Mucho tiempo sin tocar en vivo estuvo Sacramento hasta la noche del 25 de noviembre. El Teatro Caupolicán sería una excelente forma de retomar la senda de las presentaciones en vivo, más aún si es mostrando material muevo que será parte de su siguiente larga duración. Los nacionales salieron al escenario a las ocho de la noche para brindarnos Left Hollow ante cerca de 300 personas. Siguieron con cortes de su Weight of Sin, esta vez con entretenida y pegajosa Everything to Waste, seguida de la calma Purple. El buen recibimiento del público fue reconocido por su vocalista Laura Vargas, que se encargaría de presentar lo siguiente titulado From Inside, donde también destaca la participación vocal del guitarrista Alejandro Espinosa. Con Like a Ghost Insane nos adelantan que lo nuevo de Sacramento se viene potente y que podrá ser una evolución a lo realizado con su primer disco. Alejandro presenta otro tema nuevo, al que califica como “la luz del disco nuevo” debido a su letra positiva; Keep all Fire Alive comienza arriba, bien dinámica y demostrando el estilo que practican desde sus inicios. Agradecimientos finales y abruptamente termina su show. Aprovecharon de regalar algunos discos a los presentes antes de retirarse sin interpretar una de sus canciones más conocidas; aquella con la cual se ganaron un video clip hace unos años acá en Collapse. Así es, extrañamos que sonara Fallecer.
Con la cancha del Caupolicán a tres cuartos de su capacidad más algunas personas situadas en la galería, que no eran más de 150, Within Temptation salía con casi diez minutos de retraso al escenario con todo el power de Paradise (What about Us?). La pregunta era ¿cómo lo harán con la parte cantada por Tarja Turunen? La respuesta fue clara inmediatamente cuando comenzó la proyección del video en la pequeño telón que los acompañaba; simplemente se oiría la grabación de su colaboración del disco Hydra. Eso ya me causó cierto desconcierto debido a que la mitad del mencionado trabajo de estudio cuenta con colaboraciones de otros artistas. ¿Cómo lo harían en el resto de las canciones de la noche? El pasar de los minutos nos daría la respuesta. Faster mejoró lo mostrado en la primera intervención con un sonido impecable y una Sharon den Adel que se comía el escenario tanto con su desplante como con su voz. Sin dar tiempo a algún descanso, Let us Burn llegaba a nuestros oídos; Ruud haciá aplaudir a la gente en la cancha para que participaran intensamente del tema y así fue como todos obedecieron con muchas ganas.
Subimos la intensidad con In the Middle of the Night, un corte potente, veloz, que nos hizo a todos reaccionar ante la gran performance ante nuestros ojos. Sharon corría para todos lados, arriba, abajo, con una energía que le era suficiente para tirarse a cancha y seguir corriendo o llegar a platea de un salto. Lo mejor es que lo anterior no mermó para que su voz continuara en un nivel, de verdad, sorprendente. El resto de la agrupación no se quedaba atrás desplazándose por todos los lugares posibles, disfrutando cada momento e interpretando todo de una forma espléndida. Y esto no para señores, claro que no. Inmediatamente después viene Edge of the World, un corte más lento, más suave musicalmente, pero donde Sharon puede llegar a conmover con su nivel vocal. Sonaban los samples de Our Solemn Hour y ya se sentían los “Sanctus Espiritus” en varias gargantas, que se harían más fuertes en el coro de esta pieza del The Heart of Everything. Un discurso de tolerancia hubo previo a Stand my Ground, diciendo que su letra, si hubiera sido escrita el día de hoy, seguiría significando lo mismo: tolerancia. Aparece entre los presentes en cancha una bandera arcoíris, la que luego terminaría en el atril de la vocalista y que tendría la aprobación de la mayoría en el evento.
Un amigo decía ese día “dos discos más y Within es pop”, y al parecer no se aleja mucho de la realidad ya que Sharon pregunta si nos gusta bailar, empieza a contornearse entusiasta para que el tema de Lana del Rey titulado Summertime Sadness sea interpretado por el sexteto. De todas formas, es una interesante adaptación que apareció en The Q-Music Sessions, aquel disco de covers del año pasado. Volviendo al Hydra, y sin dar lugar a descanso alguno, es el turno de And We Run con Xzibit proyectado en el fondo y con su voz saliendo a través de la amplificación directamente desde la pista. La frontwoman volvía al escenario con antifaz y una especie de capa de color blanco con la que jugueteó harto durante la tremenda The Promise, calificativo entregado no sólo por la calidad de el tema propiamente tal, sino que por la increíble muestra vocal de Sharon; ¿cómo definir algo que te deja con la piel de gallina? Si estabas sentado tendrías que haberte puesto de pie para aplaudir lo que acabábamos de presenciar. Howard Jones (ex Killswitch Engage) aparecía esta vez proyectado para acompañar de forma virtual a la agrupación en Dangerous, que sería seguida notablemente por Angels con la aprobación general del público ante aquella canción que ya cuenta con 10 años de antigüedad.
¡Por fin una pausa! Ya había pasado cerca de una hora de show y todo había pasado sin detención alguna. Sharon toma la palabra agradeciendo a la gente cuando le llega una bandera chilena desde la cancha del teatro. Comenta lo hermoso que es el regalo que le acaban de hacer los fanáticos y después emprendemos el rumbo hacia la acústica Sinéad que terminó siendo ovacionada en la noche. Algunas palabras para Sacramento diciendo lo buena banda que son, daban paso a Hand of Sorrow donde la vocalista se vuelve loca saltando por donde le fuera posible, y cuando estaba quieta jugaba con el movimiento de sus manos. Ella disfruta a concho estar sobre el escenario y se nota. Junto a la aparición de Keith Caputo en el telón de fondo, What Have you Done aparecía ante nosotros, quizás el track que comenzó esta idea de presentaciones en vivo con el playback audiovisual del invitado en el disco de estudio. “¿Quién vino la vez pasada?”, preguntó Sharon, recordando que tuvieron que tocar tres veces la misma canción (review presentación 2012) y comentando lo divertido que fue, claro, ahora desde la distancia se ve divertido jaja. La poderosa Silver Moonlight, nuevamente con las pistas guturales del disco, fue el séptimo tema de su último disco que presentaron en el show. Lo que llama la atención es la gran respuesta de los asistentes ante un concierto cargado a lo nuevo en donde conocían la mayoría de las canciones. eso indica que Within ha hecho un buen trabajo. Algunos pedían Jillian y cuando Sharon entendió simplemente puso una cara rara y se hizo la larry porque, claro, no era parte de lo planificado para la noche. Sin embargo, cuando empezó a sonar Mother Earth esa petición quedó descartada y todos apoyaron coreando la parte inicial del track. Es increíble escuchar esa perfecta voz, tan similar o incluso mejor que la que fue capturada para el disco del mismo nombre hace ya catorce años.
Llegó el momento del bis. “Olé olé olé, Within, Within!” decían en el teatro, luego salió Sharon cantando “Olé olé olé, Santiago, Santiago!”. Ella misma después nos dice que seamos capaces de seguir nuestros sueños ya que el tiempo pasa muy rápido, y después agradece a todos los que hace posible que ellos sigan en esto. Todos listos y continuamos con Covered by Roses, otra más del Hydra, pero sin coros grabados esta vez. Un tema que sirvió para bajar las revoluciones y como excelente preámbulo para que Ice Queen comenzara de forma tremenda. Es que todo lo del Mother Earth pareciera ser perfecto, y visto en vivo de forma tan impecable es algo notable, sin palabras. El cierre lo daría la pausada Stairway to the Skies, donde llama la atención que no utilicen otro corte más power, algo que lleve al show a un climax final. Ellos prefieren cerrar con esta canción de medio tiempo, claro que siempre con un recibimiento espectacular. Luego de la petición de que levantemos las manos para que ellos pudieran inmortalizar este momento, el sexteto agradece y promete volver (como todos lo hacen).
Resumen: El concierto estuvo excelente, entretenido, la banda en vivo es tremenda y para qué hablar de la espectacular voz de Sharon. Destacar que no hubo pausas entre tema y tema, y tampoco hubo pérdidas de tiempo con algín solo de algún instrumento, así que me saco el sombrero. Lo que no me gusta es que se abuse tanto del playback para las canciones del Hydra que tiene tanto invitado. Eso produce momentos de vacío en el escenario donde se ve que la misma vocalista y el resto de la agrupación traten de salir del paso haciendo jugar al público. Yo veo en eso mismo cierta incomodidad, pero bueno, son las consecuencias de presentar en vivo temas de un disco como el Hydra. Lo anterior no merma las ganas de volver a verlos si se tiene la oportunidad en algún otro momento y donde el Hydra no sea la pieza principal, el objetivo principal de la gira.