Deben ser pocas bandas nacionales que tras “cortos” siete años de carrera, tiene a su haber cuatro producciones discográficas, además de un sinnúmero de experiencias teloneando a bandas internacionales y entre ellas, verdaderos pesos pesados en la escena. Delta es una de las agrupaciones que pertenece a ese grupo, y el pasado Sábado 21 de Agosto dejaron bien en claro que, cual niño de siete años, tienen muchas historias aún por contar, pues en un evento cargado de energía “cortaron la cinta” de su última producción, Deny Humanity. Invitados por la banda, asistimos a presenciar lo que prometía ser un lanzamiento realmente apoteósico, y aquí te contamos lo que pasó.
Ghee-Yeh
El evento estaba programado para las 19.30 horas y justo a esa hora, y con un Teatro Cariola con cerca de 200 personas en su interior, se apagaron las luces para dar paso a la presentación de la renombrada banda encabezada por el guitarrista Guillermo Olivares. Bajo el nombre de Ghee-Yeh, aparecía en escena la banda comandada por Olivares comenzando su presentación con la pichanguera ‘Turn the Page’, que se vio empañada por algunos problemas de sonido en la batería que, casi en modo de anécdota, interpretaba Andrés Rojas. Mientras, un movedizo Paulo Domic daba cuenta de su inconfundible registro vocal y levantaba a un público mayormente joven. La gente ya hacía mucho ruido dando indicios de lo que sería una prendida jornada, en tanto que Olivares montaba un show aparte con su conocida presentación escénica, cargada al histrionismo.
Debido a que el repertorio de la banda se estructura en torno a lo que es Turn the Page, el disco lanzado el año recién pasado, los casi 45 minutos de presentación se pasaron entre pirotécnica técnica de parte de los miembros de Ghee-Yeh y temas de la mencionada producción, como ‘Renegade’, ‘Take me Higher’ o ‘Fighting for your Love’. Si bien el apartado sonoro en la mayoría de la presentación estuvo a un buen nivel, se echó de menos mayor presencia al teclado de Nicolás Quinteros que prácticamente no se escucho durante toda la presentación.
El cierre vino con una excelente interpretación de ‘Stand Up and Shout’, aquella conocida tonada que abre el maravilloso disco Holy Diver de la banda solista de Ronnie James Dio, el “enano maldito” que ya no está entre nosotros pero indudablemente dejó un legado imborrable en el alma de los seguidores de la música de alto octanaje. Tras una breve pero muy entretenida presentación la banda nacional dejaba el escenario para dar paso al plato fuerte de la noche, no sin antes ganarse un caluroso y muy sonoro aplauso de parte de los asistentes. Los ánimos ya estaban más que prendidos.
Delta
Sin mayor preámbulo y tras tan sólo unos cuantos minutos, saltó a escena Delta, comenzando de forma potente su presentación con ‘Over and Over Again’, el corte que da comienzo a la última placa de los nacionales. El ruidoso público retroalimentaba a la banda en lo que fue un verdadero festín energético, que se veía matizado por la interpretación de la mayoría de los temas más conocidos de la banda, como ‘Crashbreaker’ o la potente ‘On a Thread’.
El sonido se sentía bastante saturado y el teclado de Nicolás Quinteros parecía desaparecer en algunos instantes, en tanto que la batería de Andrés Rojas adquiría buena parte del protagonismo quitándole espacio sonoro al resto del quinteto. Aun así, Felipe del Valle animaba incansablemente a un público que parecía rendido a los pies de los capitalinos, que a estas alturas del partido ya cuentan con una base de fans realmente envidiable y que, al parecer, los acompaña en todas. Benjamín Lechuga, como ya viene siendo la tónica, daba cuenta de su excelente técnica y virtuosismo mientras que el recién estrenado y pulcro Marco Sánchez hacía lo propio, ganándose los vítores tras sus complejas líneas con las frecuencias bajas. De todas formas, con el pasar de los minutos el tema acústico termino solucionándose y alcanzó un gran nivel que se mantuvo durante el resto del evento.
Por otra parte, es imposible dejar de mencionar lo cuidado que estuvo el apartado escénico, porque además de un cuidado juego de luces la banda se la jugó con una producción “a todo trapo”, incluyendo dos pantallas gigantes además del notable despliegue de cámaras que se encargaron de registrar todo el show que después aparecerá en formato DVD. Cabe destacar también los trabajados coros que la banda ha ido incorporando a sus composiciones y que durante la presentación se pudieron ver en todo su esplendor, en una veta que la banda ya venía explotando pero a la cual no le había sacado el jugo, como se puede apreciar en nuevos temas como la extensa ‘Fragile’ o en ‘Doors Keep Spining’, en un resultado que es un gran acierto.
A grandes rasgos, el show se dividió entre la interpretación de los temas de la nueva placa y sus “viejos” clásicos y “sandías caladas”, pero quizás el punto más alto de la noche se dio en torno a la interpretación de ‘Virtual Life’, el tema en que se centra buena parte de la temática que la banda presenta en las letras de este nuevo disco. Todo comenzó con Nicolás Quinteros dejando a buena parte de los asistentes con cara de sorpresa mientras interpretaba un solo con el bizarro Theremin que agregó a su arsenal, que desembocó en un aplauso bastante tímido que dejo en claro que no muchos sabían de la existencia de ese fabuloso instrumento de origen ruso, que se ve muy poco por estos lares. Luego, y cuando la banda ya interpretaba el mencionado tema, la estupenda Consuelo Schuster irrumpió con sorpresa en el escenario para replicar las voces con que colaboró en la grabación de Deny Humanity, en lo que fue un entretenido dueto con Del Valle, que concluyó con una especie de “batalla de voces” y un arreglo de coros en que todos los presentes en escena participaron, dejando nuevamente en claro que la banda se dio mucho trabajo en este apartado.
Además los locales se dieron el gusto de interpretar la hilarante versión del tema central de la película ‘Los Cazafantasmas’ que grabaran para su EP Desire Within, además del tema que le dio el nombre a ese lanzamiento y es el primer single del nuevo lanzamiento. Para cerrar, la banda interpretaría la conocida ‘Who i Am’, cerrando casi dos horas de show que se pasaron volando, tanto por la factura del show como por el nivel de entretención que brindó. La banda se despedía y agradecía con una bandera de nuestro país en mano, homologando lo que la mayoría de las bandas internacionales hace cuando pisa suelo chileno. Podríamos decir que para el caso de Delta se aplica algo similar, porque creo que ya han tocando techo a nivel nacional y es hora de que salgan a mostrar su propuesta fuera de Chile. Y qué mejor que hacerlo con toda la experiencia que estos jóvenes músicos ya tienen en el cuerpo y un gran disco como lo es Deny Humanity.