El desafío del pasado 26 de junio en el Teatro Caupolicán no era menor. Nos encontrábamos ante un Rhapsody of Fire que se encuentra en un extraño momento, en una especie de mutación, en aras de encontrar un nuevo rumbo tras la salida del guitarrista Luca Turilli. Además la saga que narraban sus épicos estribillos por fin ha finalizado, ¿qué es lo que viene ahora?.
Inferis abriría los fuegos de la noche con una monumental performance donde dio cátedra de cómo ganarse un público siendo banda soporte de un concierto. Con un Oliver García que me sorprendió ante la ejecución de voces tanto agudas como guturales, himnos como At the Gates of Hell, We’ll Fight y el nuevo Lead the Chain, lograron convencer a un público que los apoyó y vibró durante los 30 minutos de show.
Posterior a eso y tras un tenso momento en que los italianos sufrieron un retraso no menor, el cual fue acompañado por pifeas, con casi una hora de tardanza Rhapsody of Fire por fin estaba de vuelta en el Caupolicán interpretando Ad Infinitum y From Chaos to Eternity. Fabio Lione deslumbró con una excelente performance, tanto como frontman como vocalista. Claramente fue la estrella de la noche.
Lamentablemente el punto negativo de la noche fue la ejecución de las guitarras. Roberto de Michelli tuvo problemas con sus seis cuerdas y debió sortear una serie de problemas que le valió la omisión de sus solo en Unholy Warcry. Otro aspecto que me llamó la atención fue la presentación del nuevo líder, Tom Hess. Y digo esto sin ser ‘viuda de Luca’, pero lamentablemente, a mi juicio, al músico le quedó grande el rol de intérprete de la música de Luca Turtilli.
Ojalá que los nuevos trabajos de Rhapsody of Fire puedan usar de mejor manera la técnica de este músico, esto lo digo ya que la ejecución de muchas canciones era bastante sucia. Mucho ruido en sus solos ensució cual mancha de vino en un mantel blanco un excelente show del sexteto italiano.
Otro punto positivo se lo llevan los hermanos Holzwarth. Tanto Roberto como Oliver se mandaron un paréntesis digno de mencionar. Y es que a mi juicio para que un solo en batería o bajo esté en un setlist debe ser perfecto, por decirlo menos, y claramente estos nuevos miembros de la familia de la rapsodia de fuego cumplieron con este punto.
Cerca de 1000 personas sortearon con estos detalles casi dos horas de show donde vibraron, saltaron e incluso moshearon con himnos como Dawn of Victory, Holy Thunderforce y Reign of Terror. Si bien esta última la noté un poco incómoda en los guturales para Lione, el vocalista es claramente una de las mejores voces del power metal mundial. Su versión solitaria de The Magic of The Wizard’s Dream fue realmente emocionante; esperemos que algún día la grabe en español, al menos antes que Christopher Lee decida dejar este mundo.
Un concierto de Rhapsody of Fire no es un concierto de Rhapsody of Fire sin escuchar el estribillo powermetalero épico por excelencia. Y me refiero al de Emerald Sword, el cual claramente fue vitoreado por todos y todas. Tanto por los más jóvenes como por los ya entrados en edad, quienes vinieron en cierto modo a escuchar con nostalgia un set list muy bien armado, donde encontramos de todo; canciones nuevas y antiguas.
Me quedo con el final de The Splendour of Angel’s Glory (A Final Revelation), con esas voces de Lee narrando como el destino de Dargor finalmente fue revelado, como de su muerte nace un nuevo ser y cómo el espíritu de Erian ahora abraza el alma inmortal de este personaje, combinando sus supremas energías del cosmos para convertirse en divinidad pura.
Me quedo también con el final de una gran saga y de una banda. Un final para fanáticos que saben que Rhapsody of Fire ha cerrado una etapa y es tiempo de iniciar otra.
La banda ya no será nunca más la misma de antes y eso no es secreto. Aquel martes vimos a un grande mostrar lo mejor de su pasado y de su presente, con la promesa que este futuro será promisorio. Que este traspié de armar una gira mundial con un lineup no afiatado del todo no será más que el acomodo de una agrupación que puede lograr mucho si se logra re-articular de buena forma. Y si es así, por cuarta vez, aquí estaremos, por el honor y la gloria.
Setlist Rhapsody of Fire
- Dark Mystic Vision
- Ad Infinitum
- From Chaos To Eternity
- Triumph Or Agony
- The March Of the Swordmaster
- Unholy Warcry
- Lamento Eroico
- Land Of Immortals
- Solo en batería
- Solo en bajo
- Knightrider Of Doom
- The Village Of Dwarves
- Dawn Of Victory
- The Magic Of the Wizard’s Dream
- Holy Thunderforce
Encore:
- Reign of Terror
Encore:
- Epicus Furor
- Emerald Sword
- Act VI: Erian’s Lost Secrets
- The Splendour of Angels’ Glory (A Final Revelation)