Para ser un día de semana, la cantidad de público que asistió al House of Rock & Blues fue bastante numerosa. Quizás lo bajo del precio de la entrada ($1.000) haya ayudado a contribuir a ello. Pero también hay que considerar que esa noche las puertas estaban cerradas para los menores de edad, un público al que Delta ha llegado muy bien. Las dos caras de la moneda para el debut en vivo de Guillermo Olivares con su proyecto solista.
En primera instancia, al conocer la formación que acompaña al guitarrista en este nuevo camino quedé sorprendido: Paulo Domic (Inquisición) en voz, Nicolás Quinteros (Delta) en los teclados, Andrés Rojas (Delta) en la batería y Cristián Rozas (Ex-Human Factor) en el bajo completan a la banda que apoya al “Guille”. Ya se podía presumir que el trabajo final tendría un profesionalismo notable en sus composiciones. Más claro quedaba esto al escuchar su disco completo en el MySpace. Las expectativas eran grandes.
Una hora de retraso y subía la agrupación al escenario del cómodo recinto. Así parten con el tema que le da título al disco, Turn the Page, y continúan con Lost and Never Found con una energía tremenda, cuando las influencias de Yngwie Malmsteen ya se hacían notar. Olivares descargaba toda esa energía guardada por tanto tiempo de inactividad con shows en vivo (desde la última presentación con Human Factor hace más de un año) y se percibía a lo lejos. Además cada uno de los músicos hacía su pega espléndidamente. Al final nos demostraban que esto, más que una cuestión personal del guitarrista, es una banda más y que está bastante compenetrada.
Fueron 6 canciones las que tocaron en cerca de media hora para concretar un debut notable, que provoca que sigan las ganas de ver la propuesta una vez más en otro lugar con tiempo más holgado, y que, ojalá, muestre todo lo que hay al haber dado “vuelta la página”.
Lo de Delta ya es familiar. En todas sus tocatas su desempeño es algo que da gusto ver. Destacar que Felipe del Valle, su vocalista, es un frontman de gran nivel, alguien que hace partícipe al público cada vez que sea necesario, que canta increíble y que consta con una muy buena puesta en escena. El playlist se paseó a lo largo de sus 3 larga duración que tienen, además mostraron el corte Revelation, que vendrá en el cuarto disco en el que ya están trabajando. La parte cómica estuvo de la mano de Felipe cuando dijo, para los que siguen a la banda, “se preguntarán ¿dónde estará el hueón de 2 metros que toca el bajo?”. Carcajadas al por mayor. Marcos Sánchez era el que se encontraba reemplazando al bajista, Santiago Kegevic, que se encontraba fuera de Chile en el instante. A su lado, el siempre virtuoso Benjamín Lechuga haciendo gala de su virtuosismo. Crashbreaker, Who I Am, Face 2 Face, The Apollyon is Free y Two Bullets fueron algunas de las canciones que presentaron en, aproximadamente, una hora de entrega y pasión sobre las tablas.
Delta tenía pilas suficientes para seguir tocando por otro buen rato, pero todo se vio interrumpido por la grata visita de un amigo en su camino, quienes, con su presencia, lograron que la fiesta se detuviera poco antes de las 12:30 A.M. Y es extraño que hayan ido, porque este local no tiene vecinos contiguos para que reclamen por ruidos molestos, es lo único que hay en esa pequeña cuadra. Pero bueno, nunca falta el vecino mala leche.
Para cerrar, sí, eran necesarias todas esas flores para contar lo que sucedió.
Review: Roberto Yévenes
Fotos: Bianca Zapata
Galería de Fotos