El lugar escogido para el inicio del tour 2007 de Criminal por su natal Chile fue ni más ni menos que el viejo y querido Valparaíso, el mismo que fue tantas veces visitado por los mismos en el pasado. El cartel, además, hacía presagiar un muy buen concierto y ello sumado al hecho de que en Valparaíso la entrada fuera una de las más económicas de todo el tour hacían que fuese un deber asistir a este evento, incluso el elevado valor de las entradas en algunos conciertos motivó un comunicado de los mismo Criminal en el cual, además, prometen un show de una hora y media.
La hora de inicio era tarde, como ya nos tienen muy mal acostumbrados ciertos productores locales, mi ticket claramente decía 21:00 Hrs., por su parte en la web del recinto (el Huevo) se anuncia el inicio a las 23:00 Hrs. y finalmente partimos pasados la medianoche… ¿Hasta cuándo tenemos que soportarlos señores productores?
Bueno, luego del descargo vamos al show: parten los locales Kaiowas, quienes deben ser una de las bandas más ad-
hoc para telonear a Criminal. A mi personalmente jamás me han gustado y creo que tampoco están entre los favoritos del público ya que en casi 6 años que vengo viéndolos no creo haber visto mosh pit cuando ellos se presentan, y en esta ocasión no fue la excepción. La recepción del público no fue tan fría, pero tampoco demasiado eufórica, la mayoría se dedico a escuchar con atención su música y retribuir con aplausos su show. En cuanto al sonido me hizo recordar a Motorhead, ¡excesivamente fuerte! y a pesar de que me aposté atrás y de frente al escenario mis tímpanos casi explotan, lo cual hizo que no se escuchase del todo bien. Los temas no me son familiares, puesto que la banda no ha publicado ningún material (que yo sepa), sólo me viene a la memoria uno llamado Resurrection que formó parte de unas 7 u 8 canciones que se despacharon en algo más de media hora.
Luego era el turno de los reformados Execrator, que eran una de las bandas más esperadas por el hecho de que hace muchos años que no tocaban. Desde un inicio el público se notó mucho más prendido (habrá sido por el alcohol también) y desde que sonó Symptom of Darkness comenzó a disfrutar cada uno de los temas. El line up era casi irreconocible, tanto por el paso de los años en alguno miembros, como por otros reemplazados, siendo la ausencias más notables la de Pablo Clares en batería y la de Álvaro Lillo en bajo y voz, aunque hay que decir que los reemplazantes estuvieron a la altura.
El sonido lamentablemente fue bastante regular, creo que fue de lo más bajo de la noche, en especial en los primeros temas, aunque después se arregló un poco y llegó a ser similar al logrado por Kaiowas hacia el final del show.
Entre los temas se vio una mezcla entre el homónimo con cortes como That Forgotten War, Dismissal o Reprisal y también cortes del disco anterior como por ejemplo la ya nombrada Symptom of Darkness y Silent Murder. El show se me hizo bastante corto y me dejó con algo de gusto a poco. Me habría gustado algo más de una hora de show y con un sonido a la altura, de todas maneras para ser su regreso nos conformaremos con ello por ahora.
Una larga pausa en la que se ve algunos tipos bastante ebrios y uno de los fenómenos más ridículos que he visto, puesto que se baja un telón que cubre la parte frontal del escenario en el cual no se proyecta nada. Me imagino que la intención era entregar algo de privacidad a las bandas para enchufar sus equipos, sin embargo, por el costado se veía todo jajajaja.
Llega la hora de Necrosis que desde que se reformaron por última vez, han visitado constantemente Valparaíso lo cual se agradece. La novedad estaba en las guitarras ya que hubo cambios respecto de sus anteriores shows.
Hay que decir que el sonido mejoró notablemente y ya se escuchaba bastante mejor desde cualquier punto del local.
El tracklist fue un paseo por clásicos y temas nuevos, sonando, entre otros, Killing Engine, Liar, Kingdom of Hate, Fall In The Last Summer, un solo de bajo que dio inicio a My Fears y, para terminar, el gran tema Prayer. La mayor novedad fue, sin duda, la presentación de dos temas nuevos que siguen la línea impuesta en su disco ‘Enslaved to the Machine’ y que tuvieron una buena recepción. Una vez más Necrosis cumplió y se despachó un notable show, demostrando que son una verdadera leyenda viviente y una de las mejores bandas del metal nacional.
Y ya muy tarde llega el plato de fondo, los señores de Criminal. De inmediato la gente los recibió de manera muy cálida y el sonido fue impecable a lo largo de todo su show en el cual se recorrieron toda su discografía. Abren con Denial para seguir con Scapegoat y Rise and Fall, luego vendrían algunos temas entre los cuales se destacó Stillborn en donde el público se volvió loco. Más tarde, entre otros, pasarían temas como Deconstruction, Cancer, Slave Master, Self Destruction, The Root of All Evil, Worse, Hijos de la miseria y el Azote con el cual dan por concluido su show de poco más de una hora. Ante
la insistencia del público y muy apurados porque se acercaban las 5 de la mañana (hora de cierre del local) se despachan la gran sorpresa de la noche, un cover de Metallica “cuando eran buenos” (en palabras de Anton), ni más ni menos que Whiplash que desató el descontrol total de la audiencia, a continuación vendría una apuradísima versión de Collide y el fin llega con New Disorder en donde nuevamente la gente se hizo pedazos en el mosh.
Para la anécdota queda el rumor (aparentemente cierto) de que en el setlist estaba Demoniac Possession, pero por la premura del tiempo debió ser sacada, una verdadera lastima porque se notaba que Criminal y el público querían más, si tan sólo Kaiowas hubiese partido a la hora programada, pero en fin, ya me quejé por ello.
Criminal demuestra que claramente son muy apreciados por el público chileno y no tienen nada que envidiar a muchas otras bandas que vienen por estos lados. En resumen el show completo con algunos altos y bajos podríamos calificarlo como muy bueno y es de esperar que Valparaíso siga siendo considerado para eventos de esta magnitud.
Por: Alexis Flores
Fotos: Sylvia Hidalgo
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