“Pocos, pero bueno“, me tomo el dicho de Gustavo Robles, actual vocalista de Necrosis, porque si tuviera que explicar en pocas palabras lo que significó la noche metalera en Buin, aquella frase es digna del evento. Puesto que la escasa concurrencia de público no significó una desventaja, muy por el contrario, fue un excelente plus para el despliegue de las bandas, y la interacción o feedback que se generó, hizo parecer inmediatamente que alrededor de 60 personas, como calculo visual, tuviesen el local lleno. Da gusto ver un público respetuoso y bastante fraternal, que coreó y mosheó los temas de las bandas en cuestión. Aquella respuesta cariñosa de los fans, hizo que el lider de Criminal, Anton Reisenegger, dijera “Cabros, no es por chuparles el pico pero en estas hueas chicas la pasamos mejor que en las hueas grandes” (Retomo los dichos de cierto amigo por ahí que decía que Anton se puso al día con las chuchadas)
Vamos a lo que nos convoca. Pasadas las 21:00 Hrs. se abren las puertas del recinto en Buin (Se suponía que a las 20:00 Hrs. se abrirían, pero un retraso en pruebas de sonido y arreglos de última hora hicieron que partiera más tarde), y lo que más se podía notar era la poca convocatoria, augurando una pálida recepción para las bandas (Cosa que no fue así como expliqué anteriormente).
Luego del atraso, la posterior ida a mear después de una chela y preparar la cámara, oído y disposición para el recital, se me vino a la mente aquel dicho clásico que cuenta que todo plato de lujo de fondo siempre se acompaña de una buena entrada, y no era para menos, pues la confirmación de la regla recayó en los capitalinos Slavery.
SLAVERY
Los primeros de la velada hicieron notar inmediatamente su presencia, paseándose entre el público y afinando los últimos detalles para subir al escenario, nos púdimos dar cuenta que Slavery pronto estará dando noticias sobre un video que grabaron en la ocasión, antes de partir su show. Así que atentos al video y al nuevo LP de la banda, Revenge.
Posteriormente, el grupo comandado por Manolo Sanchez en el bajo y voz, da inicio a lo que sería una excelente presentación con The Venom Runs inside my Veins, clásico tema de su primer LP, llamado (Es sólo coincidencia de nombre) Collapse. Si bien anecdóticamente Manolo se estaba electrocutando al principio aparentemente con el micrófono, esto no empañó la puesta en escena de los santiaguinos. Destacó además, y como aspecto general, que la amplificación del local era notable (Mérito también de los sonidistas) sin la necesidad de subir el volumen de los instrumentos a niveles estruendosos ni encontrarnos con el Síndrome de la guitarra que se come a la banda, cosa que favoreció desde ya el enganche con los fans e hizo que se comenzaran a ver los primeros mosh, de escasas 6 personas a lo más, pero que empezaron a calentar el ambiente.
En medio de la presentación, el baterista Gabriel Fierro se mandó un solo de “aquellos”, dejando claro el poder de la banda y la técnica con que se manejan.
Slavery (Quienes a ratos nos recuerdan en sus temas, de buena manera a los suecos At The Gates) logró enganchar a un prendido público buinense, recorriendo diversos temas de sus elementos anteriores (Collapse, EP Rencor), para cerrar su presentación con uno de sus más poderosos y antiguos emblemas, Fucking Religion. Cuando ya se alistaban para bajar del escenario, mientras se desarmaba la batería y se sacaban los instrumentos restantes, el público pidió a Gabriel Fierro que repitiera la hazaña. Este no los defraudó, y aunque ya le habían sacado los platos, otorgó con caja, bombo y tombs lo que se le había pedido.
NECROSIS
Quizás esta presentación Necrosis la recordará por mucho tiempo. Y no por centenares saltando y coreando sus temas, sino por las no más de 60-70 personas que habían en el recinto, que engancharon inmediatamente y reconocieron el talento y la trayectoria de una de las bandas más importantes del terreno. Un cariño y respeto poco visto en la capital… no está demás decirlo.
En Buin, la banda tiene sus fans, y quedó demostrado inmediatamente al son del primer tema, Kingdom of Hate, ya que el mosh aumentó y el acompañamiento a Gustavo Robles por parte del público se hizo notorio. Luego siguieron los temas Default Life, The Weakest y uno de los puntos altos de la noche, Killing Engine, donde el público se prendió definitivamente, incluso con Robles facilitando el micrófono para que un fan coreará junto a Él. Posteriormente vino Enslaved to the Machine, tema y nombre del disco del 2001. A está altura, el “Pocos, pero bueno” mencionado al principio ya se hacía la frase de la noche, seguido por unos “Así da gusto” y el típico agradecimiento con chela en mano al público.
La voz característica de Robles cambiaría de tono para avisar el tema que vendría: “Liaaaaaaar!“, seguido por From the Sea y My Fears. Necrosis dio paso a un tema más y se despidió de un público que reitero, hizo contrariamente a la poca concurrencia, la más grande entrega. Y junto con esto, la antesala para Criminal evidenciaba que todo iría viento en popa.
CRIMINAL
No existía cansancio, ni tampoco aburrimiento. Los integrantes de las bandas que se presentaron se paseaban entre el público y aceptaban cordialmente fotografías y conversaciones. Un ambiente realmente familiar entre público y bandas fue el que se dio esa noche en Buin. Era de prever entonces que Criminal no sería la excepción de la constante nocturna.
Cercanos a las 23:00 Hrs., se empezaron a esbozar las figuras de Anton Reisenegger, Rodrigo Contreras, Zac O’Neil y Dan Biggin en el escenario. La gente se agolpó frente a las tarimas y la euforia empezó a adueñarse del recinto.
Criminal ya se hacía presente, y las luces se tornaban en oscuridad para dar paso a Denial, primer tema del disco Dead Soul. Anton forzó evidentemente la voz en este tema, quizás a modo de prueba, porque más adelante se afirmaría en lo que es su registro. Al primer tema le siguió Scapegoat, y el público demostraba la potencia que generaron aquella noche. Luego de una pequeña pausa, se vinieron encima las demoledoras Rise and Fall y Time Bomb de la placa Sicario.
Con cierto escepticismo me coloqué en un lugar donde pudiese apreciar la batería. Sinceramente no podía creer la velocidad que imprimía Zac O’Neil en la doble pedalera, pero resultó ser cierto y aquella sorpresa se podía apreciar en las personas que vieron de cerca al baterista.
Siguiendo con el recital, Criminal calmó las aguas con Stillborn, permitiendo al chascón buinense pegarse un head-banging más relajado. Le procedió el poderoso Deconstruction, del disco No Gods No Masters, rompiendo el pequeño descanso generado por el tema anterior y volviendo la locura en Buin. Luego vino la terrible enfermedad, pero no corporal, sino que religiosa… Cancer, seguida por Force Fed.
Dan Biggin anunciaría junto al bajo el siguiente tema, Slave Master. Los ánimos en Buin no decaían, el público respondía a cada tema sin cansancio. Es entremedio del concierto cuando Anton suelta otra de las frases de la noche, mencionada al principio: “Cabros, no es por chuparles el pico pero en estas hueas chicas la pasamos mejor que en las hueas grandes“. La ovación era evidente, y los chilenismos acumulados de Anton brotaban como los riffs de cada tema.
Con Downfall y Self Destruction, ya era inevitable no querer entrar a moshear o cabecear como loco. Y si ya empezabamos a echar de menos un temita en español, la deuda fue pagada con Hijos de la Miseria, donde el público y la banda se tornaron cómplices y cantaron a la par. Siguió Victimized y un clásico al que le tocó ser el último tema, donde realmente “quedó la cagá”, El Azote.
Posterior a esto la banda se retiró del escenario con un Anton diciendo “Eso es todo, por el momento“, lo que vaticinaba que aún no todo terminaba. Lamentablemente todos quedamos confundidos, puesto que era notorio que era el típico break o intermedio que se toman las bandas después de tocar harto rato para volver con sus mejores temas, pero por el gran atraso del comienzo el local debía ser entregado para iniciar su horario habitual de discoteque (00:00 Hrs.) y los técnicos comenzaron a desarmar el escenario.
Nos quedamos con gusto a poco, con cara de ¿Eso fue todo?, con ganas de ver más, con ganas de escuchar Whiplash (Metallica), Collide… la gran Demoniac Possession de Pentagram y New Disorder, tal como se había dado en los recitales anteriores de Criminal. El Plop! fue general.
A pesar de esto, el espectáculo superó las expectativas a pesar de la baja asistencia, donde queda demostrado que los shows no son más por llenar los recintos, sino por la calidad en la entrega de las bandas y la calidad del público. Impecable amplificación, gran ambiente, bien por las bandas y bien por el público.
Criminal, Necrosis y Slavery en Buin no fue una simple tocata que quedará en el recuerdo con suerte como afiche desgastado pegado en paredes por ahí, sino que fue una verdadera muestra de como deberían ser los recitales y una buena lección con respecto al comportamiento y el respeto general.
Agradecimientos personales por la invitación y saludos para la gente de la productora a cargo en Buin (Catalepsia).
Hasta pronto…
Review: Pablo Tournelle
Fotos: Pablo Tournelle
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