no menor de Cannibal Corpse. Destacable labor en la brutalidad de estos argentinos es la que cumple Juan Ignacio Calvete, quien como buen baterista de Brutal Death que se precie, acaricia caballerosamente los tarros con suaves golpes de baqueta. La banda interpretaba temas de Homicide in First Degree, su última placa, entre los que se podrían destacar Sentenced to the Eternal Silence, Blood by Blood, la larguísima 15 seconds before Death y Bloody Death, todo mientras los asistentes parecían muy contentos con las preciosas y románticas baladas de los argentinos, respondiendo con mucho headbanging, aplausos y vítores.
El sonido era bastante bueno, la guitarra de Carlos Varela se escuchaba de forma nítida y potente y el bajo de Alejandro Newberger no se perdía detrás de la muralla de Death Metal que construye la banda. El único problema, que nuevamente se hacía presente, era aquel porfiado micrófono que cada cierto tiempo hacia desaparecer los desgarradores guturales de Grippo. Mientras, la banda agradecía la buena recepción de la gente y además la invitación por parte de la producción del evento. Finalmente, y para derribar las pocas cabezas que a esas alturas quedaban en pie, la banda interpreto Silent Death, Legions of the Dead, Mangled and Disembodied y para finalizar, interpretaron Ruptures in Purulence de Carcass pegada de Infecting the Crypts de Suffocation. Así entonces, y luego de cerca de cuarenta minutos de presentación, los argentinos dejaban el escenario bajo un cerrado aplauso de los asistentes que ya empezaban a pedir a gritos el plato de fondo.
Setlist Exterminio
- Sentenced to the Eternal Silence
- The Peace of Hate
- Blood by Blood
- Inside the Killer Mind
- Bloody Death
- Pleasure for Mutilation
- The Bloody eyes of a Murderer
- 15 seconds before Death
- Silent Death
- Legions of the Dead
- Mangled and Disembodied
- Rupture in Purulence (Carcass) / Infecting the Crypts (Suffocation)
Desire of Pain
Complejo escenario el que debían afrontar los jóvenes Desire of Pain. Luego de una presentación tremendamente brutal y enérgica como lo fue la de Exterminio, la banda liderada por Sebastián Silva se subía a eso de las 23.15 a mostrarle su propuesta a una cantidad no menor de chascones que solo tenían sed de Death Metal, ya que a esas horas de la noche la sed de bebidas alcohólicas parecía más que hartada.
Las referencias que tenia de esta banda, que ha sido publicada en nuestras páginas en más de una ocasión, referían a una banda que practica un Death Metal melódico con fuertes matices progresivos, mas la marcada influencia de bandas como Opeth y Sentenced. De buenas a primeras, no había que ser un genio para concluir que la pasada por el Galpón de estos cabros iba a ser más que complicada. Entonces, y mientras la banda interpretaba temas como The Moon is Stained in Blood, Confession/Regret o Mount of Perdition, el público se dividía entre quienes disfrutaban tranquilamente, los que en silencio atendían a la propuesta de la banda o los que pifiaban y puteaban a los muy jóvenes chicos de Desire of Pain. Para quien no haya podido verlos nunca, sorprende la juventud y el profesionalismo de la banda, que con un corto tiempo de vida ha dado bastante que hablar y no es para menos, ya que a pesar de su muy evidente mancebía, demuestran un dominio absoluto sobre cada uno de sus instrumentos. A nivel personal, me sorprendió gratamente Alvaro Poblete, que muestra todas las competencias necesarias para convertirse en un baterista catalogable como pulpo.
Si bien la propuesta de la banda no calzaba de lleno en un evento como este, creo que esta novel banda debe de pulir un par de aspectos de su ya muy interesante propuesta musical. En primer lugar, me pareció que la mayoría de los solos de guitarra se extendían en demasía, dejando muy en segundo plano otros aspectos menos espectaculares a nivel visual pero que siempre se agradecen a nivel sónico y que, a mi gusto personal, deberían de primar en este tipo de propuestas musicales. Digo esto, porque el público que siempre agradece este tipo de elementos es el de estilos mucho más melódicos y livianos que el que tiene Desire of Pain. Por otra parte, la voz de Silva, quien posee un registro vocal notable, y es capaz de pasar de un profundo gutural a un rasposo vozarrón blacker sin mayor problema; debería de adquirir otro protagonismo, por ejemplo, en desmedro de los ya mencionados solos de guitarra, que siempre se agradecen pero en este caso, y como ya dije, adquieren demasiado protagonismo.
Mientras la banda interpretaba un tema que en palabras del mismo Silva era nuevo, las pifias se hacían más evidentes y por ello la banda intentaba hacer menos notorias las pausas entre tema y tema para silenciar a los disidentes. Finalmente, presentarían el tema que en su momento publicaron como single, Destroy the Madness, *para entonces terminar su presentación rápidamente con In your Arms* y despedirse sin mucho trámite de un escenario que les había sido sumamente adverso por la mezcla de la evidente ebriedad de algunos asistentes, con los siempre complicados seguidores del Death Metal, quienes por lo general se muestran muy cerrados a escuchar nuevas propuestas o estilos alejados de lo brutal.
Setlist Desire of Pain
- Intro
- The Moon is Stained in Blood
- Confession/Regret
- Mount of Perdition
- Enslaved By Your Mind
- Destroy the Madness
Sinister
El reloj ya casi marcaba la medianoche y los ánimos estaban más que encendidos para recibir, en su primera visita a nuestro país, a los holandeses de Sinister que por fin llegaban a nuestras tierras luego de una extensa y muy accidentada trayectoria, que ha incluido notables aciertos, como los excelentes discos Cross the Styx, Diabolical Summoning o el notable Hate; o aventuradas movidas entre las que se cuentan la inclusión de una vocalista femenina y discos prácticamente solistas como lo fue el discreto Savage or Grace. Luego de la edición de este último, los ánimos se anduvieron caldeando al interior de la agrupación y estuvieron separados hasta principios del año 2006, cuando se anunció una muy productiva reunión en la que ya se han lanzado dos muy buenos LP’s como lo son Afterburner y el último The Silent Howling, junto a la edición del excelente DVD Prophecies Denied. A la vez, han sabido cosechar muy buenas críticas dentro de la prensa especializada y se han presentado incansablemente a través de toda Europa.
Entonces no era de extrañar que la fanaticada Death Metalera se las haya arreglado para llegar a presenciar el debut en nuestras tierras de los holandeses, que cerca de las doce y cuarto se iniciaba con la misma intro que abre Hate, el ya clásico álbum del año 95. Luego, y sin mayor preludio, comenzó a sonar la potente The Grey Massacre, que además dió al vamos al mosh y al headbanging entre los asistentes. A nivel general, el sonido mostraba la hilacha mientras la batería de Edwin Van Den Eeden se perdía tras la distorsionada guitarra del poli funcional Alex Paul, quien antes de la última reunión formara como bajista, y el enorme vozarrón de “Aad” Kloosterwaard, que durante el show mostro chistosas caras y expresiones faciales, haciendo con esto un verdadero show aparte.
Lamentablemente, volvieron los problemas con el incansable micrófono que seguía funcionando muy de acuerdo al ciclo lunar de Júpiter, es decir, funcionaba como el culo. Con el mosh haciéndose cada vez más brutal y los primeros atisbos de stage diving empezando a mostrarse, vinieron Sadistic Intent, Summit or Sacrifice y Epoch of Denial, para así seguir con uno de los temas más reconocidos de la banda, To Mega Therion, momento en que una coqueta chiquilla, totalmente a tono con la velada romanticona de San Valentín, se subió rauda al escenario para abrazar y besar a Aad, ante la sorprendida mirada del resto de la banda que con ojos asustados veía como los divers se iban acercando más de lo normal.
La batería comenzaba a escucharse un poco más nítida y de forma más completa, cuando vino Enslave the Weak, una bonita y amigable tonada de Agressive Measures. El stage diving y el mosh se volvían más constantes, y por lo mismo a los encargados de la seguridad arriba del escenario se les complicaba la tarea con tanto chascón subiéndose para después tirarse notables piqueros hacia el gentío. Las olimpiadas quedaban chicas con tanto salto ornamental. El ambiente jaranero se mantenía intacto, así como los problemas con el maldito micrófono lunar, mientras se sumaban algunos gorilas al grupo de encargados de seguridad para detener a los pertinaces stage divers. Para seguir dándole ambiente al cuento, y con varias intros de por medio, sonaron The Silent Howling y en seguida Afterburner, quizás los cortes más notables de las últimas producciones de los death metaleros de las tierras de los tulipanes, el barrio rojo y no menos importante, la marihuana cien por ciento legal.
A esas alturas el calor se hacía sentir, además de los no despreciables litros de cerveza que quedaban por procesar en los hígados de los asistentes. El diámetro del mosh se ensanchaba con cada minuto que pasaba y de la misma forma, se hacían ver más patadas, combos y caballazos. Entonces la banda anunciaba el último tema de la noche, no antes sin agradecer a todos los asistentes por su compañía y de pasada, engatuzar al respetable con la típica frase: “Este concierto es de lo mejor que hemos vivido. Ustedes quedaran en nuestras memorias. ¡¡Son la raja!!”. ¿Sabrán las bandas que nos visitan que esa trillada frasecita tiene menos credibilidad que los payasos que en sus tiempos libres se dedican a la política? Vaya a saber uno, quizás forma parte del manual del metalero que aún un chino o turco no ha atinado a importar.
Con los primeros acordes de Palace of the Fates, los chascones que aun tenían energías siguieron repartiendo amor en el mosh, luego de lo que la banda se retiró del escenario para dar paso a uno de los encores mas rogados y extensos que mi memoria recuerde, porque si la banda se demoro un minuto en volver al escenario sería decir mucho (Vaya que rápido se refrescan los Holandeses). Era evidente que de show quedaba poco, no así de energía entre los asistentes que exaltados pedían gritando los temas más conocidos de la banda. Ya era pasada la una de la madrugada y para seguir repartiendo cuellos ortopédicos para quien no tuviera el suyo, los holandeses se despacharon Men Down, un potente corte de Afterburner cuyas liricas son un precioso muestrario de amor y buenos sentimientos que fácilmente podría servir a la hora de conquistar a alguna dama, muy acorde al día que ya era historia.
Entonces se vino lo que muchos estaban pidiendo, y con la notable Cross the Styx los holandeses daban la más certera estocada de la noche, momento en que el mosh se hizo sumamente intenso y hasta amagos de pelea se pudieron ver. Con aquel memorable tema del ya lejano año 1992 las caras de muchos de los chascones que aun seguían en pie parecían decir basta, ante lo cual la banda terminaba su corta pero intensa presentación con Corridors to the Abyss, también de su primera placa, luego de lo que se despedirían con saludos e interminables agradecimientos a los asistentes, que mientras daban claras muestras de cansancio despedían efusivamente a los brutales Death metaleros holandeses, mediante aquel notable gesto de manos patentado por Dio. Al fin y al cabo, Sinister dejaban muy en claro que tienen cuerda para rato.
Setlist Sinister
- Carnificina Scelesta (Intro)
- The Grey Massacre
- Sadistic Intent
- Summit of Sacrifice
- Epoch of Denial
- To Mega Therion
- Enslave the Weak
- The Silent Howling
- Afterburner
- Palace of the Fates
Encore:
- Men Down
- Cross the Styx
- Corridors to the Abyss
Luego de cerca de 80 minutos de show, los calvos holandeses dejaban el escenario siguiendo el protocolo, lanzando baquetas, uñetas y muñequeras, ceremonia en que dicho sea de paso casi se comen vivo al pequeño Edwin Van Den Eeden, que escapó de las garras de algunos chascones con una cara de asustado que te encargo. Así se bajaba el telón de una interesante e intensa noche de mucha brutalidad con notables exponentes sudamericanos que, en contra o a favor de la corriente, salieron a mostrar su material y acompañar a los holandeses de Sinister que dejaron más de un cuello damnificado, luego de su brutal paso por el Galpón preferido de los metaleros de la capital. Lamentablemente, los problemas técnicos que se presentaron durante todo el show hicieron que la nota final del concierto no fuera del todo buena. Pero bueno, lo que aqui primó fue el mas puro y duro Death Metal, y todo en nombre de San Valentín y sus amorosos deseos: Puro amor.
Review: Ignacio Machuca F.
Fotos: Sandra Gonzalez
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