Cuando uno asiste a una tocata de Wharenaldo ya sabe que se viene una noche de mucho rock and roll, y con actitud. Porque claro, es una de las características de los glameros, que se encontraban en inactividad desde el verano del presente año, entregar un verdadero show sobre las tablas… y hasta en la pista del local de la plaza de Ñuñoa.
Las presentaciones en la Batuta nunca empiezan relativamente temprano. Así fue como a la 0:30 Hrs. comenzaron a sonar los primeros acordes del tema que le da nombre a su EP. Juego Sucio dio el vamos a la fría noche de rock en la capital, la cual fue encendiéndose minuto a minuto, y más aún con el Favor Sexual, segundo tema del debut discográfico de Wharenaldo.
El resto del show se basó completamente en el EP Juego Sucio, más 2 covers: Loverboy y Panamaldo. Destacar la puesta en escena de la banda con músicos que están SIEMPRE haciendo cosas durante las canciones. ¡Nadie va y se pone a tocar en medio del público a hacer escándalo, pero nadie! Esa es actitud rockera, un sello que llevan muy bien puesto.
Llegando al final de la jornada los muchachos empiezan a hacerse una pregunta entre ellos… “y, ¿vinieron?”… acto seguido hacen ingreso al escenario las protagonistas del clasicazo de Wharenaldo, las Chicas de Neón. Así se comienza a dar término a la fiesta desatada aquella noche, donde presentaron a su nuevo baterista, el señor Nicolás Quinteros.
Rock N’ Roll All Night, el tema de Kiss y aún con las Chicas de Neón en el escenario, dio término a un genial show cerca de la 1:30 de la madrugada, una hora prudente para volver a casa, escuchando un grandes éxitos de AC/DC en el auto, y prepararse para un día laboral que ya se venía encima. ¿Para qué seguir en la Batuta?.
Review: Roberto Yévenes Muñoz
Fotos: Roberto Yévenes Muñoz
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