Una “semi-estafa” podría llamarse lo que fue la “gran” fecha de la gira por el país que había anunciado Undercroft, ya que término siendo una tocata buena pero que podría haber sido mejor.
Para poder explicar lo que pasó hay que decir primero que, el cambio de local no fue culpa de la productora. El Club Cadilac simplemente se dio vuelta la chaqueta para dar paso a un evento de reggatoneros en vez del show de Undercroft, lo que desembocó en la bajada de 2 bandas: Inquisición y Mar de Grises. Esto ya fue un motivo para que muchos santiaguinos no fueran a ver el evento que terminó trasladándose al Rock & Guitarras, mejor conocido como “Sudor & Humo”.
Ahora, todos sabemos que la elección de este local no era la más apropiada, pero a falta de locales para hacer eventos, y debido al poco tiempo, no quedó más solución que hacer la tocata en el recinto ñuñoíno. A muchos no les gusto la idea, había gente reclamando en la entrada. Es sabido que las cosas en el R&G empiezan tarde, sin excepción alguna, es por esto que el evento comenzó con alrededor de una hora y media de retraso. Ello desembocó en que Execrator no tocara, sin explicación alguna, ya que el local tenia después una fiesta de tributos y debían entregar el recinto a las 11:30 PM, cosa que tampoco sucedió, así que el evento posterior dio inicio a las 12:30 AM.
Ya con todo este prontuario se pueden dar cuenta que la tocata no valía los 9 mil pesos que se iban a cobrar el mismo día, por lo que se rebajo el precio a 5 lucas, que, aún así, no era un precio adecuado para ver a 4 bandas. La rebaja debió haber sido mínimo a 3.500 pesos con cover, por que los malos ratos siguieron sucediendo después de comenzada la tocata.
Tal como lo indica su nombre, la presentación de Disaster fue un desastre, literalmente, con tan sólo 3 temas después de los cuales fueron cortados -como lo que acostumbra a hacer el local con las bandas chilenas-. Me remito a sólo decir que su show pasó sin pena ni gloria, no por culpa de los músicos, sino por todos los hechos ya suscitados y la poca concurrencia de gente a esa hora.
Siguieron en la lista los Brasileños de Krow. El ambiente fue prendiendo de a poco, entre las tallas de los asistentes que gritaban palabras como “Xuxa” o “Chupeta para voce!” a los Death metaleros, quienes lograron hacer un espectáculo medianamente bueno, debido a problemas con el bajo, que fueron causados por un borracho que desenchufó de la pedalera el instrumento. Se perdió harto tiempo y con eso un buen par de temas. Eso sí, vale destacar que la presentación estuvo muy buena, incluyendo el cover que hicieron de los legendarios Sarcófago con la canción Satanas, el que hizo encender, como no se había visto en toda la noche, al público santiaguino.
Exterminio, la banda argentina que tuvimos la posibilidad de ver aquella desastrosa noche en el Galpón Víctor Jara en el recital de Sinister, presentó un show sólido y más extenso que las bandas anteriores, pudiendo decirse que tuvieron el lujo de poder haber tocado su setlist entero. Ya eran alrededor de las 11:30 de la noche cuando terminaron los trasandinos de hacer su presentación. Lo que estaba claro era que los “rockeros” asistentes a la fiesta de tributos iban a tener que esperar un tanto mas allá de las 12 de la noche para poder ingresar al recinto.
Finalmente Undercroft salía a escena. El local ahora sí estaba con gente -entre 250 y 300 asistentes- y se pudo crear una atmósfera apropiada de carrete y recital, mucho más amplia que la presentación hecha en el teloneo Exodus-Kreator. Los compatriotas se pasearon por todos los temas que eran requisito de esa noche: Under the Broken Sign, Evilusion, Carros de Fuego, Danza Macabra, Etc., y presentándonos nuevamente el tema de su nueva producción El Triunfo de la Muerte, haciendo alusión al arcano XIII del tarot.
De que faltaron temas, sí faltaron, como pudo haber sido Mercy, del disco Bonebreaker, pero el tema que da nombre a este disco también fue incluido en el setlist de aquella noche.
La presentación no estuvo exenta de errores, problemas con la guitarra de Álvaro fue algo que no llegó a opacar el show, pero sí demuestra lo precario de la organización del evento.
La vuelta a Undercroft a Chile adquirió un carácter de “fiesta” en el momento que Álvaro Lillo se lanzó 2 veces al público, el cual reacciono atajándolo en las 2 oportunidades. ¿Quién diría hace 10 años atrás que esta banda sería recibida de tal forma en el país que los vio crecer? Y, por otro lado, no sé como Álvaro en su momento fue expulsado de la banda. El frontman era el que hacia todo el show, el resto de los músicos inexpresivos sólo preocupados de interpretar su música que, dicho sea de paso, sonaban muy bien con los nuevos arreglos que pudieron implementar en estos años con los cortes más antiguos, con mucha influencia de metal sueco podría decirse. No me imagino otro líder para esta banda como lo es Álvaro. Sin él quizás cómo estarían ahora. Sólo basta terminar este review con el comentario que cerró la velada, esperando que la presentación de Undercroft sea más pulida y mejor hecha en el Bar Óxido que en este local usado de “peor es nada”. Así tal como dijo el vocalista: “Nos vemos en Entombed y que viva Satanás conchetumare!”
Review: Felipe Lobos