La unión hace la fuerza. Aseveración más que cierta, y que los muchachos de bandas como Azotth, Denun, Nebirus y Burning Tears comprendieron a tiempo y en su totalidad, con el nacimiento de esta nueva hermandad de bandas que ellos mismos han bautizado como Dark Rose Society. Un grupo dispuesto a ayudarse, a hacer de la autogestión y movimiento independiente de las bandas con vocalistas femeninas, algo más sencillo, algo más unido y con mayores posibilidades de surgir. Pero no bastan palabras, sino que también deben existir hechos, y uno de estos hechos era la primera tocata como hermandad, como Dark Rose Society, un movimiento que Collapse obviamente apoya, y al que no podíamos dejar de estar presentes.
Con un leve retraso nos adentramos en el umbral de alcoholización y rock que es el Bar Óxido, para llegar aproximadamente a la mitad de la presentación de los muchachos de Azotth, la primera banda de esta sociedad en presentarse en las tablas, ante las presentes 70 personas (aprox.) que en ese momento disfrutaban de la música del conjunto. Debo hacer un hincapié en el impecable sonido – por decir lo menos – del lugar que existió esa noche, el Óxido no es un lugar que tenga un sonido muy nítido que digamos, pero ésta noche, la música de las tres bandas que se presentaron (si, sólo tres, ya que Denun por problemas de salud de su baterista no pudo tocar) fue muy entendible y cumplió su cometido.
Tal como comenté a más de alguno de los amigos presentes, cuando ves a bandas que ya has presenciado con anterioridad, uno va a apreciar mejoras, a hacer una inevitable comparación entre lo que fueron los pasados shows y lo que ahora te toca ver. Quiénes son seguidores asiduos de Collapse ya saben que hemos revisado a estas bandas con anterioridad y bastantes referencias se han dado al respecto de sus sonidos e influencias, ahora es el momento de “evaluar” y opinar más profundamente. Vamos por partes: Fernanda Rosell, es por lejos el alma de Azotth, y la vocalista con mayor prestancia y presencia en escena de las bandas que estuvieron ahí esa noche. Movimientos iban y venían, roce con el público y una voz potente que demuestran que nos encontramos ante una gran frontwoman.
Quizás sea porque su música es más movida y más orientada al Heavy Metal a ratos, pero Azotth si algo ofrece es show, movimiento en el escenario y puesta en escena. El cover a Iron Maiden de Ghost of the Navigator fue una muestra de ello, y si bien reconozco que en estos momentos [a modo de opinión ultra personal] prefiero ver temas propios de las bandas, un cover nunca está demás para calentar a los presentes.
Rápidamente se apoderarían del escenario los muchachos de Nebirus, con una propuesta mucho más oscura, ya que quienes conocen la música de Nebirus saben que la banda se maneja en un Goth/Doom con guturales y voz lírica. Fórmula conocida pero efectiva, que se hizo notar desde los primeros momentos con su single, Eyes of Stone. Nuevamente recalco el bueno sonido que se logró aquella noche en el Óxido, todo se escuchaba con claridad y a pesar de que no mucha gente presenciaba a las bandas, se notaba que los pocos presentes miraban entretenidos las propuestas musicales de la Dark Rose Society.
Los cambios y mejoras en Nebirus saltaban a la vista, o al oído en este caso. La última vez que pude verlos en escena fue en Enero, y el trabajo de 9 meses de diferencia se notó, en especial en los guturales de Alejandro Oliva y la voz de Doris, quiénes lograban mayor profundidad y fuerza en sus voces en canciones como The Fallen. La estabilidad de la banda por otra parte destacaba, en especial de un conjunto joven que hace poco tiene un baterista estable en sus filas y con una propuesta musical con temas bien orejas y agradables que esperamos pronto escuchar en disco, ya que tal como nos revelaría más tarde su guitarrista, la banda espera entrar a estudio pronto a grabar, el que será el sucedor de su EP del 2005, The Eyes Of Stone.
El fin de Nebirus, significaba necesariamente el inicio de Burning Tears, quienes increíblemente con un marco de público bastante similar al de sus anteriores compañeros de sociedad (y digo increíble, pues quien asiste a tocatas regularmente sabe que la última banda en la mayoría de los casos es la más afectada con la “fuga de público”), presentaron el material de su próximo disco The Land That I Give You, en la misma tónica que han sido sus anteriores presentaciones, tocando canciones tales como Fly Of The Crow, o The Bride Of Death que ya son fácilmente reconocibles para quiénes han presenciado el show de BT en más de una ocasión previa.
Destacable es la línea melódica aparte que logra la flauta traversa en las canciones, logrando de esta forma resaltar como un instrumento aparte, y no sólo como un añadido más en la parte más sinfónica de las canciones como suele suceder en bandas del estilo. Sin duda el elemento diferenciador del conjunto, quiénes también son fieles practicantes del juego y mezcla de voces lírica y gutural en sus canciones, siendo los encargados de esta labor la vocalista Alicia “lichi” Plaza y el guitarrista Diego Galleguillos.
¿Fallas? Sólo dos cosas me gustaría destacar, primero: La gran tara quizás de todas las bandas presentes, es la ecualización de los teclados en vivo. Por algún motivo siempre el resto de los instrumentos logra acoplarse mejor, pero lamentablemente los teclados siempre quedan por debajo de guitarras, bajo y batería, siendo de esta forma los que más se pierden al momento de crear una atmósfera o realizar un solo, y ojo que esto le pasó a todas las bandas, y esta noche no fue la excepción, a pesar del buen sonido de la jornada. El motivo de esto sinceramente lo desconozco, pero es algo que se repite en diferentes tocatas del estilo. Un detalle a mejorar sin dudas.
Lo segundo: La estaticidad de las vocalistas en escena. Entendible es que en un escenario tan pequeño poco y nada se puedan mover, y más aún se agradece el hecho de que las bandas, en especial las frontwomans, luzcan trajes y se preparen para la ocasión. Pero aún así algo falta, movimiento, más roce con el público. Hacer de la música un espectáculo en todo su espectro. Quizás Azotth es la banda que mejor logra esto.
Más allá de eso y dejando a un lado las críticas previamente realizadas, fue una triunfal primera jornada para la Dark Rose Society, buen sonido, asistencia mesurada, y un ambiente que da gusto ver en tocatas. Tallas aparte para el baño mixto, que fue sin dudas la anécdota de la jornada. Más palabras no quedan por expresar, más allá de los agradecimientos respectivos a las bandas por la invitación, y el aplaudir tan notable iniciativa. Desde ya esperamos que la sociedad siga creciendo y que la escena de bandas con féminas en sus filas siga creciendo, hasta algún día quién sabe, lograr niveles insospechados y ¿por que no? de margen internacional.
Review: Nicolás Pérez
Fotos: Sandra González
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