Es increíble como WarCry se ha convertido en un ícono del heavy metal en este lado del mundo. Los españoles gozan de una increíble popularidad en América Latina de la mano de sus seis discos lanzados a lo largo de la década que cumplen de carrera. Un Teatro Caupolicán casi lleno recibió al quinteto la noche del 9 de febrero dando la sorpresa para muchos de los presentes.
Faltaban minutos para las 8 de la noche, comenzaba una tímida lluvia en la capital, cuando se asomaba sobre las tablas la reconocida banda Alto Voltaje. El conjunto liderado por Víctor Escobar hizo de las suyas con el material del disco “Historia de mi Vida Hasta mi Muerte” lanzado el año 2006, un cover a los Ángeles del Infierno y una canción nueva titulada “Esclavo”. Para quienes conocemos a estos músicos no nos es desconocida la fuerza con la que realizan sus presentaciones. Dejan todo en la cancha con ese sonido de heavy metal con algunas influencias del punk, marcadas al momento de interpretar los cortes. Un metal al hueso que te patea el cerebro.
Pasan 15 minutos y aparece sobre el escenario el grupo Obstinato. Ellos también llevan harto camino recorrido en la escena nacional, realizando shows al menos una vez al mes en varios lugares de Santiago. Hasta que después de todo consiguieron el teloneo en un concierto grande. Hace rato que no veía que los teloneros calzaran tan bien con los cabeza de cartel. Los muchachos presentaron títulos que pertenecen a su disco “Convirtiendo la Carne en Metal”, como la canción “Cruel Ambición” que aún recuerdo de ese demo que sacaron el 2005, del cual tuve en mis manos una de las limitadas copias que hubo disponibles. Con “Pascualama” aprovecharon de repasar a las autoridades con las bien fundadas críticas en la letra. Obstinato es un grupo de heavy metal con riffs bastante clásicos y predecibles. Si no conoces lo que están tocando da lo mismo ya que puedes suponer cómo seguirá el track y generalmente se acierta. Hay que mencionar, también, que es un grupo sin puesta en escena; el único que se movía era el vocalista y el resto sólo se dedicaba a hacer la pega. Aunque estamos hablando de su primer desafío a gran escala, podríamos tomarlo a modo de aprendizaje para futuras presentaciones.
Serían las 21:30 horas cuando se apagan las luces y sobre las pantallas dispuestas (una de ellas al centro del escenario) comienza a proyectarse una cuenta regresiva, momento que WarCry aprovecha para ubicarse en el escenario y así, al llegar el número cero, comenzar el espectáculo con “La Última Esperanza” de “Revolución”. La algarabía fue total, muchos cantaban a todo pulmón sin importar que sea un tema del último disco, claro que fue lanzado el 2008. Para ellos era un “Nuevo Mundo” estar en este extremo del planeta, y lo recordaban así con el corte de ese “¿Dónde Està la Luz?”.
Un momento de calma para que Víctor García dijera unas palabras que no se entendieron por ninguna parte. La gente sólo gritaba ante cualquier cosa que escuchara del vocalista. No importa, continuamos con “Contra el Viento” y el Caupolicán era una caldera de 2.700 personas que coreaban con todo. La cancha estaba colmada, no cabía un alma. En la galería si que había espacio, pero el público sólo quería estar en la parte baja del recinto de la calle San Diego para disfrutar saltando y sudando a más no poder. ¿Cansados? Faltaba el “Aire” que sonaba con la rapidez que lo caracteriza. ¡Pero si hasta había una niña de unos 5 años que se sabía el coro!
Bajan algo las revoluciones con “El Anticristo” y “La Carta del Adiós”, esta última también de su “Revolución”, un himno que en directo resulta excelente. La emotiva “La Vieja Guardia” mostró a WarCry tal cual como son en las imágenes proyectadas en los telones y pantalla central. Pasaron decenas de fotografías capturadas el día anterior en el encuentro de la banda con algunos de sus fanáticos, para quienes va justamente dedicada esta letra y, además, varias imágenes de estandartes del metal mundial. Pasaron Iron Maiden, Judas Priest, Manowar, Accept, Etc., para rematar con personajes que han fallecido recientemente; el tributo fue para Steve Lee (Gottard), Ronnie James Dio y Gary Moore. Fuerte, por lo menos a modo personal, luego de una semana de desconexión en Chiloé por el Sendero Siniestro, enterarse en ese lugar de la muerte de un grande, ocurrida el 6 de Febrero. En fin. Esto dio pie para la balada de su último larga duración llamada “Coraje”, una canción potente y con un coro al que Víctor le puso todo el pulmón.
Ya era el turno de las historias musicalizadas. Partimos con “Alejandro”, uno de esos temas que tiene todo lo que es la agrupación asturiana. Acá está su sello, precisamente en un corte de aquel lejano 2002 de “El Sello de los Tiempos”. WarCry no podía creer el despelote que tenía. Con la emoción nació el clásico “¡Chi, chi, chi, le, le, le!”. Los cuentos continuaban con “Ulises”, ese personaje de la mitología griega que narrado con mucha clase y apego a lo que está escrito. La romántica balada “La Vida en un Beso” daría paso a una serie de pequeños tributos a varias agrupaciones internacionales. Comenzaron el homenaje con Gary Moore y su clásica “Still Got the Blues” y siguieron con “Master of Puppets”, “Smoke on the Water”, “La Grange”, “Paranoid”, “Highway to Hell” que fue interpretada por el quinteto en su coro. De improvisto arremetía “¡Qué Vengan Ya!” a toda velocidad produciendo una suerte de mosh en cancha (o como se le pueda llamar en el heavy metal) que no fue de nada del agrado de Víctor García, quien pidió respeto por las demás personas y su integridad física. “La Quinta Esencia” presentaba “Un Poco de Fe” y un nuevo momento de pausa en el concierto.
Hubo algunas pifias cuando se estaba presentando a lo que seguía como “una historia de la biblia”. Del disco homónimo del grupo venía “Señor” que cuenta en primera persona la historia de Sansón, y creas o no en religión esto es casi de cultura general. Se logra con precisión dar a conocer el cuento, el mito del chascón con mucha fuerza física. Los mismos que estaban pifiando fueron los primeros en ponerse a saltar con las melodías, lo que me lleva a hacer notar que varios asistentes eran muy jóvenes y no saben que la banda que están viendo tiene un par de temas de esa índole. De todas formas la diversidad de la gente que acudió al Caupolicán era muy amplia; se veía harto treintón y hasta cuarentón. “Devorando el Corazón” volvía con el romanticismo y con la pausa necesaria para explotar la energía de la “Luz del Norte”, otro de los favoritos de la discografía de los asturianos. Nada que decir, era perfecto. “Nada hay bajo el sol…” daba el pase a “Tu Mismo” que seguiría con otros dos éxitos que son “Capitán Lawrence” y “Trono del Metal”. Estas cuatro canciones de la mano dan por satisfecho a muchos. Un éxito tras otro. No terminas de reponerte de uno cuando ya llega el siguiente. Con un quinteto al máximo de su rendimiento en todo su esplendor.
¿Cuántos temas llevamos? 19. Así es. Diecinueve cortes para recién ir al clásico descanso antes del fin del recital. Típicos “¡Otra, otra!” y varios otros se escucharon algunos minutos hasta que WarCry volvía al escenario para continuar tocando. Con mucho sentimiento vino “El Amor de una Madre” a brindar algo de paz que se vería inmediatamente rota con “El Guardián de Troya”, otra historia muy bien contada. El público estaba en las nubes ya a esas alturas. Fue un concierto con bastantes baladas, más de lo que se acostumbra en otros espectáculos de heavy metal. La última de ellas fue la muy coreada “Nana”. Miles de espectadores entonándola por completo, pero no más que el último corte de la noche titulado “Hoy Gano Yo”. Los españoles pagaban una deuda que ellos mismos sabían que tenían con Chile. Mucho tiempo, muchos años intentando venir y no había caso. No es fácil armar una gira de agrupaciones del viejo continente hacia América ya que hay que hacer coincidir muchas cosas. Pero la espera valió la pena. Llegaron con unas maletas cargadas de puros éxitos, con seis discos que nunca habíamos tenido la oportunidad de ver en vivo. Prometieron volver –como todos-, y si lo cumplen dudo que su show sea parecido en duración al que presenciamos. 150 minutos de sublime música.
Casi siempre el sinónimo de metal español es Mago de Oz. Ahora olvídenlo, en serio. Esto es WarCry.
Setlist Warcry
- La Última Esperanza
- Nuevo Mundo
- Contra el Viento
- Aire
- El Anticristo
- La Carta del Adiós
- La Vieja Guardia
- Coraje
- Alejandro
- Ulises
- La Vida en un Beso
- ¡Qué Vengan Ya!
- Un Poco de Fe
- Señor
- Devorando el Corazón
- Luz del Norte
- Tú Mismo
- Capitán Lawrence
- Trono del Metal
Encore:
- El Amor de una Madre
- El Guardián de Troya
- Nana
- Hoy Gano Yo